Si mi voz muriera en tierra llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar y nombardla capitana de un blanco bajel de guerra.
¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento la vela!
Rafael Alberti
1 comentario:
El mar tiene un hechizo especial que este maestro poeta sintió y transmitió en sus poemas.
Gracias de nuevo por ofrecernos el placer de leerlo aqui.
Un beso
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