sábado, 27 de julio de 2019

El soldado volador se estrella



Frank Zapata despega de la playa francesa de Sangatte en su intento de cruza el Canal de la Mancha./AFP
Frank Zapata despega de la playa francesa de Sangatte en su intento de cruza el Canal de la Mancha. / AFP

El inventor Franky Zapata intentó este jueves cruzar el canal de la Mancha en su 'flyboard', pero, al aterrizar en un barco para repostar, acabó en el agua

PAULA ROSASCorresponsal en París
Franky Zapata no consiguió este jueves pisar las playas británicas de la bahía de Saint Margaret. El soldado volador francés, que dejó boquiabiertos a los espectadores del desfile militar del 14 de julio a bordo de su 'flyboard', no pudo cumplir su sueño de atravesar el canal de la Mancha montado en la pequeña plataforma de su invención. Cayó al agua justo cuando iba a posarse sobre el barco en el que debía repostar combustible. Sin lesiones, pero decepcionado, el marsellés no se da por vencido. En los próximos días volverá a intentarlo.
Zapata, un inventor de 40 años, campeón del mundo de moto acuática, consiguió acaparar la atención internacional con su aparición en los Campos Elíseos cuando, fusil en mano, se elevó por encima de la multitud en un espectáculo futurista. Enseguida se puso por delante un nuevo reto: seguir los pasos de Louis Blériot, el francés que hace exactamente 110 años alcanzó por primera vez las islas británicas en avión.
El día se había levantado perfecto. Con mucho calor, pero sin viento. Zapata llegó al amanacer a la playa de Sangatte, muy cercana al campo desde el que despegó Blériot en 1909. A las 9:05 horas, rodeado de multitud de curiosos y tras recibir la asistencia técnica de su esposa, el soldado volador se elevó entre un ruido ensordecedor y salió disparado hacia el mar. A 140 kilómetros por hora, a los pocos segundos era ya un pequeño punto en el horizonte.


Zapata, en pleno vuelo.
Zapata, en pleno vuelo. / AFP

El Ejército galo ha mostrado interés por su invento -«100% francés», como le gusta recordar a Zapata-, al que ven potencial para ser utilizado en operaciones especiales en zonas urbanas. A finales del año pasado, una demostración de las fuerzas especiales en el marco del Foro de Innovación y Defensa de París ya utilizó el 'flyboard' como plataforma para un tirador de élite.
Aún habrá esperar para ver a esos soldados del futuro, pero ayer el objetivo era cruzar los 35 kilómetros que separan Sangatte de las costas de Dover, lo que debería lograr en unos 20 minutos volando a unos 15 metros de altura. El artilugio, propulsado por cinco pequeños turborreactores alimentados por el queroseno que almacena en una mochila, solo tiene una autonomía de 10 minutos, así que Zapata debía posarse en un barco a mitad de camino, y ya en aguas británicas, para deshac erse de la mochila vacía y cambiarla por otra llena que le permitiera llegar hasta la costa británica.
Cuando intentó alcanzar la plataforma habilitada en el navío para que pudiera aterrizar, de tan solo un metro cuadrado, un golpe de mar agitó el barco y el inventor cayó al agua. «Toda la parte eléctrica se ha jodido», dijo el soldado volador al regresar a tierra. Pero, tras las reparaciones necesarias y una vez consiga de nuevo los permisos, Zapata volverá a vestirse su traje de superhéroe de carne y hueso, ese mono negro y rojo con una gran 'Z' en el pecho, y emprenderá otra vez el reto.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 27 de Julio de 2019.
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El héroe volador logra cruzar el Canal de la Mancha

Frank Zapata, ayer, en el despegue del dron, en Calais (Francia), rumbo a Dover (Reino Unido). :: efe/
Frank Zapata, ayer, en el despegue del dron, en Calais (Francia), rumbo a Dover (Reino Unido). :: efe 

El francés Frank Zapata recorre en su dron los 35 kilómetros de mar que separan Francia de Reino Unido tras intentarlo sin éxito hace una semana

