jueves, 19 de marzo de 2020

Guía para mantener la casa limpia (y segura) durante el encierro

Guía para mantener la casa limpia (y segura) durante el encierro

Utilizar sólo un par de zapatos para las salidas urgentes y desinfectarlos luego fuera de casa, usar soluciones de lejía diluida en agua para superficies o dejar que la ropa se seque al aire, entre las principales recomendaciones

Ana Pérez-Bryan
ANA PÉREZ-BRYAN
La cuarentena por el coronavirus ha cambiado de golpe las rutinas de millones de personas. Y la que tiene efectos más directos en esa nueva forma de funcionar está directamente relacionada con la reclusión en casa. Acostumbrados a un ritmo frenético, los hogares españoles se han convertido de repente en espacios para el encierro que en la mayoría de los casos son compartidos por más de una persona. Familias enteras con niños pequeños, con personas mayores, con pacientes de riesgo e incluso con mascotas se exponen en estos días no sólo a un mayor contacto, sino al reto de mantener cierto orden y limpieza para ganar en comodidad -dentro de lo posible- y sobre todo en seguridad.
¿Es seguro caminar por casa con los zapatos que se usan para la calle? ¿Hay que ir con guantes y mascarillas en el hogar? ¿Cada cuánto se deben cambiar las toallas? ¿Cómo se tiene que lavar el resto de la ropa? ¿Existen productos específicos, y seguros, que garanticen la desinfección de las superficies? Las preguntas y dudas se multiplican en estos días, aunque quizás habría que tener una cuestión clara de partida: «Las rutinas en la limpieza y cuidado del hogar deben ser las mismas que siempre, salvo en el caso en que haya sospecha de que uno de los miembros de la familia está infectado con el coronavirus; en ese caso las recomendaciones que se tienen que seguir son las de las autoridades sanitarias«, sostiene José María Bellido, responsable de la empresa dedicada a la limpieza en domicilios Cuisad. Aun así, el especialista ofrece una serie de consejos extra para incorporar a esas rutinas en la limpieza del hogar.
En primer lugar, hay que extremar las precauciones con respecto al calzado que se utilice para salir a la calle en esos casos excepcionales que permite el estado de alarma. Ya sea para hacer la compra, sacar al perro o ir a la farmacia, Bellido recomienda que «se escoja un par de zapatos y que siempre se utilice el mismo para salir». Está demostrado, por la experiencia previa de China y sus trabajos de desinfección del asfalto de las calles, que el virus puede permanecer latente en esta superficie una media de entre 9 y 12 horas, por eso es importante tener en cuenta este consejo: «Cuando se llegue a casa, hay que descalzarse y utilizar otro par diferente para el hogar (...). Además, es recomendable que ese calzado de la calle se desinfecte, tanto la suela como el resto, con una solución de lejía diluida en agua«. El especialista insiste en la importancia de incorporar este hábito mientras dure el confinamiento: »No lo tenemos en cuenta habitualmente, pero es importante hacerlo«.
La lejía se convierte de hecho, en estos días, en un aliado extra para las tareas de limpieza en el hogar. Hay que tener en cuenta que no se deben utilizar fórmulas puras al cien por cien, sino soluciones diluidas en agua y en recipientes que tengan vaporizador. Así será más sencillo su uso en elementos de la casa que tienen «más uso de la cuenta en estos días», como los interruptores, los pomos de las puertas o las superficies como mesas o encimeras. «Todo lo que se toque mucho con las manos se puede limpiar con esta solución», sostiene Bellido, que amplía este uso a zonas donde la limpieza tiene que ser máxima, caso de los baños o la cocina.
Sobre el uso de guantes y mascarillas en casa, «no es necesario» salvo en los casos específicos en los que se sospeche que uno de los miembros de la familia puede estar infectado. Y a la hora de organizar y lavar la ropa de casa y la nuestra propia, igual que se hace siempre. «El lavado ha de ser el mismo, con el programa habitual de la lavadora. Otra cosa es en caso de contagio, donde se tendrán que programar lavados en agua caliente (entre 60 y 90 grados) y lavar la ropa del afectado de manera independiente al del resto«, explica el responsable de Cuisad.
Con respecto a las toallas, el especialista añade otro consejo a tener en cuenta: «Es conveniente evitar que estén húmedas; en estos casos hay que cambiarlas todas las veces que sea necesario«, insiste. Hay que destacar, en este sentido, que el hecho de que la principal medida de prevención para evitar contagios sea lavarse las manos con mucha frecuencia tiene un efecto directo en esta ropa del hogar, que tiende a estar más húmeda de la cuenta. Ese cuidado extra lo amplía Bellido al resto de la ropa que se use mientras dure la cuarentena: hay que evitar la humedad al máximo, de modo que cuando se recoja hay que asegurarse que está «completamente seca y ventilada». ¿Y cómo secarla, en secadora o tendida? En este caso, sostiene el experto, es mejor «secarla al aire y evitar en la medida de lo posible la secadora».
Por último, en los últimos días se han generado ciertas dudas en torno a la necesidad de mantener el hábito de ventilar las habitaciones antes de cumplir con tareas como hacer la cama o limpiar. «Por supuesto es recomendable ventilar las habitaciones abriendo las ventanas de veinte a treinta minutos aproximadamente«, sostiene Bellido, convencido de que más allá de estos consejos específicos la fórmula que mejor funciona es la que se aplica siempre: mantener la casa en orden y limpia al máximo. Así no sólo se gana en seguridad. También en comodidad para garantizar la convivencia. Que no es poco.
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Publicado en Diario SUR
 Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 19 de marzo de 2020.
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