martes, 31 de marzo de 2020

Poesía al SUR

García Baena, pájaro de lágrimas



García Baena, pájaro de lágrimas

Capaz de encontrar belleza hasta «en los contenedores rodeados de gaviotas», el poeta cordobés construyó una obra sugerente repleta de silencios, al abrigo del grupo Cántico, y premiada con el Príncipe de Asturias

ALBERTO GÓMEZ
Solía decir que la poesía «es misterio y precisión». Por eso la voz de Pablo García Baena enmudecía durante años y luego resurgía con el esplendor de siempre, que en su caso era un esplendor distinto en cada poema. El poeta cordobés, fundador de la revista y el grupo Cántico, que estableció un vínculo imprescindible entre la Generación del 27 y los autores de la posguerra, era dueño de una de las voces más sugerentes de la lírica española. La sensualidad y profundidad de su lenguaje constituyen una lección estética desplegada con brillantez en títulos como 'Antiguo muchacho', 'Rumor oculto', 'Junio' o 'Antes que el tiempo acabe'. Abordó temas universales como el olvido, la muerte o el desengaño amoroso desde una compleja combinación entre rigor técnico y sensibilidad. Convencido de que «hasta los contenedores rodeados de gaviotas pueden ser bellos», aunó tradición barroca y modernidad hasta su muerte en 2018, a los 94 años, por complicaciones respiratorias.
Nacido el 29 de junio de 1923, juntó sus primeras letras en la escuela pública López Diéguez, donde una inscripción le rinde homenaje. En su adolescencia leyó a San Juan de la Cruz y comenzó a frecuentar la biblioteca provincial de Córdoba. Allí conoció al también poeta Juan Bernier, puerta de entrada a las obras de Marcel Proust, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas y Jorge Guillén, aunque el autor que más influyó en García Baena fue Luis Cernuda, cuyo compromiso y sentido de la ética hizo propios. Empezó a publicar poemas y dibujos en la prensa local bajo el seudónimo Luis de Cárdenas. Por entonces ya mantenía amistad con el pintor Ginés Liébana y había adaptado al teatro varios poemas de San Juan de la Cruz. En 1947 fundó la revista Cántico, una de las publicaciones más importantes de la posguerra, junto a Ricardo Molina, Julio Aumente, Mario López, Miguel del Moral y los propios Bernier y Liébana. Este grupo de artistas, que reivindicaba mayor exigencia formal y estética, enlazaba con los autores del 27 y sería conocido como Grupo Cántico. Su poesía sensual y vitalista influyó en diversos artistas posteriores y sirvió como puente intergeneracional.
García Baena nunca entendió la poesía como una ocupación, algo que dio pie a largos silencios entre sus obras. Uno de los más prolongados tuvo lugar entre 1958, cuando publicó 'Óleo', y 1971, año en que se editó 'Almoneda'. Dedicó aquellos años a viajar por la Costa Azul francesa, la Riviera italiana, Florencia, Milán, Venecia, Roma, Nápoles, Capri, Atenas, El Cairo, Nueva York, Florida, Alejandría y Delfos, entre otros destinos que influirían en sus poemas posteriores. En los años sesenta fijó su residencia en Torremolinos, donde abrió una tienda de antigüedades, y luego se trasladó a Benalmádena. Allí siguió trabajando como anticuario hasta 2004, cuando regresó a Córdoba. Era el más malagueño de los poetas cordobeses. Por eso varios artistas de la provincia organizaron un acto en su honor en 1971. Aquella iniciativa, liderada por José Infante, supuso el regreso del poeta andaluz a la escritura tras más de una década de silencio. Las casi cuatro décadas que pasó en la Costa del Sol le permitieron forjar amistad con autores como Manuel Alcántara, María Victoria Atencia y Antonio Jiménez Millán.
Vivía rodeado de libros, cuadros, antigüedades e imágenes religiosas. Las referencias a ritos y procesiones andaluzas resultan constantes en su obra, con un evidente acento gongorino, una voz genuina que, aunque ya enmudecida, perdura en títulos como 'Pinar de la piedra': «Yo espero confiado que tu inicial escrita en la piedra callada / vuelva a hablarme en la noche con tu voz, / con la voz del agua en el venero, / de ese agua que rompe su líquido alabastro / en el silencio verde de las hierbas». Jamás abandonó la poesía. Ni siquiera en sus últimos años de vida, cuando tenía dificultades para ver. Esa ceguera progresiva marcó su escritura en los compases finales, hasta su muerte.
'Claroscuro', publicado de forma póstuma, recoge poemas inéditos, trazados entre la neblina que ocupaba sus ojos. «A la noche, en el whisky, entre el hielo y las lágrimas, / volvían sombras idas, blancos comendadores, / el laurel de Michele, ojos persas de Omar. / Todo lo bello amaste: los cuarzos, los grabados, / los putti de Nápoles en la risa de Góngora, / los torsos palpitantes, sangre azul y plebeya, / timbrada por la heráldica o la bullente y roja», escribe en uno de aquellos poemas, que dictaba a un sobrino para que los pasara a ordenador y los imprimiese con letras grandes para corregirlos.
Entre los numerosos reconocimientos a su obra, García Baena recibió los premios Príncipe de Asturias, Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y Federico García Lorca, además de ser nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 1988 y Premio Andalucía de las Letras en 1992. También se le otorgaron las Medallas de Oro de las Ciudades de Córdoba y de Málaga. En 2007 se creó un premio de poesía joven con su nombre. Antes, el Instituto Cervantes de Nueva York y la Universidad Barnard College presentaron un volumen de la colección Ciudad del Paraíso con sus poemas bajo el título 'Recogimiento'. En 'Cándido', como una premonición, escribió: «Así un día te fuiste y los perros / ladraron a tu muerte entre la niebla, / entre el olvido, pájaro de lágrimas».


