sábado, 30 de diciembre de 2017

2018

2018
SR. GARCÍA .
Cruce de vías

Mañana celebraré el cambio de año en un rincón sagrado de la infancia que se encuentra a seis mil kilómetros de casa. Sólo la memoria mantiene vírgenes los territorios

José Antonio Garriga Vela
JOSÉ ANTONIO GARRIGA VELA
Mañana estaré a casi seis mil kilómetros de casa dispuesto a traspasar la frontera del 2018. La curiosidad me impulsa a visitar uno de los lugares que marcan la historia sagrada de la infancia. Ciudades, ríos, mares, desiertos y montañas, cuyos nombres me trasladan a esos espacios mágicos de la niñez que he ido reconstruyendo en la imaginación a lo largo de los años. Sólo la memoria mantiene vírgenes los territorios. La fantasía levanta ciudades y traza itinerarios que algún día se vuelven reales. Últimamente los amigos parecen haberse puesto de acuerdo en regalarme mapamundis a los que es preciso rayar la superficie para descubrir el nombre de los países con sus ciudades y accidentes geográficos. Lugares que permanecen ocultos hasta que regresamos del viaje. Pero he de confesar que también tengo recuerdos de sitios a los que nunca he ido. Uno de estos lugares es el que mañana, por fin, visitaré. ¿Quién no ha paseado alguna vez por las calles de una ciudad desconocida como si anduviera por el pasillo de casa?
Vivo tan ajeno al mundo real que apenas mantengo relación con las personas que me rodean. No suelo pasear por el Centro de la ciudad, apenas veo a nadie. Cuando salgo de casa es para subir a un avión y volar lejos. Vivo más fuera que dentro según se mire. Cuando estoy encerrado en mi mundo viajo por el amplio territorio de la imaginación. Dicen que los que viven aislados envejecen antes. Yo no comparto esa idea, al contrario. La imaginación es la cometa más alta que uno puede llegar. El destino se encuentra cada día más cerca y hay que aprovechar el viaje. Lo que hace años era un misterio lejano hoy lo contemplamos a la vuelta de la esquina.
Cada día que pasa, la infancia está más presente. De niño me enseñaron que el hecho de despertarse cada mañana es un milagro y constituye toda una aventura. Entonces, yo quería ser misionero. No con el propósito de convertir a los paganos sino para viajar a países remotos. Viajar, rascar la superficie del mapa y descubrir lo oculto. La curiosidad nos mantiene vivos. Después el mundo fue empequeñeciendo, la técnica y los medios de comunicación transformaron la Tierra en una superficie tan plana, limitada y rectangular, como una pantalla. «Si no andas con cuidado caes al abismo», me decían. He aprendido que hay que mirar hacia adelantesin hacer caso de los cantos de sirena que constantemente se interponen en nuestro camino con la intención de romper los sueños y amargarnos el viaje. Mañana celebraré el cambio de año en un rincón sagrado de la infancia que se encuentra a casi seis mil kilómetros de casa.
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Publicado en Diario SUR
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 30 de diciembre de 2017.

sábado, 23 de diciembre de 2017

NOCHE SIN MAÑANA


MANUEL ALCÁNTARA
Nos queremos separar de nosotros mismos y eso es tan difícil como esquivar a nuestra sombra. Los triunfos históricos, como el de Arrimadas, no bastan para desplazar al independentismo, porque la Historia está por escribir y los amanuenses andan un poco despistados. El PP ha resultado barrido y no hay quien recoja sus restos mortales, que algunos creían que eran inmortales. Puigdemont, que estaba tan contento en Bruselas, siguiendo el escrutinio desde lejos, se ha impuesto a Junqueras. El partido del expresidente, fugado en Bélgica, ha superado al de Esquerra Republicana y los números cantan. Aunque nos tapemos los oídos debemos oírlos y oír no es lo mismo que escuchar. La mayoría separatista ha ganado en las urnas catalanas. Eso es todo, pero no finaliza nada. Lo bueno, lo malo y lo peor están por venir. Solos o en compañía de otros.
Debemos estar preparados todos, porque el porvenir es un por llegar. Al Tiempo cuando se escribe con mayúscula, jamás se le hace tarde, pero la verdad es que los catalanes, vistos en su desigual conjunto, se están poniendo pesadísimos. No encuentran la posible felicidad, sino que están impidiendo la nuestra. El hundimiento limita las ya escasas posibilidades de Rajoy, que está haciendo más de lo que puede hacer. ¿A dónde va a ir España acarreando la joroba catalana a sus cargadas espaldas? Los que creemos que nos salvamos todos juntos o nos hundimos a la vez, desconfiamos de ellos, pero también de nosotros. La victoria de Ciudadanos no impide la mayoría separatista, pero nos hace olvidar que todo el que quiera separarse, tarde o más tarde se separa, porque luego es nunca. Esa es la patria que nos ha tocado. La queremos porque es la nuestra. Una razón suficiente.
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Publicado en Diario SUR el día 23/12/17
.Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos
Málaga 23 de diciembre de 2017.

