Para ti. Espero que te hayan llevado a ver el mar.
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El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste del mar?
En sueños, la marejada me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste acá?
1 comentario:
Para los que estamos acostumbrados a sentir y oler cerca al mar, la mar, es fácil comprender la nostalgia que Alberti pudo sentir.
Estoy maravillada de ver la recopilación tan fantástica que estás haciendo para tu blog, Victoriano. Aqui venimos a empaparnos de belleza.
¡Besos!
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