miércoles, 26 de diciembre de 2018

El amanecer de la Tierra




Nuestro planeta saliendo por el horizonte lunar. A la izquierda, insignia del 'Apolo 8' :: NASA/
Nuestro planeta saliendo por el horizonte lunar. A la izquierda, insignia del 'Apolo 8' :: NASA 

La tripulación del 'Apolo 8' pasó hace 50 años la Nochebuena en órbita lunar y sacó una de las fotos más impactantes de la Historia

LUIS ALFONSO GÁMEZ
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-Anders: ¡Dios mío! ¡Mira esa imagen de ahí! Está saliendo la Tierra. Guau, es precioso.
-Borman: Oye, no saques eso (la foto), no está programado. (Bromeando.)

- Anders: (Risas.) ¿Tienes película a color, Jim? Dame ese rollo de color, rápido, ¿podrías...?

-Lovell: ¡Oh, hombre, es genial!
Eran las cinco menos veinte de la tarde del 24 de diciembre de 1968 cuando tres seres humanos vieron lo nunca visto: la Tierra emergiendo del horizonte lunar. Les pilló por sorpresa. Bill Anders, piloto del módulo lunar del 'Apolo 8', sacó una primera foto en blanco y negro. Segundos después, Jim Lovell, piloto del módulo de mando, le pasó un carrete a color, Anders cargó con él su Hasselblad 500 EL y capturó el momento mágico.
Cincuenta años después, 'Earthrise' (el amanecer de la Tierra) sigue siendo una de las imágenes más impactantes de la Historia, con el planeta azul flotando en la negrura sobre el gris lunar. «Es la foto medioambiental más influyente jamás tomada», dijo en 1968 el fotógrafo de naturaleza Galen Rowell. Para el historiador Robert Poole, supuso el nacimiento del movimiento ecologista: «'Earthrise' marcó el punto de inflexión, el momento en que la sensación de la era espacial cambió de lo que significaba para el espacio a lo que significa para la Tierra». «La gente se dio cuenta de que vivíamos en este frágil planeta y necesitábamos cuidarlo», recuerda Anders.
Considerada por la revista 'Life' una de las cien fotos que cambiaron el mundo, fue solo uno de los hitos del 'Apolo 8'. La misión, comandada por Frank Borman, fue la segunda tripulada del programa Apolo y un paso clave hacia la conquista de la Luna por Neil Armstrong y Buzz Aldrin siete meses después. Borman, Lovell y Anders fueron los primeros humanos en abandonar la órbita terrestre y ver la cara oculta de la Luna. Completaron diez órbitas alrededor de nuestro satélite, al que se aproximaron hasta los 111 kilómetros. «Se ve como yeso o más o menos como arena gris de playa», dijo Lovell de la superficie lunar.
Habían despegado de Cabo Kennedy el 21 de diciembre y amerizaron en el Pacífico el 27. Durante esos días conectaron seis veces por televisión con la Tierra y en Nochebuena, tras leer los primeros versículos del Génesis, mandaron una felicitación en la emisión en directo con más espectadores hasta la fecha: «Buenas noches, buena suerte, feliz Navidad y que Dios los bendiga a todos ustedes, a todos ustedes en la buena Tierra».
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 26 de diciembre de 2018.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Miguel Hernández: el duelo que no cesa




Miguel Hernández: el duelo que no cesa

Su compromiso político le pasó una factura mortal, pero el autor de una de las elegías más desgarradoras de la literatura española se rebeló hasta el último aliento contra la pobreza de pan y cebolla de su familia y el desprecio de quienes lo consideraban un poeta menor por carecer de estudios y venir del campo