J. M. CAMARERO
Francia ha vuelto a desembarcar en Inglaterra a través de un medio aéreo. En 1909 lo hizo el galo Louis Blériot con un avión. Ayer, otro francés, Frank Zapata, consiguió sobrevolar los 35 kilómetros del Canal de la Mancha con la tecnología que está llamada a revolucionar a la sociedad, las empresas y hasta los ejércitos en pleno siglo XXI: el dron.
En 20 minutos, Zapata consiguió una gesta que bien podría atemorizar a los más acérrimos defensores del 'brexit': el desembarco de una persona sobre una pequeña plataforma unipersonal propulsada con queroseno sin necesidad de grandes infraestructuras. Lo hizo entre las localidades costeras de Calais y Dover en el 'Flyboard Air', el artilugio con el que Zapata se convirtió en el protagonista del desfile militar de la fiesta nacional francesa el 14 de julio. El deportista hizo entonces las delicias de los franceses cuando sobrevoló los Campos Elíseos con su dron cargando un fusil. Centró todas las miradas, incluidas la del presidente de la República, Emmanuel Macron, delante del que aterrizó su invento.
La gesta que ayer logró Zapata hubiera sido perfecta si la hubiera realizado el pasado 25 de julio, cuando se conmemoraban los 110 años del primer vuelo entre ambas orillas del Canal de la Mancha por parte del empresario galo Blériot. El 'hombre volador' lo intentó ese día, hace apenas dos semanas, pero no lo logró. Las olas sacudieron la plataforma desde la que debía recibir una manguera para repostar combustible en mitad del mar. No sufrió daños, pero tampoco consiguió atravesar el paso marítimo entre ambos países.

Repostar en el mar

Varios días después de mejorar el sistema del aparato, y casi sin descansar -tal y como confesaba ayer-, Franky Zapata sobrevoló el mar a apenas 15 metros del nivel del agua. Necesitó, eso sí, del apoyo de una plataforma en mitad del camino para repostar. Porque el dron le permite volar de pie a una velocidad de hasta 190 kilómetros por hora con una autonomía de 10 minutos, para lo que necesita 70 litros de combustible. Superada la operación de recarga, siguió su trayecto hasta aterrizar en Reino Unido.
Ahora, el 'hombre pájaro' quiere descansar. «Necesito unas vacaciones», reconoció tras lograr su gesta. Pero el camino que tiene por delante resulta más que atractivo. Porque el Ejército francés tiene puestas sus esperanzas en el invento diseñado por esta deportista de alto nivel y antiguo campeón mundial y de Europa de 'jet-ski' (moto acuática). Las Fuerzas Armadas galas -y posiblemente las de medio mundo- quieren servirse de este dron para facilitar el movimiento de sus fuerzas especiales en zonas urbanas, tal y como le han hecho saber al propio Zapata.
Tras centrar todas las miradas entre Francia y Reino Unido, el 'Flyboadr Air' está llamado a ser, con las correspondientes mejoras técnicas y de seguridad, uno de los artilugios indispensables en el campo de combate en plena etapa de las nuevas tecnologías.
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sábado, 20 de julio de 2019


La antigua imprenta Sur resurge con los versos de Manuel Alcántara

  • Tras cinco años de inactividad, la imprenta fundada en 1925 por los poetas malagueños Emilio Prados y Manuel Altolaguirre se pone en funcionamiento con la impresión del soneto 'Vuelta a la mar de Málaga'


Acto de puesta en funcionamiento de la Imprenta Sur.Acto de puesta en funcionamiento de la Imprenta Sur.
Acto de puesta en funcionamiento de la Imprenta Sur. M. H.