jueves, 21 de diciembre de 2017

UN MILLÓN PARA EL MEJOR

OSKAR BELATEGUI
Muy de vez en cuando la televisión descubre héroes cotidianos que te congracian con el medio. Antonio Ruiz es uno de ellos. Este murciano de 45 años, músico autodidacta en paro, ha completado el rosco de 'Pasapalabra' tras permanecer 126 programas. Con el bote de 1,16 millones de euros pretende dar a su hija «la mejor educación», abrir una librería de obras de segunda mano y viajar con su mujer. Aunque de momento no gastará mucho, advierte, hasta saber qué parte del premio se quedará Hacienda.
Uno no sabe si amar a Antonio por la sabiduría y rapidez de reflejos que ha demostrado en el concurso de Telecinco -en 2015 ya ganó 'Saber y ganar'- o por la mesura y sentido común que desprenden sus palabras al saberse millonario. Que en la era de 'Gran Hermano' el triunfador de un espacio televisivo aspire a abrir una librería de viejo devuelve la fe en el género humano. Sobre todo en una cadena que premia a los vencedores de sus programas con el paredón de 'Sálvame' o la portada de 'Interviú'.
Hace ya mucho tiempo que los concursos exigen a sus participantes que sean alegres y dicharacheros, que no se limiten a contestar bien sino que den espectáculo. La identificación del espectador con ellos día a día los convierte en personajes tremendamente populares. Robert Redford lo sabe bien y en 1994 dirigió 'Quiz Show. El dilema', la crónica de uno de los mayores escándalos de la televisión estadounidense en los años cincuenta. Su protagonista era un miembro de la élite WASP, un apuesto profesor de Columbia perteneciente a una prestigiosa familia de intelectuales, que ganó durante tres años un popular concurso. Hasta que su rival, judío y poco agraciado, denunció que todo era una farsa para que América tuviera un espejo en el que regodearse.
Ya nadie recuerda la repercusión que alcanzaba en la España hambrienta de conocimiento de finales de los sesenta 'Un millón para el mejor'. Su ganadora, Mercedes Carbó, reveló que había participado por su hija, discapacitada intelectual. Hoy, colegios y centros de educación especial llevan el nombre de aquella 'mamá del millón'.
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Publicado en Diario SUR el día 21/12/17.
Copiado/pegado de Internet por  Victoriano Orts Cobos.
Málaga 21 de diciembre de 2017.

viernes, 15 de diciembre de 2017

En tándem a Marruecos

Juanma y Sergio Aznárez pedalean durante el viaje que les llevó desde Cuenca hasta el Atlas marroquí. :: r. c./
Juanma y Sergio Aznárez pedalean durante el viaje que les llevó desde Cuenca hasta el Atlas marroquí. :: r. c. 