Alberto Gómez

ALBERTO GÓMEZ
Sabía que le costaría la vida, pero Miguel Hernández rechazó afiliarse a Falange cuando tres amigos acudieron hasta la cárcel para sugerirle que sería oportuno mostrar arrepentimiento, tener algún gesto que facilitase la carta de libertad que la maquinaria franquista estaba dispuesta a otorgar si el poeta cambiaba de bando. Los echó del locutorio antes de terminar de escuchar la propuesta, ofendido en lo más íntimo: su sentido de la justicia. Por entonces ya conocía las penurias que atravesaba su familia y tal vez vaticinaba su propio final en prisión, pero Miguel, nacido en el municipio alicantino de Orihuela en 1910, hombre de campo, mantuvo hasta la muerte un compromiso inquebrantable con su forma de entender el mundo.
Le dolieron como cristales clavados en los ojos las palabras de su mujer Josefina, que acababa de dar a luz a su segundo hijo tras la muerte prematura del primero; en una emotiva carta escrita en 1939, le confesó que se alimentaba a base de pan y cebolla, poco más. El poeta, capturado cuando trataba de huir a Portugal, respondió desesperado desde la impotencia de su celda: «Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor a cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. La otra noche soñé a Manolillo ya con cinco o seis años. Cuídalo mucho, Josefina. Cuando te sea posible come mucha fruta y mucho vegetal, principalmente patatas. Es lo que más conviene a tu salud y a la de nuestro sinvergüencilla».
Aquel episodio, además de simbolizar como pocos la pobreza de la posguerra, inspiró 'Nanas de la cebolla', uno de los poemas más populares de Hernández: «En la cuna del hambre / mi niño estaba. / Con cebolla de sangre / se amamantaba». La pena inicial estalla en una luminosa invitación a la risa («Alondra de mi casa, / ríete mucho») como forma de resistencia: «Tu risa me hace libre, / me pone alas. / Soledades me quita, / cárcel me arranca». No era la primera vez que Hernández utilizaba la poesía como bálsamo. En la Nochebuena de 1935, tras conocer la muerte de su íntimo amigo Ramón Sijé, junto a quien había crecido, escribió una de las elegías más sentidas y desgarradoras de la literatura española: «Un empujón brutal te ha derribado. / No hay extensión más grande que mi herida». Y continúa: «No perdono a la muerte enamorada, / no perdono a la vida desatenta, / no perdono a la tierra ni a la nada».
Por necesidad familiar, Hernández fue obligado a abandonar los estudios cuando tenía quince años para dedicarse al pastoreo. El sacerdote Luis Almarcha le introdujo en la lectura de los clásicos, formación que el adolescente inquieto completó con sus visitas a la biblioteca pública. El joven Miguel escribía a escondidas, en pleno monte, consciente de que su padre desaprobaba aquel oficio «sin producto». Con veinte años viajó a Madrid, aunque no obtuvo el éxito esperado, una aventura frustrada que forzó su regreso a Orihuela.

Dedicatoria sin nombre

Almarcha ejerció entonces como mecenas financiando la publicación de su primer libro, 'Perito en luna'. Volvió a probar suerte en la capital. Lorca y Cernuda, a quienes admiraba, le dieron la espalda, pero forjó amistad con Aleixandre, Neruda, Alberti y Zambrano, entre otros, además de iniciar un romance con la pintora Maruja Mallo, considerada por algunos la verdadera musa, y no Josefina, como se ha pensado, de 'El rayo que no cesa', encabezado por una dedicatoria sin nombre: «A ti sola, en cumplimiento de una promesa que habrás olvidado como si fuera tuya».
Afiliado al Partido Comunista, su compromiso con el bando republicano y su lucha contra el fascismo le pasaron una factura mortal en forma de pena capital luego conmutada por treinta años de prisión. Almarcha, el religioso que le tendió la mano en sus inicios, asestó tras el final de la guerra una traición que el poeta, enfermo de tifus y tuberculosis por un inhumano carrusel de traslados carcelarios, no esperaba; había apelado a su pasado en común para que el clérigo, con enorme influencia en el régimen franquista, ordenase su ingreso en el hospital de Valencia. Almarcha desoyó la súplica durante meses, hasta que Miguel, casi moribundo, accedió a firmar su unión eclesiástica con Josefina, con quien se había casado cinco años antes por lo civil, matrimonio declarado nulo por la dictadura. Sólo entonces Almarcha movió sus hilos. Pero ya era tarde.
Lo advirtió Aleixandre, que se encargó de que Josefina recibiera con frecuencia giros postales, casi siempre de 125 pesetas: «Yo adivino en ti al escritor que escribe saturado de futuro. Tuyo es el porvenir». Pero sólo tras su muerte Hernández fue reconocido como uno de los poetas más hondos y honestos del siglo XX, nexo entre el 27 y las generaciones posteriores. Falleció en prisión en la madrugada del 28 de marzo de 1942. Sólo tenía 31 años. Cuentan que nadie pudo cerrarle los ojos.