Desde este jueves, la antigua imprenta Sur resurge con los versos de Manuel Alcántara, el poeta y escritor malagueño recientemente fallecido. Tras cinco años de inactividad, la imprenta de la Diputación de Málaga, fundada en 1925 por los poetas Emilio Prados y Manuel Altolaguirre vuelve a estar en funcionamiento con la impresión del soneto Vuelta a la mar de Málaga, donde Alcántara habla de tres de sus grandes pasiones: la vida, el mar y su tierra natal.
Tras las arduas tareas de adaptación y mantenimiento en relación a la prevención de riesgos laborales, Pepe Andrade, nieto del maquinista y maestro impresor José Andrade Martín, que trabajó junto a Prados y Altolaguirre, seguirá siendo elencargado de operar la misma máquina que tantas veces manejara su abuelo, para comenzar de nuevo con los versos de Alcántara. Versos que, a continuación, ha recitado la poeta Kris León durante un acto que ha contado con la presencia de la hija del autor, Lola Porras; de la poeta María Victoria Atencia; del arquitecto Salvador Moreno; de representantes de la Fundación Manuel Alcántara y de Manuel Castillo, director del diario Sur.
El presidente de la Diputación, Francisco Salado, ha recordado que el ente provincial otorgó la Medalla de Oro de la Provincia al poeta malagueño, Hijo Predilecto de la Provincia de Málaga e Hijo Adoptivo de Rincón de la Victoria, donde residió hasta su fallecimiento el pasado mes de abril. También tuvo una estrecha relación con el Centro Generación del 27, que convoca anualmente el prestigioso Premio Internacional de Poesía Generación del 27, cuyo jurado presidió Alcántara hasta en tres ocasiones.
Manuel Alcántara solo fue una de las firmas del periodismo y de la poesía española contemporánea más relevantes del país; también fue amigo de algunos de los miembros de la Generación del 27, por lo que es de “justicia poética”, según ha expresado Salado, que la imprenta Sur se vuelva a poner en marcha "alumbrando sus versos".

Pepe Andrade, al frente de la Imprenta Sur.Pepe Andrade, al frente de la Imprenta Sur.
Pepe Andrade, al frente de la Imprenta Sur. M. H.
El presidente ha expresado su agradecimiento a todas las personas implicadas en este proyecto que ha permitido que “por fin la imprenta Sur vuelva a funcionar y vuelva a seguir emitiendo letras y cultura malagueña, y que la historia que se paró hace cinco años vuelva a reescribirse”.
“La Diputación de Málaga tiene que estar aquí para que los jóvenes poetas, como Kris, tengan la oportunidad de editar y de publicar sus poemas a través de la Diputación de Málaga en la imprenta Sur”, ha concluido Salado.

La imprenta Sur

El catedrático y poeta Francisco Ruiz Noguera recordaba en la revista El maquinista de la Generación, publicada por el Centro del 27 de la Diputación, que el enorme “prestigio de la imprenta Sur se cimenta en los escasos cuatro años (entre el otoño de 1925 y, aproximadamente, junio de 1929) en que Emilio Prados y Manuel Altolaguirre llevan a cabo una excelente labor no sólo por el estilo que imprimen a los libros allí editados sino también por el acierto en la selección de jóvenes autores que allí publican.
En tan corto tiempo, el tándem Prados-Altolaguirre logró escribir, con las dos máquinas Monopol tipo Minerva que en la imprenta había, una singular página en la historia de la edición española de poesía, con unos medios, además, relativamente modestos”.

