SEGUNDA JORNADA DE REFLEXIÓN

SEGUNDA JORNADA DE REFLEXIÓN

DE MÁLAGA A LA VICTORIA. CAPÍTULO LIII

(Viaje virtual de Málaga a La Victoria, (Córdoba)  a través de los polos, por los Meridianos 4º O y 176º E).

Torre de Don Lucas, La Victoria.
Fotografía:es.wikiloc.com 

VIAJE A MIS RAÍCES

En la dulce y sonora soledad voluntaria de esta nanoisla de este pequeño Reino Constitucional de Tuvalu, situado practicamente en el centro del Océano Pacífico espero el paso de este día para recibir mañana otro nuevo  para conmemorar el 76 aniversario de mi llegada a este mundo a través del vientre materno de la mujer más querida y admirada por mí en mi ya larga vida.

Fue, según me han contado; ( yo no lo recuerdo), un día invernal de finales de otoño cuando la buena de Victoriana Cobos Romero, ya muy mayor en aquella época,  1.938, para que una mujer de 42 años, que nueve meses antes se creyera ya yerma, se pusiera de parto.

Era la novena vez que pasaba por aquel trance.Una de ellas, la sexta, por duplicado: por lo cual, fuimos diez los hijos que trajo a la vida. El último que fui yo, por equivocación. ¡Cuanto me quiso a pesar de todo! Quizás más que a los demás, si es que una madre puede querer más a un hijo que a los otros.

Mi nacimiento como el de casi todos los demás tuvo lugar en la "República Independiente de Pocatorta". Ningún sanitario de La Victoria intervino en el parto, este se produjo en el hospital del dormitorio de mis padres y los sanitarios (sanitarias en este caso fueron las vecinas del barrio como era tradición en aquellos tiempos. (hoy por ti, mañana por mí).

A mi madre y a este barrio ya desaparecido, como la mayoría de sus moradores de aquella época quiero dedicarles este viaje virtual.

Fue un 5 de diciembre de 2.013 cuando comencé esta inverosímil e inédita aventura. Al día de hoy, no he visto ni oído, ni tampoco leído nada similar sobre alguien que a través de dos meridianos que se complementan formando una circunferencia alrededor de la tierra, haya ido de un lugar a otro dando la vuelta al mundo a través de Los Polos, aunque el viaje haya sido virtual. "Al Cesar lo que es del Cesar". No me comparo con nadie, pero repito; No sé de nadie que haya llevado a la práctica una idea semejante aunque sea una ensoñación como la que yo estoy protagonizando.

Fotografía:www.datuopinión.com 

Aquí, en Niulakita, la isla más al sur de Tuvalu, en un territorio con  un diámetro de poco más de  1 km ; rodeado de agua por todas partes; sintiendo la sensación de estar en una balsa a la deriva en este inmenso Océano Pacífico contemplo la despedida del astro rey, esperando paciente su regreso de mañana.

Hasta llegar a este territorio he cruzado una vez el Trópico de Cáncer, dos veces el trópico de Capricornio, una vez la Línea del Ecuador por occidente, el Círculo Polar Antártico, el Polo Sur,  y en este momento estoy a las puertas (es un decir, a 1.100 Km) de cruzar de nuevo la Línea Ecuatorial, en este caso por oriente.

Es cierto que en este viaje no todo el tiempo ha sido placentero, no. confieso que en bastantes ocasiones me he sentido solo. Solo ante el desierto  del cambio de impresiones con esos 15 ó 20 internautas que visitan diariamente este blog.

  Últimamente me pregunto "¿Cómo puede ser  posible que una propaganda cultural como la que estoy realizando semana tras semana durante un año, no merezca unas palabras de reconocimiento por parte de los representantes legales de los vecinos del lugar a la que va dirigida,?"  

Son momentos depresivos que me invaden y a veces pienso en "tirar la toalla", pero afortunadamente esta depresión dura poco, pues una fuerza superior me dice que hay que continuar, que hay que seguir adelante, que este es un viaje de confirmación con mi aldea. Que la estoy dando a conocer a nivel internacional por todo el mundo y que esta experiencia  me está enriqueciendo cultural y humanamente. a lo que debo añadir un dato muy importante, que es, que  el desertar es cosa de  cobardes, y que de los cobardes solo se han escrito cobardías, y... ¡ hasta ahí podíamos llegar!

Otra justificación es la lógica a seguir la marcha. Debido al punto del viaje en que me encuentro, con más de la mitad del recorrido realizado, sería mucho más traumático retroceder que seguir adelante. Eso, un niño lo comprendería, así pues, no le demos más vueltas, no pensemos más en negativo, y olvidémonos de volver la vista atrás.

Victoriano Orts Cobos.
(Re)visado el día 27 de diciembre de 2016.
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