sábado, 27 de abril de 2013


AMAPOLAS  
                                                                     
Monólogos con Cleopatra

¡ No la loes ya más..., que el rubor la deshoja!
V.O.C.


Cleopatra, ¡Qué bellos lucían los trigales en el pasado, el verde de las espigas con el rojo de las amapolas!
Era un gozo para los sentidos su contemplación. Hoy, las amapolas indomables, prácticamente han desaparecido de los campos. ¡Qué pena, el tributo que hay que pagar a la tecnología y a la ciencia!
Solo en los vallados y los paredones (*) es posible disfrutar en primavera de esta delicada flor, que los jardines y los viveros no nos ofrecerán nunca.
Cuando paseo,  (sin ti) por las afueras, que llamamos zonas periurbanas, tengo “mis parcelas” silvestres que me brindan la delicada belleza de esta planta, y no puedo resistirme a llevarme su encanto a casa.
Cojo por sus tallos varias docenas de capullos con sus cascabillos (*) a punto de desprenderse para dar libertad a la flor.
Llego con ellos a casa. Están aparentemente moribundos. Sin fuerzas para erguirse como estaban en la planta. Los incorporo a un jarrón de boca estrecha lleno de agua, ese líquido que es todo vida. Caen débiles y tristes sobre el cristal buscando el suelo. En solo unas horas, esos tallos se transforman en verdes alambres que suben trabajosamente, pero firmes al fin, hacia el cielo ofreciéndome durante unos días; dos o tres como máximo, la belleza de esa flor, única, frágil y delicada como una mariposa de cuatro alas.

Victoriano Orts Cobos.

1º.* Paredones: lindes silvestres entre parcelas de distinta altura y distintos propietarios.
2º.* Cascabillos: fundas de la flor.
  

lunes, 8 de abril de 2013


ELEGÍAS
XXIII
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Canta un ruiseñor
***************
Ruiseñor de la noche, ¿ Qué lucero hecho trino,
Qué rosa hecha armonía en tu garganta canta?
Pájaro de la luna, ¿De qué prado divino
Es la fuente de oro que surte tu garganta?

¿Es el raso del cielo lo que envuelve la urna
De tus joyas azules, temblorosas y bellas?
¿Llora en tu pecho un dios? ¿O a qué antigua y nocturna
Primavera has robado tus aguas con estrellas?