A CLEOPATRA IN MEMORIAM
DE MÁLAGA A LA VICTORIA, CAPÍTULO XCI.
(Viaje virtual de Málaga a La
Victoria, (Córdoba), a través de los polos, por los Meridianos 4º E y 176º O.
Veinte años humanos que equivalen a una vida muy larga para un felino de tu
especie has vivido entre nosotros. Llegaste a mí de manera sorpresiva. Fuiste
un regalo inesperado que me hicieron Aniví, Francis y Patricia (*). Tenías
apenas un par de meses de existencia y venías infectada de parásitos que nos
encargamos con urgencia en eliminar, asesorados por quién fue desde entonces tu
sanitaria. Fuiste desde el principio la mascota mimada de la familia. Te
adueñaste de todas las estancias de la casa, y de todas sus comodidades salvo la del dormitorio de
mamá y la de su butaca. Aunque al principio luchaste por su posesión, ante su
intransigencia comprendiste que no era posible poseer dichos elementos y
desististe en la lucha de anexionártelos. Tu primer y único celo nos hizo
comprender que no podrías tener un segundo y, por higiene para ti y para los demás, optamos por la
castración, por tal decisión, por haberte privado de uno de los regalos más
hermosos que la Madre Naturaleza brinda
a todos los seres vivientes, siempre ha quedado en mi conciencia un complejo de
culpabilidad por dicho acto.
Durante toda tu
larga vida me has acompañado, siendo testigo fiel de mis inquietudes y tu
presencia me servía de terapia relajante. Pero todo tiene su final y ese final
tuyo ha llegado antes de terminar este viaje virtual en el que me has dado
compañía. Tus últimos años han sido muy duros para ti, como también suelen
serlo para todo ser viviente. La vejez, Cleopatra, es muy dura, muy deprimente,
y ante esa realidad, en tu caso tomamos la dura determinación de dormirte para
evitarte padecimientos. Fue muy duro, pero hubo que hacerlo. Mi satisfacción ha
sido el ver que te dormiste acunada entre mis brazos, ante la intervención de tu
veterinaria.
Ya me gustaría a
mí, cuando llegue el momento del tránsito de mi vida hacia LA NADA, tener la
suerte que has tenido tú, de no sufrir y de estar acompañado por mis seres
queridos como lo has estado tú con todos nosotros.
Descansa en paz,
mi dulce y querida pacífica felina Cleopatra.
(*) Mis hijos y mi
nuera)
Victoriano Orts Cobos.
(Re)visado el día
16/05/2017.
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