TU DOLOR ES MI DOLOR
A Iti.
...Y aquí seguimos. De nuevo en nuestra senda.
Mirando al frente. Caminando juntos.
Una tormenta negra de dolor y nieve transformó
nuestra primavera en duro invierno.
El Gran Estratega, en su mayor aburrimiento
y maldad, no tuvo otra ocurrencia mejor que la de
trastornar nuestra laboriosa y pacífica existencia,
obligándonos a recluirnos en nuestro cuartel
de invierno.
¡Qué satisfecho debió sentirse de su odisea!
Sorprendidos en principio, reaccionamos con
prontitud arropados por una fiel inmensa
minoría, poniendo en práctica nuestra
rudimentaria defensa.
La única posibilidad de victoria era cogerlo
distraído y atacar esperando que ante su
Infinita Superioridad se hubiese confiado.
Y así fue. Lo sorprendimos embriagado en
su grandeza, y, lo derrotamos dejándolo
sumido en el mayor de los ridículos.
(Es evidente que la prepotencia puede hasta
con los Dioses).
Liberados de nuevo, y conscientes de que la
guerra la perdimos al nacer, nuestro deber
es hacerle difícil las batallas. Mientras nos
queden fuerzas debemos seguir luchando
sin rendirnos. Caminando firmes hacia
El Más Allá, o Hacia La Nada.
¡Juntos! Cogidos de la mano y del corazón.
Compañera del alma, compañera.
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Victoriano Orts Cobos.
(Re)visado el día 16 de septiembre de 2016.
1 comentario:
Enhorabuena por la Victoria, tu nombre ya lo lleva impreso. Me emociona leer tan profundas palabras surgidas de situaciones tan duras. Vencer todas las guerras y por fin la batalla, qué más se puede pedir.
Me alegro de corazón.
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