IMPRENTA SUR FUE FUNDADA EN 1925 POR LOS POETAS MALAGUEÑOS EMILIO PRADOS Y MANUEL ALTOLAGUIRRE
De hecho, de la imprenta Sur saldrán en este período inicial siete entregas de la revista Litoral, que suman nueve números pues el dedicado a Góngora es triple, y que es reconocida como una de las publicaciones más decisivas para el rumbo poético y artístico de su época.
Además, se imprimen en ella una serie de libros, entre los que destacan los once suplementos de Litoral, que recogen las voces de los poetas más prometedores del momento, como LorcaAlbertiBergamínCernuda, Aleixandre o los malagueños Moreno Villa, Hinojosa, Souvirón y, por supuesto, Prados y Altolaguirre.
A esta época fecunda y espléndida en cuanto a la edición de poesía le sigue un segundo período de brillantez ya en la posguerra, cuando Altolguirre y Prados hace tiempo que se han desligado de la imprenta y ésta ha pasado a llamarse desde 1937 Dardo. Nuevas colecciones y revistas irán alumbrándose por sucesivas generaciones de escritores e impresores, en las que se continuará publicando lo más granado de la poesía del siglo XX.
En el año 2001 se formalizó la compra de la imprenta Dardo (antes Sur) por parte de la Diputación de Málaga, con destino al Centro Cultural Generación del 27 y a partir de junio de 2005, ubicada en una sala del entonces Centro Cultural Provincial de Calle Ollerías (desde 2014, María Victoria Atencia), se vuelve a imprimir en una de las dos Minervas fundamentalmente obras de poetas españoles del último tercio del siglo XX y de la primera década del XXI.
Con tal propósito, se llegan a crear tres colecciones diferentes: El castillo del Inglés, Cazador de nubes y La cama de Minerva. Hasta 2014, con algunas breves interrupciones, la imprenta seguirá funcionando, pero, en esa fecha la legislación española sobre maquinaria antigua en relación a la prevención de riesgos laborales obliga a su cierre hasta que no se adopten las medidas pertinentes para su adaptación y la posterior conformidad por parte de la Oficina de Control Autorizado (OCA) que las someta a una inspección técnica.
Debido a la antigüedad y a la singularidad de la maquinaria, el proceso de adaptación, extremadamente complejo y arduo, ha motivado que los trabajos requeridos se prolongaran en el tiempo hasta que a fines de 2018 la OCA emitió su informe de homologación de la imprenta, que a partir de ahora podrá volver a imprimir libros y cuadernos de poesía con las mismas máquinas con las que Emilio Prados y Manuel Altolaguirre iniciaron su brillantísima aventura editorial.
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Publicado en los Diarios SUR y Málaga Hoy.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos
Málaga 20 de julio de 2019.

jueves, 11 de julio de 2019

José Pinto, el «lobo» que más sabía de la televisión

Natural de la pequeña localidad salmantina de Casillas de Flores, ganadero y orgulloso de sus orígenes, el exconcursante de «¡Boom!» y «Saber y ganar» era uno de las personalidades más queridas de la televisión y fue parte fundamental del éxito de «Los Lobos»

José Pinto, el lobo de ¡Boom! y su verdadera pasión

José Pinto, en «Boom»
José Pinto, en «Boom» - ATRESMEDIA



Actualizado
La televisión española perdió el pasado 28 de febrero al icónico José Pinto, uno de los mejores concursantes de programas que se recuerdan en la pequeña pantalla y parte fundamental de que «Los Lobos» se hayan llevado el bote de «¡Boom!». El ganadero fue encontrado muerto en un sillón de su casa del pequeño pueblo de Casillas de Flores, en Salamanca –que apenas supera los 180 habitantes– en torno a las 11.00 de la mañana. Dos horas antes, había llamado al alcalde de la localidad, su amigo José Eloy Alfonso, para pedirle que fuese a «cuidar a las vacas» porque no se encontraba bien.

¡Boom!





En los últimos años, el salmantino había participado en «50 x 15», «Pasapalabra» –ambos en Telecinco–, «Saber y Ganar» –La 2– y «¡Boom!» –Antena 3–, aunque fue en los dos últimos en los que alcanzó su mayor éxito. En el segundo estuvo durante 98 programas y se convirtió en «magnífico», mientras que en el programa que presenta Juanra Bonet estuvo durante 373 tardes con «Los Lobos». Por ello, él y sus compañeros de equipo accedieron al Libro Guiness de los Récords como los concursantes que más tiempo habían participado de manera consecutiva en un espacio televisivo. Poco después, no obstante, sorprendió al anunciar su marcha del programa por «motivos personales».

Tras conocer la noticia de su fallecimiento, el equipo de «¡Boom!» suspendió las grabaciones previstas para el miércoles (cada día, se ruedan varias entregas del programa). En su lugar, Bonet y «Los Lobos» le dedicaron un sentido homenaje antes de la emisión habitual del espacio. «Nos sentimos unos afortunados por haber disfrutado de su compañía y de su corazón tan grande durante tanto tiempo», enfatizó el presentador, emocionado. A sus palabras se sumó Jordi Hurtado, conductor de «Saber y Ganar». «Nos has hecho una inmensa putada», afirmó en un vídeo difundido por La 2 a través de Twitter.