Juanma y Sergio Aznárez, que nació ciego y es autista, plasman en un libro su viaje desde Cuenca a las faldas del Atlas

DANIEL ROLDÁN
Juanma quería hacerle un regalo a su hermano Sergio. Un regalo muy particular. Una locura. De esas locuras que se hacen cuando uno es joven: ir en bicicleta desde Cuenca hasta Marruecos. El motivo era ver a Mati. Una amiga de Sergio. La chica de las pulseras que hacía sonar cuando se acercaba a Sergio siendo un niño. Y siempre lo hacía con una sonrisa y diciendo cosas bonitas. Siempre alegre para ese pequeño tan especial. El primero que nació sin globos oculares en ese hospital madrileño durante 1986. Pero, además, Sergio es autista. Se lo diagnosticaron cuando apenas tenía seis años.
«Cuando era un bebé, me lo imaginaba de mayor sentado en un sillón, en su mundo. Pero ahora tiene una vida propia. Es un privilegio tenerlo en mi vida», dice Mari Ros Rosado, madre orgullosa de Sergio y de Juanma, que dio forma de libro a la aventura de sus dos retoños. Ese manuscrito se presentó al premio Feel Good organizado por Plataforma Editorial y la obra social de La Caixa. Y venció entre 510 trabajos presentados para impulsar el optimismo. Un libro que cuenta dos viajes. El primero, el que hicieron Juanma y Sergio a través de más de 1.300 kilómetros hasta la recóndita aldea de Tunerhir. El cineasta Juan Rayos plasmó esta experiencia en un documental que ha viajado por medio mundo (Rusia, Brasil, China, Filipinas, Polonia, Colombia, Egipto, Estados Unidos o Argentina) desde que se estrenó en el Festival de Málaga hace dos años.


El segundo trayecto es más introspectivo. «Es el de Sergio, un bebé que nace sin ver y que se enfrenta a un mundo desconcertante», añade la madre, que decidió escribir este proyecto vital como si fuera Sergio, para expresar lo que su hijo mayor no puede explicar. Porque si es por hacer, Sergio no para quieto. Nada, asiste a clases de yoga, recibe clases de piano y percusión y es capaz de recitar algún poema de Pessoa. «Soy feliz», dice con una sonrisa y pensando, tal vez, en nuevos viajes.
Porque la aventura no termina en el tándem por Marruecos. Los dos Aznárez han regresado hace poco de Estados Unidos, donde han recorrido parte del gigantesco país en bicicleta disfrutando de cada pedalada, de cada momento.
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Publicado en Diario SUR el día 15/12/17.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 15 de diciembre de 2017.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Marcelino, el espejo de Chaplin


Nacido en Jaca, Marcelino Orbés Casanova era en las pistas circenses Marceline, 'El príncipe de los payasos'. :: Diputación de Huesca/
Nacido en Jaca, Marcelino Orbés Casanova era en las pistas circenses Marceline, 'El príncipe de los payasos'. :: Diputación de Huesca 

Una exposición y dos libros rescatan del olvido al genial payaso aragonés al que admiraron Charlot y Buster Keaton