MIGUEL HERNÁNDEZ

Elegía a Ramón Sijé

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto
como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería)
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 17 de diciembre de 2018.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Canal Sur y la mesa camilla

Por favor, ahora tampoco nos machaquen con doce horas al día de toros y procesiones



Txema Martín

TXEMA MARTÍN
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La pérdida de influencia y de interés que despierta Canal Sur entre la población menor de 65 años y en los habitantes de las grandes ciudades es más que evidente y se ha hecho mucho más grande con los años, pero eso no significa que haya que desmantelar el servicio público y a los trabajadores que integran su plantilla. El problema de RTVA no está en una existencia más que justificada y protegida por las leyes y por nuestro Estatuto de Autonomía. No se trata aquí de justificar su existencia. Su mayor obstáculo es su histórica gestión, el supuesto mamoneo de muchos de sus acuerdos con determinadas productoras ligadas al mismo lado y una programación que en general se ha convertido en el circuito cerrado de televisión del Hogar del Jubilado.
Para quien esto suscribe resulta difícil hilvanar una efectivísima defensa de la televisión pública andaluza porque pasaría por avivar un panorama que resulta desolador. Llevamos años soportando una sobredosis inmunda de programas relacionados con la copla y con el flamenquito de tercer nivel. Visitas diarias a las confiterías de todos los pueblos. Los programas de Juan y Medio, aunque a mí el tipo me pueda caer bien y de hecho me hace gracia, alcanza casi a diario nuevas cotas de estupor por una desesperada falta de límites. Los espacios con niños en los que se celebra una exaltación de la incultura escondida bajo el manto de un falso 'saber popular' producen en general vergüenza ajena y dudas morales sobre la explotación infantil en los medios. La mayoría de las veces (no todas) en las que el botón del mando a distancia cae, casi siempre por error, en algún punto programático de la cadena andaluza uno siente verdadero asombro de la televisión pública que tenemos. Carne de 'zapping' de otras cadenas nacionales, la mayoría de las veces concluye que, con el escudo del 'servicio público a los mayores', terminan alimentando los tópicos que llevamos tantos arrastrando dentro y fuera Andalucía. Esta es una sensación generalizada para la mayoría de los andaluces.
Hasta los más aguerridos votantes socialistas piensan que no va a venir mal airear las habitaciones de San Telmo y de los despachos de Sevilla, donde hay quien lleva más décadas apoltronado en los mismos cargos y acumulando una cantidad escandalosa de poder. Eso incluye al ente de RTVA, donde tampoco estaría bonito que se practicara la escabechina. Partamos de la base de que no se la van a cargar, no puede bastar con una mera sustitución de nombres. Por favor, ahora tampoco nos machaquen con doce horas al día de toros y procesiones. Tampoco toquen a uno solo de los grandes profesionales que integran su plantilla solo porque lo pida una minoría. Hablamos de airear San Telmo, que lo mismo nos viene bien, pero no de desmantelarlo. No puede ser todo como 'Tesis', pero vamos a bajar la tele de la mesa camilla.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 14 de diciembre de 2018.

domingo, 9 de diciembre de 2018

«Sin la palabra somos animales estúpidos»



La escritora alicantina Francisca Aguirre. /  ROBERTO RUIZ
La escritora alicantina Francisca Aguirre. / ROBERTO RUIZ

«Franco mató a mi padre y me indigna todo lo que tenga que ver con él», dice la hija del pintor Lorenzo Aguirre y viuda del poeta Félix Grande Paca Aguirre gana el Premio Nacional de las Letras por su «machadiana» poesía «entre la desolación y la clarividencia»

