HOMENAJE
A ALCÁNTARA
Teodoro
León Gross. Colaborador del Diario Sur, Málaga, en páginas de opinión. Jueves 29-11-12.
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Al maestro Manuel Alcántara,
asomado a los ochenta y cinco –eso que él llama “una buena edad para esquela”,
aunque nadie le cree en los mediodías de dry-martinis y largas sobremesas- hoy le tributan un homenaje en la Universidad
Complutense. En Madrid escribió su primera columna en 1958, y ya va para veinte
mil. Era un poeta celebrado en los cafés literarios y las noches de bohemia; y
dejó su trabajo en la Renfe para vivir de la literatura. En los sesenta se
había convertido en el mejor de `la distancia corta´, los cien metros
literarios de la columna. Alguien llamó a esas piezas `el soneto del
periodismo´, y Alcántara –que era ya Premio Nacional de Poesía- alcanzaba esa
rara perfección en trescientas palabras, con frases que fluían como sus
endecasílabos de Abderramán o Niño del 40. Madrid ha sido su casa literaria,
aunque los últimos años ha vivido ante el mar de Málaga, donde sigue deshojando
páginas, ginebras, risas, lecturas y calendarios.
La columna literaria es un
género imprescindible en la literatura española; y en la genealogía mayor,
donde Larra, Camba, Pla, Alarcón o Umbral, figura el nombre grande de
Alcántara. Al fin ha quedado atrás ese largo desdén hacia el columnismo con el
baldón de género de segundo rango,
literatura menor como dictaminaba la Academia ante el ingreso de Pacheco o
Fernanflor en el XIX. Los propios
escritores tomaban la columna como una concesión vergonzante –González Ruano
popularizó aquello de “no soy un escritor de periódico, sino en periódico” para
marcar distancia con la redacción atropellada del periodismo- a la que se
prestaban para sobrevivir. Lo que Clarín llamaba `la ley del garbanzo´.
Escribir en España seguía siendo llorar, como había dicho Larra a pocas semanas
de morir, pero en los periódicos sacaban unas monedas. Cuando Alcántara se
lanzó al vacío salía a 136,50. Pero él, sin los viejos prejuicios encontró el
género a la medida de su genio. Como Larra o Umbral, ahí ha dado lo mejor de
sí.
Hoy disfruta de un homenaje
porque es el decano de la columna, tras medio siglo largo, pero sobre todo
porque es un grande. No hay más. Dos generaciones y media (Ruano, umbral,
Campany, Raúl del Pozo, Camacho, Gistau, Antonio Lucas) lo han venerado. Cada
día se sienta a su vieja Olivetti –el ordenador no es condición de oficio- con
la asombrosa capacidad de escribir a
pulso sin correcciones; y descubre una forma de ver la realidad, piadosamente
irónica y poéticamente sencilla. Es de eso pocos columnistas que han llegado a
crear una obra, pieza a pieza, porque en definitiva artículo etimológicamente
es la parte de un todo (artus). Como hoy se lee a Larra, a Camba, a Pla, a
Ruano, a Umbral… siempre quedará Alcántara.
TEODORO
LEÓN GROSS.
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EL
AVANCE DE LOS JÍBAROS.
MANUEL
ALCÁNTARA
Columna
de opinión. Contraportada del diario SUR. Málaga 30-11-12.
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Bruselas ataca de nuevo y ha
prohibido a los bancos rescatados y a los que están a medio rescatar que
vuelvan a donde solían, o sea, al ladrillo. Se conoce que ya está construida la
muralla, aunque no tengamos una almena que sea nuestra. Ni siquiera podemos
asomarnos para sentir el vértigo de las cifras: la inyección de 37.000 millones
de euros no es gratis total, sino totalmente interesada. La condición del trato
es doble: hay que conseguir que empleen todas sus fuerzas en el llamado
`negocio tradicional´ y que sigan su tradición de despedir a gente. Más de
8.000 empleados se quedarán sin empleo. Hay quien dice que les está bien
empleado y quien opina que, por muy malos que hayan sido, no merecemos un
castigo semejante.
El mando a distancia dispone
de un ejército de jíbaros expertos en toda clase de reducciones, menos el de cabezas
pensantes, ya que se quedarían en nada. Reducir el tamaño de las cajas
nacionalizadas y convertirlas en cajitas exige la fabricación de muchos
pañuelos para el adiós y para secarse las lágrimas. La capacidad operativa de
las que fueron entidades benéficas ha sido maldecida, pero el FMI afirma que
España crecerá un 1% en el 2014. Menos da una piedra de la muralla. La
felicidad, que a veces consiste en que cese el dolor, está a la vuelta de la
esquina, pero doce meses son muchos para los españoles que van a ver jibarizada
su paga mensual. Se trata de aguantar la mala racha, pero que nadie nos engañe
llamándole así, porque la racha tiene el tamaño del futuro. Como el famoso
letrero de las tabernas, el eslogan gubernamental es `hoy no se fía, mañana
sí´. Están en huelga los jueces y los fiscales que anuncian paros y se suman a
los abogados, los profesores, los médicos y los pilotos de Iberia. España está
cerrada por reforma o por rescate. Vamos a ver lo que queda de ella después de
la reducción.
MANUEL
ALCÁNTARA
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Con la copia de estos dos
artículos de opinión he querido unirme al homenaje que rinden hoy a este escritor fuera de serie que durante los
362 días del año que se publica el diario, (363 los bisiestos), desde hace muchos, con su ironía,
bondad, sencillez y ánimo de lucha, me
da el alimento espiritual de cada mañana.
Victoriano Orts Cobos.