Orgulloso de sus orígenes


El ganadero no ocultaba su pasión por su trabajo en el campo, que fue en parte el que le llevó a abandonar «¡Boom!» en diciembre. Su figura, además, contribuyó enormemente a poner en valor la realidad de la España rural, a menudo encasillada en estereotipos que poco tienen de reales. En ese sentido, la presencia del salmantino en la pequeña pantalla ha servido para demostrar que la gente de pequeños pueblos puede ser tan inteligente –o más– que cualquier persona. «Estoy muy orgulloso de haber roto alguna lanza a favor de eso. Los urbanitas piensan que la gente de pueblo somos tontos o el típico paleto de las películas de Paco Martínez Soria. ¡Hombre, no! Por fortuna las cosas son diferentes», aseguró en una entrevista con «La opinión de Zamora» en el verano de 2017. A menudo, el ganadero era el primer expulsado de «Los Lobos» por sus rivales, debido a sus amplios conocimientos en temáticas de lo más diversas.

Lector empedernido, curioso y recordado por sus célebres camisetas, casi tan icónicas como él, el salmantino no tenía pudor al reconocer queél aprendía «por placer». Por gusto, como mejor se hacen las cosas. Fue enterrado en su localidad natal, su querida Casillas de Flores. «Las vacas del cielo, porque seguro que hay vacas allá, desde ahora estarán en el paraíso», escribió para despedirle Josevi Catalán, exconcursante de «Saber y ganar». Seguro que desde allí arriba está gozando con el triunfo de sus amigos Erundino, Manu, Valentín y Alberto en «¡Boom!».

TEMAS

'Los Lobos' cuentan su historia: «Ya somos hermanos para siempre»







'Los Lobos' celebran el triunfo./ATRESMEDIA
'Los Lobos' celebran el triunfo. / ATRESMEDIA

Valentín Ferrero se propuso formar un equipo para ganar «el máximo dinero posible». El resultado, 'Los Lobos', que se han llevado 6.689.700 euros en '¡Boom!'

JULIÁN ALÍAMadrid
No buscaba salvar el mundo, aunque sí tenía que ver con desactivar una bomba. Una gorda. Ahora, con la explosión final detenida, tras 505 intentos fallidos y dos años y casi dos meses de esfuerzo, Valentín Ferrero confiesa que «la intención desde el primer día era ganar el máximo dinero posible». Y han sido 6.689.700 euros. Fue la propia mujer del exprofesor universitario de Arte de Alicante quien tuvo la idea. A partir de ahí, empezó a reunir a su propio equipo de 'Vengadores'. Instado por la 'Nick Furia' española, Valentín puso todo el empeño para lograr su cometido, convertido en una especie de Tony Stark, pero sin un traje fantástico ni con semejante poder adquisitivo.
Ese fue el origen del nacimiento de 'Los Lobos', los cuatro tipos que han cautivado a la audiencia de '¡Boom!', el concurso de Antena 3 que firmó el pasado lunes su emisión más vista en los últimos quince años, con 4.272.000 espectadores y un 28% de cuota de pantalla. Un grupo con aspiración de emular la hazaña de los 'Rockcampers', unos amigos de Valladolid y Soria que se llevaron 2.326.500 euros del mismo programa en junio de 2016. Siguiendo sus pasos, 'Los Lobos' grabaron cuatro programas dos días a la semana durante más de dos años. Y el pasado 20 de junio ocurrió. La bomba no estalló. «Yo eso quería vivirlo. Un programa en el que no explotara. Ya incluso por una cuestión estética más que por el bote», recuerda Valentín Ferrero. Porque, una vez metidos en la dinámica televisiva, solo eran capaces de pensar en «acertar preguntas y hacer unos programas bonitos, que quedaran bien».





PELLIZCO DEL FISCO

884.000
euros 'limpios' es lo que se llevarán aproximadamente cada uno de 'Los Lobos' una vez descontados los impuestos estatales y del tramo autonómico. Supone un mordisco de casi el 48% sobre los cerca de 1,7 millones brutos que corresponden a cada uno de los concursantes.