MIGUEL LORENCI MADRID.
Francisca Aguirre Benito (Alicante, 1930), Paca para todos, ganó ayer el Premio Nacional de las Letras Españolas, concedido por el Ministerio de Cultura y dotado con 40.000 euros. Es el segundo gran premio institucional que recibe esta poeta de alma limpia y verso claro, a quien llena de orgullo que el jurado destaque el tono «machadiano» de su poesía. Viuda del poeta y flamencólogo Félix Grande, hija del pintor Lorenzo Aguirre «a quien mató Franco», a esta bondadosa y vitalista poeta le indigna «todo lo que tenga que ver con el dictador». Y desde luego que sus restos permanezcan en el Valle de los Caídos.
El jurado celebró su poesía como «la más machadiana de la generación del medio siglo». La sitúa «entre la desolación y la clarividencia» y «entre la lucidez y el dolor». Seduce «susurrando, más que diciendo palabras situadas entre la conciencia y la memoria», destacó el acta.
«Agradezco de corazón que sitúen mi poesía cercana a la de Machado», se ufana Aguirre. «Es mi eje, mi príncipe azul, mi norte. Un pensador muy real, dueño al tiempo de una imaginación deslumbrante», destaca. «Para mí, como para Félix Grande, Machado condensa esa extraña mezcla de cultura, cabeza y pensamiento bien entendido», plantea destacando sobre todo «que se ocupara de los demás». «La conciencia que nos deja de que el otro es importante, de que no se puede vivir sin pensar que los demás sufren, se alegran y mueren como todos, es lo que más alegría me da», resume risueña al otro lado del teléfono.
Ganadora del Nacional de Poesía en 2011 con 'Historia de una anatomía', el Nacional de las Letras es el galardón más relevante de su desigual carrera y confiesa tener «una sensación curiosa ante el premio». «Que se lo den a una mujer es una alegría para todas; algo muy bueno, y con ellas lo comparto» asegura. «Han necesitado tanto tiempo para darse cuenta de que la mujeres, además de leer y escribir, cometíamos esa cosa rara que es pensar, que de pronto comienza a ser algo natural que nos den premios así», ironiza. «Ayudan a pensar a las mujeres que lo imposible es posible y eso ha sido la primera alegría», dice.
Es hija del pintor Lorenzo Aguirre, «un hombre muy culto, un pintor extraordinario y un intelectual de enorme valía a quien mató Franco», se duele. Explica cómo su progenitor compartió celda con Miguel Hernández y fue fusilado por los franquistas en 1942. «Me indigna todo lo que tenga que ver con el dictador» repite Paca Aguirre, que dedicó a su padre los poemarios 'Trescientos escalones' e 'Historia de una anatomía'.
«La poesía me ha dado todo lo que he podido arrancarle», agradece esta «fanática de la lectura». Machado es su dios, pero en su altar están César Vallejo, Garcilaso, Hölderlin, Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé, Rilke, Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca, «a quienes he leído hasta caerme».
«La poesía, tan eterna como el teatro, tiene la misma mala salud de hierro que garantiza su vida inagotable», señala. «El poema es un regalo que no sabes por qué te hace la vida. No quiero ser presumida ni pedante, pero he tenido la suerte de adorar la música y la palabra desde niña». «Mi familia no tenía un duro pero disfrutaba de la música. Y luego llegó el regalo de la palabra, que es el contacto con los otros y la materia del poema», señala. «Sin la palabra seríamos unos animales estúpidos, mucho más de lo que lo somos ahora», asegura recordado «como en casa leíamos en voz alta a Vallejo, Cernuda o Neruda».
«Me gusta que a la gente le guste lo que escribo», se ufana. Se acordó «mucho» de su difunto marido, el poeta Félix Grande, «pero le dedico el premio a mi hija Guadalupe que está muy viva y coleando». «Su padre me dio una doble alegría: me permitió aprender de su grandeza como poeta y me regaló esta hija maravillosa», se felicita antes de tomar con ella, también poeta, «un vinito para celebrar el premio»
Atleta de fondo en la poesía, debutó en 1971 con 'Ítaca', premio Leopoldo Panero. Entonces ya era una adulta que se movía con ritmo de perezoso en el mundo de la creación. Tardó siete años en darle el visto bueno a aquel poemario. «Mareé la perdiz hasta que creí que estaba suficientemente adobada», dice. Desde entonces mantuvo su lento caminar en pos de una voz poética propia marcada por su machadiana sencillez, la naturalidad y la ironía. En 1976 recibió el premio ciudad de Irún por 'Los trescientos escalones' al que siguieron 'La otra música', 'Ensayo general', 'Pavana del desasosiego', 'Poesía completa 1966-2000', 'Memoria arrodillada', 'La herida absurda' y 'Nanas para dormir desperdicios'. También narradora, reunió sus recuerdos en 'Espejito, espejito' y sus relatos 'Que planche Rosa Luxemburgo'.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 9 de diciembre de 2018.

