jueves, 5 de diciembre de 2013

COMIENZA LA AVENTURA

COMIENZA LA AVENTURA.
DE MÁLAGA A LA VICTORIA. Capítulo I.

(Viaje virtual de Málaga a La Victoria, (Córdoba) a través de los polos, por los Meridianos 4º O y 176º E).

“Todo pasa y todo queda,/pero lo nuestro es pasar,/ pasar haciendo caminos,/ caminos sobre la mar…/(Antonio Machado.)

Etapa I, Málaga Peñón de Vélez de la Gomera, (España).

“Ligero de equipaje” como dijo el poeta,   por fin,  hoy día 5 de diciembre de 2013, como regalo de mi 75 cumpleaños,  con un año de retraso sobre la fecha prevista ingenuamente en principio; me decido a dar comienzo a mi viaje.
 Situado en la Plaza de la Constitución de Málaga, en las coordenadas geográficas 36º 40´N 4º 28´ O, 
activo mi GPS mental, e invisible a los ojos de los transeúntes,  avanzo hacia la calle Marqués de Larios continuando por la Plaza de la Marina  para sin más dilación adentrarme por  el puerto en la inmensidad del mar, con dirección al Peñón de Vélez de la Gomera: coordenadas geográficas, 35º 10´ N 4º 18´ O. 
   Sesenta y un  años han pasado desde que por primera vez mis ojos, asombrados, contemplaron el Mar Mediterráneo. Yo que la cantidad de agua más grande que había visto hasta entonces había sido la que corría por los dos o tres arroyos de invierno que discurren por las afueras de La Victoria, tenía ante mí, aunque lo ignoraba, una piscina gigantesca, de cerca de 4.000 km. de largo y una envergadura de 2.500.000 km2 de extensión. Un mar que baña por el sur todo el norte de África, desde Ceuta hasta Egipto; por el este la península de Anatolia al suroeste de Asia; y, por el norte las  tres penínsulas del sur de Europa: Ibérica, Itálica y Balcánica.
   Dentro ya de esta inmensa “alberca”, asustado; no podía ser de otra manera, me cruzo con embarcaciones de todo tipo. Barcos de guerra con temibles cañones que me parece que están apuntándome, me intimidan de tal manera que mis ojos no se fijan en otra cosa y paso totalmente de comprobar la bandera del  país que enarbolan. Al fin y al cabo, me digo, - “los barcos de guerra, sean de la nacionalidad que sean, son barcos de guerra.”- También me cruzo con grandes transatlánticos, que si amarrados a puerto parecen ciudades flotantes, en alta mar se empequeñecen enormemente. No faltan tampoco lujosos yates de recreo cuyos patrones los lucen para envidiar a los demás; aunque en su interior sean conscientes de su banalidad y reconozcan amargamente que no podrán sobornar a la muerte. He tenido la fortuna de no toparme con la desgracia de esas pateras cargadas de miseria, dolor y muerte, abarrotadas de seres desesperados que huyen de su tierra en busca de un El Dorado europeo que raras veces se hace realidad.
   Estoy arribando  a la meta de mi primera etapa: El Peñón de Vélez de la Gomera. A lo lejos me parece un barco embarrancado en la arena de una diminuta playa de África. En este recorrido he avanzado hacia el sur, un grado y treinta minutos, lo que equivale a algo más de 166 km. No es demasiado, pero, para ser el principio, considero que no está nada mal.

PEÑÓN DE VÉLEZ DE LA GOMERA.

Anterior a 1930
blogdebanderas.com

                 
   El Peñón de Vélez de la Gomera es un territorio español, que originariamente era una isla hasta que en 1930, un terremoto la unió a tierra por un estrecho istmo de arena. Tiene una extensión de 1.900. m2 aproximadamente y una altitud máxima de 87 m. sobre el nivel del mar. Actualmente, y de forma permanente, está habitado por efectivos de unidades del Ejército de Tierra. Está situado a 126 km al oeste de Melilla y a 117 km al sudeste de Ceuta, en la costa norte de África.

Después de 1930
Fotografía:es.wikipedia.org




  Esta roca carece de arbolado y de agua potable, por lo que es necesario abastecerlo de agua por mar. Para ello tienen que trasladar el líquido elemento en barco desde Málaga, lo que  hace necesario que en la roca dispongan de grandes aljibes para su abastecimiento. Su situación estratégica fue de suma importancia en los siglos pasados. En la actualidad la permanencia militar es más simbólica que necesaria.
 El peñón fue conquistado por primera vez por España en 1508 por una escuadra comandada por Pedro Navarro tras aniquilar al grupo de piratas que se refugiaron en él tras una persecución por mar. Pedro Navarro, necesitado de agua ocupó también los enclaves terrestres cercanos al islote, cuyos habitantes en total ascendían a unos 7.000. 
 Descansando en esta atalaya rocosa, a una altura que se aproxima a los 90 metros sobre el nivel del mar contemplo el panorama envuelto por la tranquilidad y el silencio y miro al sur, hacia ese continente que jamás he pisado y que   solo conozco por libros, reportajes y películas. Esa África exuberante, venturosa  y aventurera que nos presentan en las películas y esa otra: mísera, violenta y desgraciada que nos dan los informativos diariamente.
 Me ha tocado cruzar África por una de sus partes más míseras y problemáticas, aunque todas lo sean. Por su parte noroccidental he de atravesar por un desierto abrasador,    Marruecos, Argelia, Malí, Burkina Faso y Costa de Marfil, para adentrarme en el Océano Atlántico y seguir rumbo al inhóspito  Polo Sur a través del Continente de la Antártida que, confieso humildemente que hasta hace solo unos meses, yo creía que se trataba de un mar congelado.
Victoriano Orts Cobos.
(Re)visado el día 25 de octubre de 2016.
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El islote de Hades (o Vélez, en lengua española) es una roca de 260 metros de largo, con una anchura entre 15 y 100 metros, teniendo 90 metros en su punto más alto.
La peligrosa navegación por el Mediterráneo inquietaba a los Reyes Católicos; para solucionar el problema Juan Alonso Pérez de Guzmán y de Ribera, III duque de Medina Sidonia, ocupa Melillael año 1497. Afianza su posición con las conquistas de Cazaza en 1505 y Cuatro Torres de Alcalá en 1508, donde levanta sendas fortalezas.

Los primeros estudios descriptivos sobre el mismo se realizaron a mediados del siglo XIX, constatándose como la población musulmana de tierra firme convivía pacíficamente con la guarnición española. La soberanía española comprendía además del islote el territorio continental, que comprendía la villa de Bades y los montes y fortalezas —ya en ruinas— que dominaban la Plaza.

Wikipedia.



2 comentarios:

Clematide dijo...

La geografía era una asignatura pasable en mis días de colegiala...pero estoy convencida que de haber tenido un profesor con tu narrativa y tu pasión, habría sido mi asignatura estrella.
Sigo disfrutando, Victoriano.

Victoriano Orts dijo...

Loli, yo tuve un solo profesor en mi niñez en La Victoria: D. José Cabello Cañete. Era un gran hombre, aunque como yo, bajito de estatura. Nunca lo olvidaré. Es de las pocas personas que he admirado en mi vida.

Gracias por tu apoyo.

Victoriano