Todavía no ha bajado de la nube. Ni quiere. Sintiéndose «un privilegiado», el doctor en Bellas Artes cuenta que en este tiempo ha manejado más de «mil documentos»; que se encargaba de repasarlos en el tren, mientras viajaba a las grabaciones; que elaboraba «listas sobre inventos ingleses, alemanes, franceses, producciones de países, banderas…». Llegó a ver «preguntas por todas partes», pero eso ya es pasado. El presente se sustancia en la admiración colectiva por su buen hacer -«debe de ser eso que llaman magia», anota-, un cheque con siete cifras y una convicción: los cuatro 'lobos' serán «hermanos para siempre».
Valentín no tiene «ninguna intención de volver a concursar». No se le ocurre «un programa mejor», ni así, a bote pronto, en qué utilizar el dinero ganado, más allá de adquirir un piano y aprender a tocarlo en condiciones. De momento, tampoco tiene pensado ponerse a trabajar de nuevo. Pero, antes de llegar a este punto, repasemos cómo empezó todo...
Con el estímulo de su mujer rondándole en la cabeza, Valentín tuvo clara su primera llamada: «Erundino tenía que estar». Había coincidido con este ingeniero de montes de Guadalajara, apellidado Alonso y residente en Alcalá de Henares, en 'Saber y ganar'. Allí compitieron el uno contra el otro, pero sintonizaron y se hicieron amigos. «Conocí de primera mano lo fantástico que es». También sus rivales en '¡Boom!', así que pronto se convirtió en el objetivo de los equipos rivales del programa, que a la mínima oportunidad intentaban eliminarlo para poner contra las cuerdas a 'Los Lobos'. La respuesta que abrió el bote salió de su boca.
«No quería que la última fuese una pregunta fea. Y la verdad es que fue superbonita», recordaba ayer el ingeniero Alonso, tras tanto tiempo de «'luchar' contra los guionistas». «Llegó un momento que veíamos la vida en términos de preguntas. Pero, al final, la mayoría de las cosas no son preguntables. Y en el resquicio de las impreguntables y las imposibles, están las bonitas», comentaba. Se extendió así: «Qué palabra bonita: Botnia, el golfo del mar Báltico situado entre Suecia y Finlandia». La que le ha hecho entrar por derecho en la historia de la televisión. Bueno, a Erundino y a sus tras compañeros de aventura.






El cerebro de Erundino aparenta casi tan inabarcable como la Wikipedia. Le encanta «saltar de enlace en enlace»; puede empezar «por Jacobo I de Inglaterra» y acabar «en Audrey Hepburn»... Para poder participar durante tanto tiempo, reconoce que ha tenido que «hacer encaje de bolillos». Que solo fue posible porque «había un tren que salía por la mañana a las seis y cinco de Barcelona y paraba en Guadalajara» y porque consiguió encadenar guardias en su trabajo cuando no tenía grabación para acumular días libres.