MIGUEL LORENCI
El sombrero y el bastón de Charlot quizá no serían universales si Chaplin no se hubiera cruzado en su camino con Marcelino, el primer payaso global. Dos libros y una exposición rescatan de un injusto olvido la figura de Marcelino Orbés Casanova, (Jaca, 1873-Nueva York, 1927), un 'clown' genial que ascendió de la nada al Olimpo circense. A los noventa años de su tristísimo adiós -se pegó un tiro-, se reivindica el genio del «príncipe de los payasos», «el mejor del mundo» para el genial histrión Buster Keaton.
El periodista de 'Heraldo de Aragón' Mariano García averiguó en 2004 que Marceline -así se anunciaba- nació en el Pirineo de Huesca. Niño acróbata, Orbés trabajó en el Circo Price de Madrid y el Teatro Alegría de Barcelona. Con veinte años era ya un gran payaso augusto -el bonachón- que paseó su talento por Ámsterdam, París y Londres, donde hizo debutar a un joven y desconocido Chaplin. Llegó a Nueva York como un ídolo de masas. Silbando y sin pronunciar palabra, atrajo multitudes durante años, hasta que el circo dejó de ser el mayor espectáculo del mundo. Su estrella se apagó, como los astros del cine mudo.
Antes, su luz iluminó a Chaplin, quien se miró en el aragonés para crear a su vagabundo con bombín y bastón. Keaton dijo de Marceline que era «el mejor payaso que vi jamás» y Cary Grant recordó con ternura cómo actuó con él en el Hippodrome de Nueva York cuando el actor tenía 14 años. En Londres se vendieron juguetes inspirados en Marceline. Orbés dirigió una escuela de circo por correspondencia y protagonizó un cómic en 'The New York World'. El cronista E. B. White dijo al revisar la 'belle époque' neoyorquina que Marceline fue una de sus grandes figuras, junto a Walt Whitman, Rodolfo Valentino, Hemingway o Joe Gould.
El 5 de noviembre de 1927, 'The New York Times' daba cuenta en portada, como otros periódicos de todo el del mundo, del suicidio de Marcelino en un hotelucho. Se descerrajó un tiro con la pistola en la se gastó sus últimos quince dólares. Hubo colecta para pagar su entierro. «Todo el mundo sabe que Chaplin se inspiró en Marcelino», escribió John Seissors en su necrológica de 'La Correspondencia de España'.
La rueda del olvido sepultó pronto su memoria. Participó en dos películas de las que no queda rastro. Solo se conservan cinco segundos de otra filmación que se ve por primera vez en Huesca. Desternillante en la pista, ultratímido en su vida personal, se disfrazaba para pasar desapercibido en la calle. Trece años ha necesitado Mariano García para su libro 'Marcelino, el mejor payaso del mundo' (Mira Editores), el brillante trabajo que sacó al payaso de la nebulosa. Coincide en las librerías con 'Marcelino. Muerte y vida de un payaso' (Pregunta ediciones) de Víctor Casanova Abós, comisario con Jesús Bosque de 'El príncipe de los payasos', la muestra con casi 300 piezas, algunas inéditas, que acoge hasta febrero la Diputación de Huesca.
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Publicado en Diario SUR el día 11/12/17.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 11 de diciembre de 2017.

martes, 5 de diciembre de 2017

La dignidad del 4D




Manuel Castillo

MANUEL CASTILLOMálaga
Hay que ir sacando del armario el sentido reivindicativo que como andaluces tenemos guardado desde hace 40 años, cuando dos millones de personas salieron a la calle con el simple objetivo de no ser menos que los demás. Aquel 4 de diciembre de 1977, Andalucía calló a aquellos que querían ser más y mejor que el resto para construir una España de dos velocidades.
En Andalucía, el sentimiento nacionalista nunca ha tenido un especial arraigo y el andalucismo ha deambulado entre el artificio y la necesidad política, porque los territorios siempre necesitan de un relato épico capaz de aglutinar aspiraciones y esperanzas.
A los andaluces siempre les ha unido mucho más la dignidad que el territorio, el hambre que el poder, con el aparente aire despreocupado que otorga la sabiduría frente a la impostura. Andalucía es la gran biblioteca de España, donde las grandes civilizaciones dejaron su impronta durante miles de años y cuyo legado se observa paseando por cualquier rincón de esta región y en el ADN de los andaluces.
Y el paso de griegos, romanos, fenicios, visigodos o musulmanes fue esculpiendo la personalidad de un pueblo erudito, listo, vivo, cuya historia no requiere de libros de texto para reinventarla. Andalucía vuelve cuando otros van, porque sabe de conquistas e invasiones, porque fue imperio y sus gentes sufrieron a príncipes, reyes y señoritos. Aquí, en Andalucía, muchos han venido para esquilmarla, como hicieron con la floreciente industria metalúrgica, que acabó en el País Vasco, o con la textil, que terminó en Barcelona.
España siempre miró Andalucía por encima del hombro, y cuando no lo hizo sólo fue cuando en Madrid mandaban gentes de aquí. Ocurrió con Cánovas y con González; y con un puñado de ministros que siempre han barrido para casa. Yo no tengo duda. De no ser así no habría habido tren de alta velocidad a Sevilla y luego a Málaga o un aeropuerto como el de la Costa del Sol.
Andalucía es la región, por contra, que mejor encaja en España. Quizá por ello está llamada a liderar la defensa de un modelo territorial solidario, en el que todos los españoles seamos iguales. Y es en esta tarea en la que todos los andaluces debemos empeñarnos como hicimos hace 40 años. Andalucía es de fiar y no debe admitir que desde Cataluña o el País Vasco o desde los gobiernos acomplejados de Madrid se rediseñe una España desigual a golpe de talonario y deslealtades.
El sistema de financiación autonómica es el principio de una larga batalla en la que Andalucía se juega mucho más que un presupuesto; se juega su dignidad. Y ahí, sin tantas banderas ni fronteras, es cuando los andaluces siempre dan la talla.
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Publicado en Diario SUR por Manuel Castillo,  director de dicho Diario .
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 5 de diciembre de 2017.