PABLO GARCÍA BAENA

Elegía

Me envuelvo en tu recuerdo
como en nieblas secretas que me apartan del mundo.
En la calle sonrío al amigo que pasa,
y nadie,
nunca nadie
adivinó mi muerte bajo aquella sonrisa
ni el frío sin consuelo de mis ojos que ciegan
pidiendo de los tuyos más desdén,
más veneno.
Ahora que la tarde se derrumba en las sombras,
y que el libro de versos resbala por mis manos,
ahora que la lluvia llora por los cristales
de mi ventana,
y llanto va a caer de mis ojos,
antes de que una mano encienda la dorada
llama de mi quinqué,
dime si tú no sueñas en tu balcón, ahora
que la lluvia nos une a los dos con sus lágrimas,
o si sobre el teclado de tu piano oscuro
agoniza Chopin
bajo tus manos trémulas.
Nunca sabrás el loco deseo que me tortura
de cautivar tus labios bajo mi boca ávida,
y sentir el latido de tu sien en mi mano
aprisionada como un pájaro aterido.
Pero no sabrás nunca nada de mi deseo.
Nada de cuando pienso desgarrar con mis dientes
los azules canales de tus venas
y juntos
morirnos desangrados, confundidas las sangres.
Pero estamos ajenos.
Yo sigo en mi ventana,
y tú soñando en otro mientras Chopin suspira,
ahora que aún no arde en mi quinqué la luz
y que a los dos nos une la lluvia con sus lágrimas.

Otro adiós

La mermelada duró más que el amor...
No tendré que bajar ya por la confitura.
Chillan los gorriones no informados:
¡Levantaos, amantes que dormís las mañanas frías!
Terminaron los desayunos para dos.
Vuelve a tu duro pan de solitario.

Bobby

No era el amor y se llamaba Antonio.
Hablaba como un indio del Far-West:
«hombre alto», «boca larga». Era de Fuengirola.
y siempre había un teléfono donde llamarlo cuando
-y reía-
la noche era más larga, más amarga, más lenta.
Por las villas de canos jubilados de Holanda,
por la «suite» de la vieja dama inglesa,
la viuda o divorciada más allá de los ácidos,
por el apartamento oscuro del borracho,
surgía su desnudo auroral como Jonia.
Era animal de dicha y entraba fiel, ruidoso,
un grueso calabrote de plata por el cuello...
Sobre muebles de Herraiz o lacas chinas,
biombo bermellón de zancudas doradas,
o en raída moqueta o taquillones
de castellano en serie,
iba dejando las botas deportivas,
los calcetines rojos,
el pequeño taparrabos celeste,
la camiseta como broquel de un pecho
sin defensa. Portador de alegría,
tal un dios de tobillos alados que bajara
a los orcos humanos
ahuyentaba la lágrima, la carta, los somníferos,
la desesperación y su lívida mecha.
Y una noche me dijo, su lengua por mi oído,
«Quisiera haberme muerto.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 31 de marzo de 2020.
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sábado, 28 de marzo de 2020