Mitología nórdica

En aquellos viajes a Barcelona fue cobrando cada vez más fuerza el rito del «punto de Fafner». Consistía en darse «tres golpes en la espalda», algo que solo pudo verse a través de la pantalla en el último programa. Era su signo de «activación, de concentración absoluta», y tiene su origen en la historia de Sigfrido, a quien, cuando se baña en la sangre del dragón Fafner «para conseguir la inmunidad frente a todo tipo de males, se le pega una hoja de tilo en la espalda, y es la única zona de su cuerpo que resulta vulnerable». Algo similar a lo que le ocurrió a Aquiles en su talón, o al propio Erundino con los 'Pokemon', porque hay «barreras infranqueables». Pese a que le encanta su profesión, haber desactivado por fin la última bomba le hace «replantearse muchas cosas». Confiesa que se encuentra en tiempo de reflexión, sin adoptar todavía decisiones firmes respecto al futuro.
Tras Erundino, Valentín veía como segundo candidato propicio para formar piña y probar fortuna a Antonio Ruiz, con quien también coincidió en 'Saber y ganar'. Pero Antonio optó por 'Pasapalabra', y la verdad es que tampoco le fue mal: se acabó llevando el rosco. La entrada de Manuel Zapata se produjo porque una compañera común entre él y Valentín no podía. El administrativo y crítico de cine de Tafalla tuvo «muy buenas sensaciones» tomándose con ellos «una cerveza en una terraza antes del 'casting'» y se subió al carro. «'¡Boom!' me ha enseñado a sonreír», se sincera este hombre que se declara «una de las personas más tímidas del mundo». Ya metido en harina, acabó interiorizando la necesidad de decir «fuera miedos, fuera tonterías». Erigido como portavoz del grupo, Manu fue «incapaz de procesar» la última pregunta, y con otra pregunta formuló su respuesta: «¿Botnia?». Fue lo único que salió de sus labios antes de que el plató se llenase de confeti.
En sentido literal, Zapata no soñaba con ese momento. Prácticamente, solo se veía acertando la cuestión número 15 cuando estaba en la ducha. Una especie de fuente de inspiración para él, y donde muchas veces se le ocurre cómo arrancar la crítica semanal de cine que realiza. Como Valentín, desde el primer día hasta el penúltimo, engordó un archivo de notas en el móvil llamado 'apuntes'. En él añadía toda la actualidad que transcurría entre un programa y el siguiente. Ya puede borrarlo. Ahora, «con tiempo y tranquilidad», quiere elegir algo que le guste, que le llene. El dinero conseguido es «un colchón importante», pero no da para jubilarse. No le importaría acabar siendo guionista, ya que siempre se ha considerado «un tío creativo», pero las únicas ofertas de trabajo que le han llegado en este tiempo han sido «para hacerlo gratis».
Con «gayumbos verdes», que siempre reservaba para el primer día de grabaciones, al igual que los negros para el segundo, al más supersticioso de 'Los Lobos' se le olvidó mostrar la pulsera que guardaba en un bolsillo como amuleto. Algo que tenía pensado desde que arrancó su andadura, en mayo de 2017, pero, cuando el número 15 se puso en verde, «cualquier fantasía desapareció».
Mucho después de aquel día, del que hace ya más de dos años, es cuando aterrizó en el concurso Alberto Sanfrutos. El maestro jubilado de Úbeda (Jaén) había decidido no volver a participar en un formato televisivo tras su paso por 'Saber y ganar', hace ya 21 años. Sin embargo, recibió una «oferta irrechazable». El ganadero de Casillas de Flores (Salamanca) José Pinto había sido también una de las primeras opciones de Valentín. Se había fijado en él por la cantidad de programas que permaneció en 'Saber y ganar'. Y, para dar fe de ello, aguantó 373 entregas con el resto de 'Los Lobos'. Su participación ha sido recordada por todos, en especial por el que montó el equipo. Autodenominado «tímido patológico», Valentín explica cómo José, «un animal televisivo», fue quien le enseñó «los códigos de la tele y le abrió las puertas». Pero abandonó por «motivos personales» y, lamentablemente, falleció unos meses después de un infarto.
El propio Alberto Sanfrutos reconoce que al principio era «muy soso» y que tenía por delante la difícil tarea de suplir a José, «todo energía y vitalidad». Pero, aún así, salió de su «'beatus ille'» (lugar idílico) particular. Asegura que no se preparaba de manera especial para los programas, aunque sí repasaba la actualidad e intentaba salvar las lagunas que podía tener en su cabeza. «Eso es un bagaje que tú tienes, y en el que muchas veces te asombra cuando un dato, ese que no has tocado en cincuenta años, te aparece», como le ocurrió con el cantante Bobby Vinton en una de las últimas bombas. Alberto, que ya estaba jubilado, explica que tiene pensado seguir su vida como hasta ahora; con su mujer, que trabaja «en la consejería de Justicia de Andalucía», y sus hijos, «que están los dos parados». Pero con una ayuda extra con la que va a intentar «encarrilarlos un poquillo», porque «todavía no han arrancado».










