Palmito es del color de su nombre;
limpio como la luz,
bello cual la esperanza.
Se levanta descorriendo el horizonte;
musicalizando el viento.
Su mundo es un gran silo;
una fuente cristalina;
un huerto verde, muy verde;
un cañaveral de flautas.
No le ilusiona volar;
su libertad está en su jaula.
-Canta conmigo, me dice;
el día es para vivirlo;
la vida para cantarla.
-No puedo cantar, canario;
canario, cantar no puedo;
tengo atrofiadas mis alas.
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Victoriano Orts Cobos
(Re)visado el día 19 de septiembre de 2016.
Me imagino al afortunado pajarillo recibiendo sin palabras ese amor que le transmites con tu bello poema...y no tengo más remedio que emocionarme. Por favor sigue...
ResponderEliminarUn beso!