Doscientos sesenta han
sido los trovadores que han concurrido a
este certamen, y que han desgranado en él un verdadero sartal de joyas poéticas,
recorriendo la gama de todos los géneros literarios.
De los noventa que aspiraron a la Flor natural, no pocas
merecieron los honores de un atento examen por parte del jurado, pero una de
las composiciones, desde el primer momento, cautivó el gusto de los jueces que
solo buscaron en las demás otra que pudiera aproximársele.
Pertenece la composición premiada al género mixto y, entre
sus clases, a la poesía bucólica rimada en bellas y armoniosas silvas.
Revela un alma saturada de amor a la vida tranquila del
hogar honrado y un conocimiento nada vulgar de los clásicos latinos y
castellanos.
Horacio con su Beatus
ille...., Virgilio con su Oh
fortunatos nimiun...., y más tarde Garcilaso con sus Églogas y Gabriel y Galán con sus Castellanas, han sido los mentores que han guiado la pluma del
inspirado autor de “La escondida Senda”
Traza en ella el poeta un cuadro encantador de los placeres
puros e inocentes, excitando los sentimientos más tiernos del alma, celebrando
los goces que proporciona la vida del campo, la tranquilidad del retiro y la
sencillez e inocencia del alma campesina, para inculcar el amor a aquella vida tan
apacible y exenta de crímenes y perfidias.
Cuadro viejo, en verdad, que viene
perfilándose desde las edades
patriarcales, y siempre nuevo, porque el alma soñadora descubre cada día en él
nuevas luces, nuevos encantos que le revisten de juventud y belleza.
¡Bienaventurado el poeta que, como el señor Herrera Muñoz,
lleva un alma saturada de fe cristiana, que cual bruñido espejo de tranquilo
lago puede reflejar las múltiples facetas del Joyel eterno, que con su
Providencia alegra la vida errante de sus criaturas!
No criticaré al detalle las hermosas estrofas de esta
composición, que vais a tener el gusto de saborear dentro de breves momentos,
pero tampoco pasaré sin decir que, si su autor es andaluz, bien parece haber
tenido su cuna en la ancha y severa meseta de Castilla, templo grandioso
abierto al culto de Dios, al del trabajo honrado, al de la casta esposa, y al
de los sanotes y alegres hijos.
El poema del Duero,
que lleva como lema Por Castilla y por
León, y que mereció el Accesit, pertenece al género lírico con carácter de oda, rimada en estrofas de seis versos
alejandrinos, y si bien es cierto que encierra pensamientos sublimes y
oportunísimas figuras retóricas, sin decaer en interés y valentía, por lo que
revela a su autor como un poeta nada vulgar, adolece sin embargo de algún
descuido en la entonación que le resta brillantez y armonía, por lo que el Jurado lo juzgó digno sólo del Accésit del
Premio a que aspiraba.
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Zamora 17 de septiembre de 1920
El Secretario del
Jurado.
Francisco Gutiérrez Vara, Pbro.
Catedrático de Latín y Literatura en el Seminario de San Atilano.
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Málaga 22 de abril de 2016,
fecha de la confección de este capítulo.
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Málaga 22 de abril de 2016,
fecha de la confección de este capítulo.
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