Un estudio apunta al pangolín como origen de la pandemia




Un estudio apunta al pangolín como origen de la pandemia

La investigación del virólogo Edward Holmes pide que se adopten políticas de salud pública para controlar el comercio ilegal de vida silvestre de animales exóticos y retirar mamíferos silvestres y aves de los mercadillos

EUROPA PRESSMadrid
Una nueva investigación de un prestigioso virólogo evolutivo que trabaja con científicos de China y otros países, el profesor Edward Holmes, apunta al pangolín como probable origen de la pandemia de coronavirus y pide que se adopten políticas de salud pública de modo que se controle el comercio ilegal de vida silvestre de animales exóticos y la retirada de mamíferos silvestres y aves de los mercadillos.
Cómo el nuevo coronavirus que causa COVID-19 dio el salto de los animales a los humanos es un enigma que los científicos están tratando de resolver a medida que la humanidad se enfrenta a la pandemia que azota el mundo.
En la primera línea de este trabajo científico está el profesor Edward Holmes, un virólogo evolutivo que ocupa un puesto conjunto con la Facultad de Ciencias de la Vida y el Medio Ambiente y la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Sydney.
Holmes ha estado trabajando estrechamente con científicos de China y de todo el mundo para desbloquear el código genético del SARS-CoV-2, que es el virus que causa el COVID-19, para comprender sus orígenes y ayudar en la carrera en la que participan otros científicos para encontrar una vacuna efectiva.
Su trabajo también ayudará en el control y prevención de otros virus que podrían transferirse potencialmente de la vida silvestre a los humanos, causando lo que se conoce como enfermedades zoonóticas.
Ya este año, el profesor Holmes es coautor de cuatro artículos sobre el nuevo coronavirus, incluidas dos de las primeras descripciones del virus, publicados en prestigiosas revistas como 'Nature' y 'The Lancet', y esta semana publica dos más.
Presentado para su publicación anticipada el jueves por 'Nature' después de una revisión por pares, el primer documento identifica un coronavirus similar al que ahora infecta a los humanos en la población de pangolín malayo del sur de China. El profesor Holmes es el único académico firmante del documento que no tiene sede en China.

Futuras amenazas

Comprender la vía evolutiva por la cual este nuevo coronavirus se ha transferido a los humanos nos ayudará no solo a combatir la pandemia actual, sino también a identificar futuras amenazas de otros coronavirus en otras especies, y este documento es una parte importante para resolver ese rompecabezas.
El profesor Holmes explica: «El papel que juegan los pangolines en la aparición del SARS-CoV-2 (la causa del COVID-19) aún no está claro. Sin embargo, es sorprendente que los virus de pangolín contengan algunas regiones genómicas que están muy relacionadas para el virus humano. El más importante de estos es el dominio de unión al receptor que dicta cómo el virus puede unirse e infectar células humanas».
El documento identifica a los pangolines como posibles huéspedes intermedios para el nuevo virus humano que ha surgido. Los autores piden que estos animales y otros sean retirados de los mercadillos para evitar la transmisión zoonótica a los humanos.
«Está claro que la vida silvestre contiene muchos coronavirus que podrían surgir potencialmente en humanos en el futuro -advierte Holmes-. Una lección crucial de esta pandemia para ayudar a prevenir la próxima es que los humanos deben reducir su exposición a la vida silvestre, por ejemplo prohibiendo los mercadillos y el comercio de vida silvestre».
La semana pasada, 'Nature Medicine' publicó una investigación en coautoría del profesor Holmes de científicos del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla California, la Universidad de Edimburgo, la Universidad de Columbia en Nueva York y la Universidad de Tulane, Nueva Orleans.
Ese documento ha disipado la idea fantasiosa de que el nuevo coronavirus era un agente biológico fabricado. Utilizando el análisis comparativo de datos genómicos, los científicos muestran que el SARS-CoV-2 no es una construcción de laboratorio o un virus manipulado a propósito.
«Simplemente no hay evidencia de que el SARS-CoV-2, la causa del COVID-19, haya salido de un laboratorio -reitera el profesor Holmes-. En realidad, este es el tipo de evento de emergencia de enfermedad natural que tienen los investigadores de mi campo hemos estado advirtiendo durante muchos años».
Ese documento se ha convertido rápidamente en el estudio académico mejor clasificado de todos los tiempos según lo medido por Altmetric, una compañía que controla la cobertura de los medios de los trabajos de investigación.
Y hoy, el profesor Holmes publica un comentario en la revista 'Cell' con su colega el profesor Yong-Zhen Zhang, del Centro Clínico de Salud Pública de Shanghai y la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Fudan, en Shanghai.
En ese artículo, describen el conocimiento actual de lo que revelan los datos genómicos sobre la aparición del virus SARS-CoV-2 y discuten las lagunas en nuestro conocimiento.
Esto incluye tomar muestras del mercado de Wuhan, donde se cree que se originó el virus. El documento dice que ahora se han obtenido «secuencias genómicas de 'muestras ambientales' (probables superficies) del mercado y el análisis filogenético revela que están muy estrechamente relacionadas con los virus muestreados de los primeros pacientes de Wuhan».
Sin embargo, el profesor Holmes y el profesor Zhang se apresuran a señalar que como «no todos los primeros casos estaban asociados al mercado, es posible que la historia de emergencia sea más complicada de lo que se sospechaba».