domingo, 2 de diciembre de 2018

La nueva vida de Buu en Fuengirola



Echo llegó hace unos meses a Bioparc y se ha adaptado perfectamente a su nuevo hábitat. :: sur/
Echo llegó hace unos meses a Bioparc y se ha adaptado perfectamente a su nuevo hábitat. :: sur 

El parque de Chessington y Bioparc ponen en marcha el traslado de una hembra de gorila que vivirá junto al macho Echo

IVÁN GELIBTER
Aunque corren tiempos de 'speed dating' y Tinder, aún se puede encontrar el amor a través de una casamentera y un matrimonio concertado. Eso es, al menos, lo que le ha pasado a uno de los habitantes más ilustres de Bioparc; el gorila Echo, que más de un año después de llegar a Fuengirola parece que conocerá a la que será su pareja en pocos días.
Es exactamente lo que desde el parque han calificado como el comienzo de una nueva vida; una travesía de 2.300 kilómetros para llegar a su próximo hogar: el viaje de Buu. Esta hembra de gorila de llanura, de 20 años, procede del zoo de Chessington (Londres) y llegará a Bioparc la próxima semana para ejercer un papel fundamental, ser el segundo miembro del grupo reproductor de la especie en el parque. Buu, que ya fue madre en Londres, creará una familia junto al gorila macho que ya habita en el parque.
Tal como ya relatara SUR hace unos meses, después del fallecimiento de Ernst, el mítico gorila de espalda plateada que habitó en Bioparc durante más de 14 años, el parque ha transformado este año las instalaciones de la especie, las medidas de seguridad, y los protocolos del equipo técnico y veterinario para convertirse en el quinto parque de animales reproductor de gorilas en España. Un programa que consideran de «suma importancia» ya que la especie está entre los 10 primates más amenazados del mundo.
Con la memoria de Ernst aún presente, Bioparc inició este nuevo camino dentro del programa europeo de conservación de la especie tras completar todas estas mejoras. El coordinador de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) de la especie determinó que este parque era el parque idóneo para acoger a un macho y dos hembras fértiles, gorilas que compartirán hábitat junto a Kim, una hembra de avanzada edad que habita en la actualidad en sus instalaciones.
De esta manera, en mayo de 2017 llegaba Echo, un joven macho procedente del zoo de Kolmarden (Suecia) que, tras un año y medio junto a Kim, está adaptado a la perfección a su nuevo hogar, a su compañera y sus cuidadores. El traslado de este joven macho y la coordinación entre el parque sueco y malagueño fue un «total éxito», según fuentes del parque y, esta misma semana, Bioparc está desarrollando un nuevo proceso de traslado con Buu, el siguiente paso para el grupo reproductor de gorilas de llanura del parque, hasta que el próximo año concluya con la llegada de otra hembra.
Tras semanas de coordinación entre el parque de Chessington y Bioparc Fuengirola, Javier Vicent, cuidador del parque malagueño, inició su viaje a Londres. Una experiencia que define como «única en su vida profesional» y una vivencia inigualable como amante de los animales.

Una nueva vida

Este profesional será el encargado de conocer a Buu en el parque de Chessington y de acompañar al gorila al parque malagueño. Su labor en Londres es aprender todo sobre Buu: su carácter, su dieta diaria, su comida favorita, su comportamiento habitual, sus costumbres, el trato con sus cuidadores. Durante siete días formará así parte de la nueva vida de Buu.
Tal como explican desde el parque, estos animales son mucho más sociables que otro tipo de primates como los chimpancés, pero este proceso es fundamental tanto para Buu como para el cuidador de Bioparc Fuengirola. Él compartirá y observará el día a día del gorila en Chessington, para una vez en Málaga, pueda trasladarle toda esta información al equipo técnico y veterinario del parque, una tarea que acoge con «gran ilusión» y como una oportunidad única en su carrera.
De esta manera matiza que es imprescindible crear este vínculo entre ambos. Cada animal tiene una personalidad diferente y llegar a conocerla y comprenderla formará parte de su labor. Lo siguiente, sin duda, será esperar que Fuengirola sea el escenario de una larga fértil vida para los gorilas.
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Publicado en Diario Sur.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 2 de diciembre de 2018.
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La gorila Buu llega a Bioparc desde Reino Unido para formar un grupo reproductor pionero en Andalucía

