jueves, 28 de marzo de 2013


EL VERGEL
Capítulo LXXVII de PLATERO Y YO.
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

Como hemos venido a la Capital, he querido que Platero vea El Vergel… Llegamos despacito, verga abajo, en la grata sombra de las acacias y de los plátanos, que están cargados todavía. El paso de Platero resuena en las grandes losas que abrillanta el riego, azules de cielo a trechos y a trechos blancas de flor caída que,  con el agua, exhala un vago aroma dulce y fino.
¡Qué frescura y qué olor salen del jardín, que empapa también el agua, por la sucesión de claros de yedra goteante de la verja! Dentro, juegan los niños. Y entre oleada blanca, pasa chillón y tintineador, el cochecillo del paseo, con sus banderitas moradas y su toldillo verde; el barco del avellanero, todo engalanado de granate y oro, con las jarcias ensartadas de cacahuetes y su chimenea humeante; la niña de los globos con su gigantesco racimo volador, de azul, verde y rojo; el barquillero, rendido bajo su lata roja… En el cielo, por la masa de verdor tocado ya del mal del otoño, donde el ciprés y la palmera perduran, mejor vistos, la luna amarillenta se va encendiendo, entre nubecillas rosas…
Ya en la puerta, y cuando voy a entrar en  el vergel, me dice el hombre azul que lo guarda con su caña amarilla y su gran reloj de plata:
-Er burro no pué’ntrá, Zeñó
-¿El burro? ¿qué burro? –le digo yo, mirando más allá de Platero, olvidado, naturalmente, de su forma animal.
¡Qué burro ha de zé, zeñó; qué burro ha de zéee…!
Entonces, ya en la realidad, como Platero “no puede entrar” por ser burro, yo, por ser hombre, no quiero entrar, y me voy de nuevo con él, verja arriba, acariciándole y hablándole de otra cosa…    


martes, 19 de marzo de 2013


LA SEÑORA DE LA CASA
POR MANUEL ALCÁNTARA
Columna del día 18/03/2013, diario SUR.
La señora Merkel quiere a todos sus hijos por igual, pero prefiere a los que han nacido en su país. La zona euro quizá no merezca su amor y le ha impuesto una tasa al dinero depositado en los bancos de Chipre para reducir la factura del rescate, que ascenderá a 10.000 millones de euros. A falta de un gobierno global, tenemos ya un ama dominante. Por algo se empieza, pero están sonando palabras muy alarmantes y a los españoles nos llega el sonido posteriormente a que oigamos su eco. Estábamos hablando del desamparo que ocasionan  los desahucios y hemos empezado a hablar en voz baja, del miedo al “corralito”. El gallinero está suficientemente alborotado, pero obligar a los ahorradores chipriotas a que financien sus propios bancos es de un sadismo refinado. La medida no tiene precedentes, pero va a tener muchas consecuencias.
Urge invertir en el saneamiento de las entidades financieras y hay que inyectar a los bancos haciendo transfusiones obligatorias a algunos de sus clientes. Ni siquiera Bertolt Brecht, que dijo que solo hay una cosa peor que atracar  un banco, que es fundar un banco, había llegado tan lejos.  La disposición de las terrible canciller puede repercutir en nuestro maltrecho sistema y afectar no solo a los ricos de necesidad, sino a mucha gente que ya ha sido desvalijada con el timo de las preferentes o con la estafa legal de la merma de las pensiones y la facilidad para poner en la puñetera calle a los pocos trabajadores que aún conservan sus puestos de trabajo.
Al perro flaco todo se le vuelven pulgas, decía Gloria Fuertes, y ese pequeño país ha sido elegido para dar ejemplo, que es lo único que pueden dar los pobres. No corren el peligro de ser saqueados los chipriotas verdaderamente ricos, ya que han invertido sus caudales en el extranjero, en el supuesto de que llamen extranjero a los paraísos fiscales que no tienen nacionalidad.

domingo, 10 de marzo de 2013


ABRIR LA VEDA
POR MANUEL ALCÁNTRARA. Diario SUR, Málaga. 10 de marzo de 2013.
El juez del caso Noós busca indicios para imputar a la Infanta y como lo siga buscando los va a encontrar. El mérito sería hallarlos sin  indagar, como Picasso, que dijo; "Yo no busco: encuentro" ya que eso siempre supone un ahorro de tiempo. Los males gananciales de Urdangarín han conseguido abrir el coto cerrado, aunque por ahora solo hasta cierto punto. El tacto de la audacia, como se sabe, consiste en saber hasta dónde puede irse demasiado lejos, pero el juez José Castro solo o con ayuda de otros, quiere comprobarlo y ha pedido las actas. Lo malo de jugar con fuego es que las mangueras no pueden llegar a todas las casas incendiadas.
   Hace un año, más o menos, el juez desestimó la petición de ‘Manos Limpias` para implicar a la Infanta, pero desde entonces han pasado muchas cosas que no pueden pasar inadvertidas. De algunas nos enteramos tarde, como del peligro que corrió España de salir del euro por el descalabro de Bankia. Eso que nos ahorramos. Lo que no va en lágrimas va en suspiros y ahora nos conformamos con los pronósticos de imposible recuperación que nos hace trimestralmente Goirigolzarri, aunque Bruselas no crea posible recuperar los 22.424 millones públicos invertidos. Por cierto, el llamado Goiri por sus íntimos debe ser un experto, además de en asuntos económicos, en la capacidad de aguante del pobre pueblo español. Ha dicho que tenemos "un nivel no tolerable de corrupción". Como si alguno fuera tolerable.
   Un total de 31 testigos y dos imputados pasarán por el juzgado mientras el apoderado de Iñaqui, que se apoderaba de todo lo que tenía cerca, ve cómo se agrava su situación. Era la mano derecha del prestidigitador pero ahora el juez Castro le imputa delitos de malversación de caudales y prevaricación. Los correos de Torres sugieren la posible ayuda de la Infanta a su marido. Dos que duermen en el mismo colchón acaban siendo de la misma opinión, pero el colchón se ha roto. No cabía tanto dinero.