Coronavirus endémico

El documento dice que el virus SARS-CoV-2 probable que se convierta en el quinto coronavirus endémico en la población humana. Concluye que «los coronavirus claramente tienen la capacidad de saltar los límites de las especies y adaptarse a los nuevos huéspedes, lo que hace que sea fácil predecir que surgirán más en el futuro».
La forma en que respondamos a eso requerirá más investigación para ayudar a desarrollar políticas de salud pública. Así, señalan políticas y otras medidas para ayudar a evitar que otros coronavirus se conviertan en un peligro para la salud de los humanos.
Estas medidas deben pasar por la vigilancia de coronavirus animales en una variedad de especies de mamíferos. Se sabe que los murciélagos portan muchos coronavirus, sabemos poco acerca de qué otras especies portan estos virus y cuál tiene el potencial de emerger en humanos.
Asimismo, recomiendan aumentar la acción contra el comercio ilegal de vida silvestre de animales exóticos y la retirada de la vida silvestre de mamíferos y quizás aves de los mercadillos.
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EUROPA PRESS. Madrid.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 28 de marzo de 2020.
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miércoles, 25 de marzo de 2020

Cazar al más 'raro'


Una imagen de la madre abatida por furtivos. A su lado, otro ejemplar 'normal' de jirafa reticulada /AFP
Una imagen de la madre abatida por furtivos. A su lado, otro ejemplar 'normal' de jirafa reticulada / AFP

Matan en Kenia a una jirafa y su cría únicas en el mundo; solo queda un macho

ISABEL IBÁÑEZ
Para muchos es difícil de entender que alguien halle satisfacción en cazar por diversión, más aún si se trata de animales grandes, muy grandes, especialmente si se ha de viajar lejos para disparar a esos seres que admiramos a través de documentales y fotografías. Pero el límite llega a ser incomprensible cuando en el objetivo está acabar con la vida de especies en peligro de extinción y, peor aún, de seres únicos en el mundo. El crimen está aún por investigar; esta misma semana encontraron sus cadáveres en estado esquelético, los de una jirafa blanca y su cría abatidas por furtivos hace unos tres meses, cuando fueron vistas por última vez. Su hallazgo dio la vuelta al mundo en 2017, resaltaban entre sus semejantes 'rubias' corriendo tan blancas por tierras del condado de Garissa, al noroeste de Kenia. Su color no es fruto del albinismo como podría parecer; se trata de leucismo, una rara condición genética que provoca que las células de la piel no tengan pigmentación, pero sí las de los ojos, que son negros a diferencia de los rojizos de los animales albinos.
Mohammed Ahmednoor, responsable de Ishaqbini-Hirola Community Conservancy, un proyecto de conservación que gestiona 72 kilómetros cuadrados en la zona, se expresaba ayer en estos términos: «Me gustaría aprovechar esta oportunidad para condenar el atroz acto de la mente cobarde y egoísta que corta la vida de la hermosa naturaleza, y de esta madre y su joven ternero. Es un momento devastador para nosotros y el mundo en general. Resulta muy triste ver cómo una madre que dio a luz durante el momento más duro de la sequía (agosto de 2019), soportando un gran sufrimiento, termina siendo asesinada durante las fuertes lluvias, cuando la vegetación había regresado verde y saludable para regenerar y restaurar su energía y mejorar el crecimiento de su segundo bebé. Qué cruel acto».
Con el nacimiento de esta cría abatida, un macho, eran tres los ejemplares de jirafa blanca en la reserva, pues en 2017 esta madre había dado a luz a otro macho de las mismas características. Según el Servicio de Conservación de la Fauna de Kenia, se desconoce el paradero de este individuo y, por tanto, no se puede confirmar que esté vivo. Tampoco se sabe nada de otra jirafa blanca descubierta en 2016 en el Parque Nacional Tarangire, en Tanzania, que no ha vuelto a ser vista desde entonces.