El gorila Buu.
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El gorila Buu. 

Con su adaptación, el centro asegura que pronto iniciará la última fase para trasladar a una segunda hembra

IVÁN GELIBTER
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Bioparc vivió ayer un acontecimiento «histórico» para Fuengirola, Málaga y Andalucía. El centro presentó a Buu, una gorila de llanura procedente del zoo de Chessington (Reino Unido) que llega para formar el único grupo reproductor de gorilas que se haya formado nunca en Andalucía al unirse a los dos gorilas que ya viven en el parque, y que Bioparc Fuengirola lleva años formando. Según explicaron, a Buu le han bastado 20 días para convertirse en la compañera inseparable de Kim, el gorila de 51 años que habita en el parque desde 2004 y que convivía con Ernst, el añorado gorila de espalda plateada que el parque albergó hasta su fallecimiento a finales de 2017.
Con la adaptación completa de Buu se finaliza la tercera fase para la formación del grupo reproductor de gorilas convirtiendo a Bioparc en el único parque en Andalucía al cargo de este programa europeo y uno de los exclusivos cinco parques que en España lo llevan a cabo. El proceso de formación del grupo culminará este mismo año cuando, en primavera, realicen el traslado de Wefa, una segunda hembra de 8 años de edad. Wefa será la hembra más joven del grupo junto a Echo, el segundo macho del parque que apenas tiene 10 años.
Desde Bioparc explican su centro es un parque de la empresa española Rain Forest, y que ha marcado una línea en el sector de los zoológicos desde sus inicios, y que hoy está considerado «uno de los mejores parques de animales del mundo». «Hemos desarrollado la construcción bajo el concepto totalmente innovador de la zooinmersión; el parque recrea entornos y áreas con gran realismo que favorecen el bienestar de los animales y proporciona a los visitantes una experiencia única al sentirse sumergidos en el interior de la selva donde observan a los animales», explican.
En paralelo, gracias a su compromiso por el conocimiento, divulgación y participación en la conservación de especies amenazadas, Bioparc Fuengirola se convirtió en 2016 en la sede del Foro de Conservación de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios, acogiendo a profesionales de más de 300 instituciones y 40 países. El hecho de que en 2018 se haya convertido en el único parque en Andalucía en el que poder observar a un grupo reproductor de gorilas refuerza a Bioparc, a Fuengirola, a Málaga y a Andalucía como un «punto clave para el conocimiento y la educación en conservación de la naturaleza».
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Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 19 de enero de 2019.

martes, 27 de noviembre de 2018

TRES REPORTAJES SOBRE LA TRAVIATA

'La Traviata' que todos esperan

Ainhoa Arteta abre la temporada lírica en el Cervantes con un montaje fiel a Verdi. El elenco se entrega en el ensayo general abierto al público que anticipa dos noches de lleno absoluto.


Ainhoa Arteta, en el centro, en el inicio de la ópera de Verdi que abre la temporada lírica del Cervantes. /MIGUE FERNÁNDEZ
Ainhoa Arteta, en el centro, en el inicio de la ópera de Verdi que abre la temporada lírica del Cervantes. / MIGUE FERNÁNDEZ