LOS PROTAGONISTAS:












Erundino Alonso - El sabelotodo

El ingeniero de montes que puso nombre a 'Los Lobos'


Erundino Alonso, madrileño de nacimiento y alcarreño de adopción, tiene 53 años, es ingeniero de montes, aficionado a la pesca fluvial y gran amante de la naturaleza. De hecho, entre sus labores profesionales está la vigilancia y rastreo de lobos en la sierra norte de Guadalajara (de ahí el nombre del grupo). De él destacan su mente científica, su intuición y su inmensa cultura. Tal vez por eso los equipos rivales trataban de eliminarle siempre en primer lugar. Como el resto de los integrantes de 'Los Lobos', es un adicto a los concursos de preguntas, especialmente de 'Saber y Ganar', donde conoció a sus compañeros. Las camisetas de Erundino, en las que aprovechaba para apoyar alguna causa, han sido de lo más comentadas. Ha tenido verdaderas dificultades para poder compaginar su trabajo con la asistencia a 'Boom' durante más de 500 programas. Le dedicó todas sus jornadas libres e hizo guardias para acumular más días. «Ha sido un poquito estresante», admite. Tanto sacrificio ha merecido finalmente la pena.













Valentín Ferrero - El 'alma mater'

Montó el grupo como salida a su difícil situación personal


Valentín Ferrero nació en Zamora hace 61 años y reside en Alicante, donde estudió Bellas Artes (obtuvo el mejor expediente de su promoción y el entonces ministro de Educación, Ángel Gabilondo, le entregó el premio nacional a la Excelencia Académica Universitaria). En Alicante ejerció como profesor de arte asociado a la universidad y desarrolló su carrera como pintor (llegó incluso a exponer en París) y escultor. Padre de dos hijas, Valentín es el 'alma mater' de 'Los Lobos'; el que, llegado a un punto en su vida, quiso buscar en los concursos de televisión una salida a una difícil situación personal. Hace dos años, la única oferta laboral que tenía sobre la mesa era la de dar clases en la universidad como becario, cobrando 250 euros al mes. Además, pasaba por una enfermedad, un cáncer que lo cambió todo. Empezó a hacer llamadas y a enviar cartas hasta conformar el grupo con el que ha hecho historia en los concursos de TV. Dejó hace meses la universidad para dedicarse 'profesionalmente' a 'Boom'.











Manuel Zapata - El portavoz

El experto en cine al que le gusta ganar


El benjamín de 'Los Lobos' es Manuel Zapata, natural de Tafalla y de 45 años. Licenciado en Empresariales, trabaja como administrativo, pero su pasión es el cine, por delante de otras dos grandes aficiones: la gastronomía, más como comensal, y el fútbol, deporte que practica con la misma competitividad de la que ha hecho gala en 'Boom', donde ejercía como portavoz del grupo en las respuestas del tramo final del concurso. Manu es autor del blog ¡Viva Zapata!, dedicado a comentar el cine de estreno desde su particular punto de vista. En esa bitácora se presenta así: «Además de ser licenciado en Empresariales, mis inquietudes cinéfilas y cinéfagas me llevaron a diplomarme en montaje cinematográfico por la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid...». De cine escribe en el 'Diario de Navarra', entre otras publicaciones. En su biografía no pasa por alto que fue 'Supermagnífico' de 2012 (Campeón de los Magníficos) del concurso 'Saber y Ganar', donde se conocieron todos.











Alberto Sanfrutos - El maestro

El profesor jubilado que llegó por sorpresa


Alberto Sanfrutos, el último miembro de 'Los Lobos' (sustituyó a José Pinto cuando, el pasado mes de diciembre, éste decidió abandonar el concurso por motivos personales), es un maestro jubilado de Úbeda (Jaén) de 61 años. Defensor de la educación, suele decir que, aunque ya no esté en activo, siempre será maestro. Alberto participó en 'Saber y Ganar' hace 21 años y fue el primer 'Magnífico' que logró superar los cincuenta programas. Abandonó el concurso de Jordi Hurtado el 22 de enero de 1998, después de 62 intervenciones, con un premio de 8.027.000 pesetas. Sanfrutos ejerció durante casi 38 años como maestro de primaria en Úbeda -«Patrimonio de la Humanidad, junto a Baeza, desde el año 2003», dice con orgullo-. Tiene dos hijos, uno de 32 y otro de 25, y ya ha anunciado que el dinero de '¡Boom!' será para ellos, «para encarrilar sus vidas». Fue con ellos y su mujer con quienes consultó la propuesta de incorporarse a '¡Boom!'. «Ya la va a liar papá otra vez», le dijeron. Y sí, la ha liado.
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Publicado en Diario Sur.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga ... de julio de 2019