Confiar en el macho

En la supervivencia de este único macho blanco confía ahora Mohammed Ahmednoor, que en la página de facebook del santuario de vida salvaje en el que trabaja ha lanzado un mensaje a las comunidades de Ishaqbini-Ijara y Garissa, la tierra que habitaban estos dos animales fallecidos: «Su pasión por ver a esta especie única e icónica vagando por su tierra y coexistiendo pacíficamente con su ganado ha sido herida, pero su espíritu y compromiso con la conservación es ahora aún mayor. Tenemos que unirnos y reaccionar fuertemente apoyando al macho blanco que queda. Si tiene los genes fuertes de la madre creemos que podrá volver a producir su 'mágico blanco', que iluminó nuestra hermosa tierra. La amenaza a la conservación es real y debemos hacer algo para evitar que tan malas noticias sucedan de nuevo».
La KWS, principal organismo de conservación en África Oriental, trabaja ya para localizar a los autores de estas dos muertes, cazadores furtivos que quizá fueran especificamente detrás de estos raros ejemplares, que podrían alcanzar en el mercado negro un elevado precio por su piel y su carne destinada a remedios de curanderismo.
Puede ser también que el hermoso pelaje blanco de estos animales adorne el despacho de algún ejecutivo del primer mundo, quizá un dentista como Walter Palmer, que cazó a la figura icónica del Parque Nacional Hwange, en Zimbabue, al león 'Cecil', famoso por su abundante melena oscura, la mayor atracción de la reserva. Su muerte dio la vuelta al mundo en julio de 2015, cuando se descubrió que habían sacado al animal de la zona protegida tentándolo con un cebo de carne de elefante para abatirlo con arco. Palmer pagó 50.000 dólares, unos 45.000 euros por matar al hermoso ejemplar.

En su contexto

40%:
decayó en África el número de jirafas entre 1985 y 2015, pasando de 155.000 individuos a 97.000, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que las ha declarado en peligro de extinción; el crecimiento humano, la caza ilegal, la pérdida de hábitats por la agricultura y minería y los disturbios civiles son los principales culpables.
Cuatro especies
de jirafa habitan en 15 países africanos. Los dos ejemplares blancos pertenecen a la especie reticulada o somalí. Las otras tres especies son: jirafa masai o del Kilimanjaro, jirafa del Sur y jirafa del Norte.
Caza del león 'Cecil'
En 2015, otro ejemplar 'icónico' fue abatido a flechazos. Walter Palmer, dentista estadounidense, pagó 50.000 dólares (45.000 euros) por matar al león 'Cecil', estrella del Parque Hwange en Zimbabue. Dijo no saber que estaba cazando ese ejemplar en concreto y demostró tener sus papeles en regla, así que el Gobierno de aquel país lo absolvió, al igual que al guía local que lo condujo a 'Cecil', Theo Bronkhorst, que también resultó absuelto.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 25 de marzo de 2020.
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domingo, 22 de marzo de 2020

El parón por el coronavirus da un respiro a la Tierra

Ha demostrado que se puede abordar la crisis climática con rapidez y contundencia