REGINA SOTORRÍO
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Es lo que se espera de una 'Traviata' y eso, en ópera y en Málaga, es todo un logro. El público no encontrará nada fuera de lugar en la propuesta que inaugura la XXX Temporada Lírica del Cervantes, con una interpretación musical y una ambientación fiel al espíritu de Verdi. Antes del estreno de mañana y el domingo, con las entradas agotadas en horas, unos pocos pudieron disfrutar de un ensayo general que, por momentos, bien podría ser la representación real. No faltó ni el impresionante telón de Ferrándiz desplegado para recibir a los asistentes. Una entregada Ainhoa Arteta se llevó los primeros aplausos del Cervantes en la que, asegura, será su despedida del rol de Violetta.
Ni diez minutos duraron en taquilla las más de 300 invitaciones que se repartieron entre los aficionados. No estaba todo el aforo completo, buena parte del patio de butacas se dejó libre para que el director de escena, Francisco López, y el equipo técnico pudieran hacer su trabajo. Una voz en 'off' recordaba que en el ensayo general los solistas no estaban obligados a cantar a voz. Tenían que reservarse pero, aunque contenido en ocasiones, el elenco lo dio todo para que la prueba fuera una buena muestra de lo que allí se vivirá en unas horas. Incluido el Coro de Ópera de Málaga, muy en su papel, llenando la escena en cada intervención.Celebrado fue el famoso brindis con el que abre boca el tenor Antonio Gandía en su papel del enamorado Alfredo, 'Libiamo ne' lieti calici', a quien la propia Arteta compara con el mismo Alfredo Kraus. Con fragmentos a pleno pulmón encaró la soprano el canto a la vida de 'Sempre libera'. Muchos aplausos y 'bravos' para ella que se repitieron tras cada aria y, especialmente, en el dueto que mantiene con el barítono Juan Jesús Rodríguez –como Giorgio Germont– en una escena de veinte minutos que logra mantener la tensión.
Acertada la puesta en escena en coproducción con el Teatro Villamarta de Jerez (el Cervantes asume la producción musical), que reproduce con detalles el lujoso salón de la residencia parisina de la cortesana Violetta, la casa de campos de la pareja, la casa de Flora... Grandes lámparas cuelgan del techo, hay dobles planos, espectaculares columnas... Bien resuelta y efectista. La 'Traviata' se presta a la teatralidad y este montaje lo acentúa, con expresivos solistas que interpretan en todos los sentidos. Como expresivo era también el director José María Moreno en el foso frente a la Filarmónica de Málaga, sumándose también a los aplausos del público. En definitiva, una 'Traviata' a la altura de un treinta aniversario que anticipa buenos tiempos para la lírica.
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Un brindis por el inicio de la temporada lírica con 'La traviata'



La soprano Ainhoa Arteta y el tenor Antonio Gandía, en el centro, en el famoso brindis./Ñito Salas
La soprano Ainhoa Arteta y el tenor Antonio Gandía, en el centro, en el famoso brindis. / ÑITO SALAS

El Cervantes se llena para inaugurar el curso con una representación en la que Arteta se despide del rol de Violetta



Regina Sotorrío

REGINA SOTORRÍO
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Con el famoso dúo 'Libiamo ne'lieti calici', el brindis más popular de la ópera, comenzó anoche la XXX Temporada Lírica del Teatro Cervantes. La soprano Ainhoa Arteta y el tenor AntonioGandía cruzaron sus copas en una de las primeras escenas de 'La traviata', un número magistral con el acompañamiento del Coro de Ópera de Málaga que anticipaba una producción a la altura de un treinta aniversario. Dos horas duraron a la venta las entradas para las dos funciones de la ópera de Verdi, un lleno absoluto en el principal escenario de la ciudad que demuestra el interés del público por una lírica de calidad. Los abonos para esta temporada, de hecho, se han incrementado un 62%.
Ainhoa Arteta se despide en Málaga de Violetta Valery, un rol que le ha acompañado desde los inicios de su carrera. Lo hace en una producción fiel al espíritu de Verdi en lo musical y en la ambientación. Francisco López dirige una puesta en escena que exprime la teatralidad de libreto, con momentos álgidos como el que enfrenta a Violetta con el padre de su enamorado, interpretado por el barítono Juan Jesús Rodríguez. Espectacular la escenografía del Teatro Villamarta de Jerez (que coproduce este montaje con el Cervantes), que reproduce el entorno de la alta clase parisina del siglo XIX, con una iluminación efectista. José María Moreno toma la batuta frente a la Orquesta Filarmónica de Málaga en una respetuosa interpretación de la partitura de Verdi.
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Apoteosis con 'La traviata'