sábado, 2 de diciembre de 2017

A QUIÉN LE IMPORTA

MARA TORRES
Uno de mis profesores de Redacción Periodística cuando algún estudiante sugería que quería ser corresponsal, nos echaba la bronca: «Venís tan contentos fantaseando con marcharos a contar lo que pasa lejos cuando a la gente sólo le importa lo que pasa cerca, lo demás le da igual. Y si no da audiencia, al medio también le da igual».
He pensado varias veces en aquellas clases durante estas semanas en las que la mayoría de los medios de comunicación españoles han dedicado todo espacio y su tiempo a contar, opinar, interpretar y hacer vaticinios –muchos de ellos no cumplidos, aunque esa autocrítica sea otro cantar– acerca de Cataluña, sin hueco para el resto de noticias que ocurrían en el mundo, algunas graves y otras muy graves. Voy a citar tres de ellas: una relacionada con Siria, otra con el cambio climático y otra con los rohingyas.
A principios de noviembre el equipo de investigadores de la ONU y de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas presentó ante el Consejo de Seguridad sus conclusiones sobre el ataque con gas sarín perpetrado en la ciudad siria de Jan Shijún el 4 de abril. La masacre, que dejó más de cien muertos, conmocionó a la comunidad internacional y a todos nosotros, que vimos a decenas de personas, muchos de ellos niños, convulsionando hasta dejar de respirar ante las cámaras de los reporteros que cubrían el conflicto. Siete meses después, cuando el informe definitivo concluye que hay pruebas contundentes que apuntan al régimen sirio de Al Assad, la noticia apenas tiene espacio en la prensa española. A quién le importa un país desangrado, los millones de muertos y las ciudades arrasadas. A quién le importa ya Siria.
Otro de los asuntos prácticamente obviados durante estos días ha sido la Cumbre del Clima de Bonn, la COP23. Según datos de la OMS la polución, entre otros perversos efectos, mata cada año a 6,5 millones de personas. Lo que se decida en Bonn establecerá las reglas para el cumplimiento del Acuerdo de París, con Estados Unidos, por primera vez, fuera de juego. Y qué más da.
En tercer lugar quiero mencionar el éxodo de los rohingyas, la etnia musulmana de Birmania que ha huido de Myanmar tras una operación que la ONU ha bautizado como «limpieza étnica de manual». El ejército birmano ha quemado sus casas, violado a sus mujeres y asesinado a familias enteras como represalia a una revuelta que se produjo en agosto. Ver a decenas de miles de rohingyas caminando por una estrecha lengua de tierra hacia Bangladesh –sin comida, sin lugar de acogida ni de regreso–, es uno de los ejemplos más lúcidos de hasta dónde puede llegar la barbarie humana y hasta dónde el espíritu de supervivencia. La líder del país que les expulsa es una Premio Nobel de la Paz, pero quiénes son esos rohingyas.
Estos días, además de al profesor de Redacción Periodística, he recordado al de Relaciones Internacionales. Entraba por la puerta después del primero y también le iba echarnos la bronca: «¡No me seáis ingenuos ni cortoplacistas, leñe! –soltaba como un exabrupto cuando alguno sugería que lo que importaba era lo que nos tocaba cerca–. Lo que ocurre en la otra parte del mundo, por muy lejos que parezca, acabará repercutiendo directamente en nosotros. Sólo es cuestión de tiempo».
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MARA TORRES ES PERIODISTA Y ESCRITORA.

Publicado en Diario SUR el día 28/11/17.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 2 de diciembre de 2017.