El parón por el coronavirus da un respiro a la Tierra

ISABEL IBÁÑEZ
Los canales de Venecia son azules y verdes, ni los más viejos los recordaban así, como están ahora, hábitat de peces y algas, vacíos de visitantes y barcos tras décadas de presión turística imparable. En el otro lado del planeta, ese montón de mascarillas ensartadas en un cable es la 'pesca' que el grupo conservacionista OceansAsia hizo hace dos semanas en las playas de Soko, un pequeño archipiélago deshabitado frente a la región administrativa especial de Hong Kong, en China, donde llevan a cabo rastreo de microplásticos y acumulación de basura. Hasta entonces, sus visitas se habían saldado con esporádicos encuentros con estos objetos, pero en esta ocasión fue diferente, ya que la recolecta estuvo dominada por estas protecciones habituales hoy en nuestras vidas: «Estaban visibles por toda la línea de marea alta y con la corriente seguían llegando –explican–. Debido al COVID-19, hemos tomado la precaución de usar máscaras quirúrgicas. Cuando de repente tienes una población de 7,5 millones de personas (los habitantes de Hong Kong) usando una o dos máscaras por día, la cantidad de basura generada será considerable».
Son dos de los efectos con los que el coronavirus se está dejando sentir en el planeta. Uno negativo, y en este caso comprensible. Pero, en general, el parón por la crisis está teniendo para el medioambiente beneficios visibles. «El nivel de residuos sanitarios de todo tipo generados durante el transcurso de esta pandemia será excepcionalmente elevado –explica Mario Rodríguez, director de Greenpeace España–. Aunque evidentemente es inevitable y no queda otra para poder atajarla garantizando la seguridad de los afectados, del personal sanitario, de quienes nos facilitan el acceso a la alimentación y los servicios básicos. A los que tenemos que estar eternamente agradecidos». Considera que este de las mascarillas es un hecho excepcional y que sería mucho más importante dejar de ver en el mar y las costas «residuos plásticos de usar y tirar procedentes de sectores como la alimentación».




Enero: Las zonas anaranjadasa muestran la contaminación por NO2.
Enero: Las zonas anaranjadasa muestran la contaminación por NO2.





Febrero: El mismo mapa, limpio tras el parón por la pandemia.
Febrero: El mismo mapa, limpio tras el parón por la pandemia.

En realidad, la crisis del coronavirus y las decisiones adoptadas para frenar su propagación –un drama que ya ha costado miles de vidas– han supuesto un pequeño respiro para nuestro planeta y, por consiguiente, también para los seres humanos y el resto de animales y plantas. Una bocanada de aire fresco en forma de parón de las actividades que generan los gases de efecto invernadero que calientan la Tierra y que nos están abocando a un futuro de catástrofe, según los científicos, que llevan años alertando de que debemos parar. Y eso es lo que ha pasado, aunque el frenazo no haya sido fruto de las decisiones consensuadas de los gobiernos, sino de algo completamente azaroso como la irrupción de esta pandemia poco después de que se acallaran los ecos de la enésima cumbre mundial por el clima clausurada en Madrid sin grandes logros.

Contaminación y CO2

Las primeras buenas noticias fueron las imágenes por satélite de China, un antes y un después registrado por la NASA y la Agencia Espacial Europea de un mismo mapa, que en enero mostraba grandes zonas anaranjadas afectadas por dióxido de nitrógeno (NO2), gas tóxico que causa o agrava problemas respiratorios como el asma y que está producido por la quema de combustible de vehículos e industrias. Un mes más tarde, tras el parón obligado, el mapa aparecía limpio, azulado, evidenciando la bajada del 37% en este tipo de emisiones.
También llegan buenas noticias desde mucho más cerca: «Ha transcurrido una semana desde el anuncio del estado de alarma y los datos son rotundos –avanza Rodríguez–: «la reducción del 60% del tráfico rodado en Madrid y Barcelona ha provocado el desplome de sus niveles de contaminación; los valores medios de NO2 apenas han alcanzado esta semana el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE). Por lo que, las circunstancias excepcionales en la crisis del COVID-19 pueden servir de aprendizaje para reducir las miles de muertes que la mala calidad del aire provoca en España cada año».
De la misma forma, han descendido las emisiones de CO2, principal causante del calentamiento global, y aunque no hay datos globales que permitan saber el impacto que está teniendo el coronavirus en este ámbito, sí hay apuntes locales: en el caso de China, según Carbon Track, durante el pico de la epidemia, las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron un 25% y el gigante asiático dejó de emitir 100 millones de toneladas de CO2. «Lógicamente –considera Rodríguez– la ralentización de la actividad económica en general, aunque no sea homogénea y varíe según los países, traerá consigo una reducción de emisiones. Esta será coyuntural y acotada en el tiempo, pero tendrá un enorme valor, ya que indicará que es posible abordar la emergencia climática con la rapidez y la contundencia que requiere. La sociedad está demostrando que ante situaciones de emergencia responde con responsabilidad, madurez y solidaridad».
En cuanto a la generación de basura doméstica, los expertos no saben si podría darse una reducción significativa o, al contrario, un balance final neutro o aún mayor que antes, ya que la basura que deja de generarse en los lugares de trabajo se puede incrementar en los hogares. «En el caso del plástico probablemente no habrá cambios en el sector de la alimentación, ya que el absurdo modelo de consumo que abusa del plástico de usar y tirar, especialmente en el sector de la alimentación y los supermercados, permanecerá inalterado. Hasta podría ocurrir que aumentaran los residuos plásticos por las compras masivas, que están llegando a ser compulsivas, aunque habrá una reducción significativa en sectores como el textil, ocio, restauración...».