Arteta y Gandía, en un momento de la representación de la ópera en el Cervantes./ÑITO SALAS
Arteta y Gandía, en un momento de la representación de la ópera en el Cervantes. / ÑITO SALAS

MANUEL DEL CAMPOMálaga
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La XXX Temporada Lírica gira alrededor de un nombre, el de Giuseppe Verdi (1813-1901), autor de las tres óperas, en total seis representaciones, que incluye el ciclo. Si ese treinta aniversario tuvo en septiembre pasado su concierto, con solistas, coro y orquesta malagueños, que incluía repertorio de fragmentos de ópera y zarzuela, ahora se ponen en escena 'La Traviata' (23 y 25 de noviembre), 'Aida' (1 y 4 de marzo de 2019) y 'Otelo' (3 y 5 de mayo de 2019).
Buen arranque a teatro lleno para escuchar 'La Traviata', ópera en tres actos (el segundo tiene dos cuadros), libreto de Francesco María Piave basado en 'La dama de las camelias', drama de Alejandro Dumas (hijo) estrenada la ópera en Venecia el año 1853. Sabido es el fracaso inicial de la obra, que infringía las convenciones y reglas de la ópera en el argumento -la mujer relajada convertida en heroína (una cortesana tuberculosa)- y poco a poco fue imponiéndose. La inspiración de Verdi se adecua a las situaciones y se desarrolla con un lenguaje musical y vocal interesante, como también el tratamiento instrumental.
En los setenta años que lleva quien esto escribe asistiendo al Teatro Cervantes a óperas, zarzuelas, recitales y conciertos, referido todo ello por supuesto a 'música culta', bien como aficionado constante, músico profesional y crítico musical, no había sido testigo de un mayor grado de entusiasmo como largueza de los aplausos del público todo puesto en pie aclamando a los intérpretes, incansable, al finalizar 'La Traviata' del viernes 23 de noviembre de 2018. Quede para los anales. Esta 'Traviata' cervantina tuvo en sus principales protagonistas a Ainhoa Arteta (soprano), Antonio Gandía (tenor) y Juan Jesús Rodríguez (barítono). Arteta como Violeta Valery, en gran momento vocal, superó con creces ese difícil personaje que precisa tanto de la vocalidad y técnica de soprano ligera como de lírica y finalmente dramática, además de mostrarse como gran actriz. Notable capacidad expresiva la suya en arias desde la primera 'Sempre libera' al postrer 'Addio del passato' como en los dúos. Gandía, en el papel de Alfredo Germont se superaba a medida que transcurría la representación dejando constancia de la potencia de sus agudos; y Rodríguez, como Giorgio Germont, mostró muy bella voz, firme en la emisión del sonido, expresivo y con intensidad baritonal en los momentos requeridos, destacando en su romanza 'Di Provenza il mar, il suol'. Contribuyeron al éxito con su buen hacer las sopranos Mónica Campaña y Alba Chantar; así como los tenores Luis Pacetti, siempre exhibiendo su gran calidad vocal, Elías Gallego y José Juan Guzmán; los barítonos José Manuel Díaz y Juan Antonio Blanco; el bajo-barítono Francisco Tójar y el bajo Isaac Galán. Colaboró con acierto la Compañía de Danza y Flamenco David Martín, balle, figuración, etc. Excelente el Coro de Ópera de Málaga instruido por Salvador Vázquez, bien ensamblado y resolutivo, así como en el foso la Orquesta Filarmónica de Málaga, segura y precisa con reconocida calidad en solistas y conjunto. Por cierto, ¿por qué los preludios de los actos se interpretan a telón levantado y no corrido? 'La Traviata' tiene dos bellísimos y por bien que se toquen, que se tocaron, tal vez por la distracción de la escena donde ya se movían personajes, 'desconectaban' y fue una lástima. Ninguno de ellos se aplaudió mereciéndolo con creces. Bien desarrollada la dirección escénica de Francisco López, cuya experiencia está de sobra demostrada, como estupenda la dirección musical del joven director José María Moreno, dominador de la partitura y que llevó la ópera con autoridad, claridad y eficacia.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
málaga 27 de noviembre de 2018.