Concienciación

Confía el experto en que el periodo de confinamiento ha podido llevar a la gente a la conclusión de que es necesario repensar el modelo de vida actual: «Quizás tras esta crisis se pueda producir una expansión de los supermercados cooperativos, comercio de proximidad y otras iniciativas respetuosas con el medio ambiente. Lo estamos viviendo estos días: personas que se ofrecen a ir a buscar comida, clases y talleres multitudinarios a través de internet, voluntariado para asistencia a personas mayores o dependientes...».
En cualquier caso, resalta el experto la importancia de que la comunidad científica y los gobernantes sigan analizando el impacto que la crisis medioambiental (el calentamiento, la deforestación...) pueda tener en «acentuar la propagación de pandemias como la que estamos viviendo».




En su contexto

60%:
ha caído el tráfico rodado en Madrid y Barcelona desde el inicio del parón por la crisis, lo que ha supuesto que los valores del gas contaminante NO2 caigan por debajo del 40% del límite fijado por la OMS y la UE.
Plásticos:
Sin cambios en el sector de alimentación con las compras masivas, pero sí en el del ocio, textil...
25%
cayeron las emisiones de CO2 en China en el pico de la epidemia, con lo que el país dejó de verter a la atmósfera 100 millones de toneladas de este gas de efecto invernadero.
Epidemias:
Se debe estudiar el impacto del cambio climático en la propagación de enfermedades y plagas





Las dos crisis se parecen mucho
Para Greenpeace, ambas crisis, la del coronavirus y la climática, tienen muchos elementos en común. El primero, que ambas son globales y sus impactos, exponenciales, aunque el cambio climático tiene una línea temporal más larga y su ámbito es todavía mayor (no solo afecta a la salud de las personas sino también a la del planeta).
Las dos incrementan las desigualdades, siendo los más vulnerables los más afectados: trabajadores con empleos precarios y/o en situación de desempleo, mujeres, los más mayores, dependientes, personas en situación irregular… «Ninguna de ellas ha tenido tenido la responsabilidad en causar el problema, pero soportan con más dureza las consecuencias».
Estas crisis globales no se pueden abordar individualmente sino que requieren de medidas globales, «desde la cooperación internacional y con políticas preventivas que nazcan del consenso político y social. Lo que decida cada país afecta a los demás, y la solución que apliquen todos debería ir en la misma dirección».
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 22 de marzo de 2020.
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jueves, 19 de marzo de 2020

Guía para mantener la casa limpia (y segura) durante el encierro

Guía para mantener la casa limpia (y segura) durante el encierro

Utilizar sólo un par de zapatos para las salidas urgentes y desinfectarlos luego fuera de casa, usar soluciones de lejía diluida en agua para superficies o dejar que la ropa se seque al aire, entre las principales recomendaciones

Ana Pérez-Bryan
ANA PÉREZ-BRYAN
La cuarentena por el coronavirus ha cambiado de golpe las rutinas de millones de personas. Y la que tiene efectos más directos en esa nueva forma de funcionar está directamente relacionada con la reclusión en casa. Acostumbrados a un ritmo frenético, los hogares españoles se han convertido de repente en espacios para el encierro que en la mayoría de los casos son compartidos por más de una persona. Familias enteras con niños pequeños, con personas mayores, con pacientes de riesgo e incluso con mascotas se exponen en estos días no sólo a un mayor contacto, sino al reto de mantener cierto orden y limpieza para ganar en comodidad -dentro de lo posible- y sobre todo en seguridad.
¿Es seguro caminar por casa con los zapatos que se usan para la calle? ¿Hay que ir con guantes y mascarillas en el hogar? ¿Cada cuánto se deben cambiar las toallas? ¿Cómo se tiene que lavar el resto de la ropa? ¿Existen productos específicos, y seguros, que garanticen la desinfección de las superficies? Las preguntas y dudas se multiplican en estos días, aunque quizás habría que tener una cuestión clara de partida: «Las rutinas en la limpieza y cuidado del hogar deben ser las mismas que siempre, salvo en el caso en que haya sospecha de que uno de los miembros de la familia está infectado con el coronavirus; en ese caso las recomendaciones que se tienen que seguir son las de las autoridades sanitarias«, sostiene José María Bellido, responsable de la empresa dedicada a la limpieza en domicilios Cuisad. Aun así, el especialista ofrece una serie de consejos extra para incorporar a esas rutinas en la limpieza del hogar.
En primer lugar, hay que extremar las precauciones con respecto al calzado que se utilice para salir a la calle en esos casos excepcionales que permite el estado de alarma. Ya sea para hacer la compra, sacar al perro o ir a la farmacia, Bellido recomienda que «se escoja un par de zapatos y que siempre se utilice el mismo para salir». Está demostrado, por la experiencia previa de China y sus trabajos de desinfección del asfalto de las calles, que el virus puede permanecer latente en esta superficie una media de entre 9 y 12 horas, por eso es importante tener en cuenta este consejo: «Cuando se llegue a casa, hay que descalzarse y utilizar otro par diferente para el hogar (...). Además, es recomendable que ese calzado de la calle se desinfecte, tanto la suela como el resto, con una solución de lejía diluida en agua«. El especialista insiste en la importancia de incorporar este hábito mientras dure el confinamiento: »No lo tenemos en cuenta habitualmente, pero es importante hacerlo«.
La lejía se convierte de hecho, en estos días, en un aliado extra para las tareas de limpieza en el hogar. Hay que tener en cuenta que no se deben utilizar fórmulas puras al cien por cien, sino soluciones diluidas en agua y en recipientes que tengan vaporizador. Así será más sencillo su uso en elementos de la casa que tienen «más uso de la cuenta en estos días», como los interruptores, los pomos de las puertas o las superficies como mesas o encimeras. «Todo lo que se toque mucho con las manos se puede limpiar con esta solución», sostiene Bellido, que amplía este uso a zonas donde la limpieza tiene que ser máxima, caso de los baños o la cocina.
Sobre el uso de guantes y mascarillas en casa, «no es necesario» salvo en los casos específicos en los que se sospeche que uno de los miembros de la familia puede estar infectado. Y a la hora de organizar y lavar la ropa de casa y la nuestra propia, igual que se hace siempre. «El lavado ha de ser el mismo, con el programa habitual de la lavadora. Otra cosa es en caso de contagio, donde se tendrán que programar lavados en agua caliente (entre 60 y 90 grados) y lavar la ropa del afectado de manera independiente al del resto«, explica el responsable de Cuisad.
Con respecto a las toallas, el especialista añade otro consejo a tener en cuenta: «Es conveniente evitar que estén húmedas; en estos casos hay que cambiarlas todas las veces que sea necesario«, insiste. Hay que destacar, en este sentido, que el hecho de que la principal medida de prevención para evitar contagios sea lavarse las manos con mucha frecuencia tiene un efecto directo en esta ropa del hogar, que tiende a estar más húmeda de la cuenta. Ese cuidado extra lo amplía Bellido al resto de la ropa que se use mientras dure la cuarentena: hay que evitar la humedad al máximo, de modo que cuando se recoja hay que asegurarse que está «completamente seca y ventilada». ¿Y cómo secarla, en secadora o tendida? En este caso, sostiene el experto, es mejor «secarla al aire y evitar en la medida de lo posible la secadora».
Por último, en los últimos días se han generado ciertas dudas en torno a la necesidad de mantener el hábito de ventilar las habitaciones antes de cumplir con tareas como hacer la cama o limpiar. «Por supuesto es recomendable ventilar las habitaciones abriendo las ventanas de veinte a treinta minutos aproximadamente«, sostiene Bellido, convencido de que más allá de estos consejos específicos la fórmula que mejor funciona es la que se aplica siempre: mantener la casa en orden y limpia al máximo. Así no sólo se gana en seguridad. También en comodidad para garantizar la convivencia. Que no es poco.
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Publicado en Diario SUR
 Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 19 de marzo de 2020.
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