viernes, 7 de agosto de 2020

«Disfrutar y exprimir la vida es algo innegociable»

«Disfrutar y exprimir la vida es algo innegociable»
VALERO RIOJA

El perdón, el humor y el deporte han sido cruciales para ella. Con un optimismo «a prueba de bomba» lucha por contagiarlo para escalar todos los ochomiles de la vida

Miguel Lorenci
MIGUEL LORENCIMadrid
No ha dejado que el brutal atentado de ETA que la mutiló en 1991 lastrara su vida. Con doce años Irene Villa (1978) perdió las dos piernas y tres dedos de una mano. Gracias a su 'madre coraje' se aferró a la vida con fuerza. Hoy es madre de tres hijos, psicóloga, periodista y escritora y lucha con denuedo por la felicidad. El perdón y el humor son cruciales para lograrlo. Activa deportista, al frente de una fundación dedicada a la inclusión laboral y al deporte adaptado, no deja de escalar 'Los ochomiles de la vida', título de su próximo libro.
-¿Cuáles fueron sus últimos ochomiles?
-Como para muchos españoles, asumir la pérdida de un ser querido sin poder despedirle y hacerle el funeral cuatro meses después de su partida por el coronavirus. El año pasado fue una cuarentena con dolor paralizante resuelta a la tercera operación: la rotura del tornillo que llevo oseointegrado en el fémur izquierdo y gracias al que muevo la prótesis casi como si fuera mi pierna. El año anterior mi separación. Antes, la pérdida del que sería mi cuarto hijo. En fin, con muchas ganas de 2021.
-¿Vivir sin rencor fue una conquista, o una necesidad?
-Fue puro instinto de supervivencia, que nos hace vivir orientados hacia lo que nos hace bien y no hacia lo que duele. Evitar el sufrimiento pasa por librarte de emociones negativas. Las más dañinas son el odio, el resentimiento y el rencor.
-¿Perdonar es necesario para vivir en paz?
-Hay un antes y un después en la vida de quien decide perdonar. Una auténtica liberación. Es un acto de amor que beneficia a quien lo otorga.
-¿Aún sueña con el atentado?
-Antes soñaba que corría y saltaba con mis piernas de carne hueso, pero hace ya muchos años que en mis sueños hay sillas de ruedas y prótesis de titanio.
-¿Cómo fue cuándo se lo explicó a sus hijos?
-Eran muy pequeños y siguieron jugando como si tal cosa. Pero saben que hubo un tiempo en el que personas que no querían pertenecer a nuestro país, secuestraban, ponían bombas y asesinaban. No todos lo recuerdan.
-¿Qué es lo primordial que quiere transmitirles?
-Que aunque la vida a veces nos muestra su lado más amargo, disfrutarla y exprimirla es algo innegociable. Es nuestra forma de agradecer el gran regalo de estar vivos.
-Su madre le dio coraje ¿Le salvó la vida después de los cirujanos?
-Sí. Me ahorró muchísimo sufrimiento inútil. En mis conferencias trato de contagiar ese sentido de responsabilidad y compromiso cuando se tienen hijos. Somos su espejo. El deber de desarrollarnos personalmente y mejorar es mayor cuando se tienen hijos.
-¿Hace yoga, piragüismo, esquía, monta en bicicleta ¿Qué le ha dado el deporte?
-¡Alas! El deporte ofrece beneficios físicos y psicológicos maravillosos, sobre todo cuando se tiene una discapacidad. Contrarresta tus posibles limitaciones.
-Dice de sí misma que es una suerte ser desmontable y que algunos chistes sobre usted le hacen gracia. ¿Reír es vivir?
-Claro. Un día sin sonreír es un día perdido. El sentido del humor ayuda mucho en las situaciones más dramáticas.
-¿Su optimismo es genético o se lo ha currado?
-Algo genético hay. De pequeña decía que cada día era el más feliz de mi vida. Pero también ha sido algo trabajado y... a prueba de bomba.
-¿Cuándo lloró por última vez?
-Hace poco. En el funeral de Santiago y Jose, dos hermanos de 55 y 60 víctimas del coronavirus. Aún se me encoge el corazón. Qué terrorífico lo que tantas familias hemos vivido.
-Jamás se mira el ombligo ¿El egoísmo es pernicioso?
-El egoísta, aunque no lo sepa, sufre. Por lo tanto, sí es pernicioso. El generoso, en cambio, disfruta compartiendo. Quizá habrá quien se aproveche de él, pero no será su problema, será de quien abuse de su generosidad.
-Es psicóloga. Describa su propio perfil.
-Alegre, perfeccionista, independiente, lanzada y, al fin, segura. Y sigo conquistando herramientas vitales como la asertividad.
-¿Su mayor defecto?
-La impaciencia.
-¿Sus retos ahora?
-Seguir compitiendo, contagiar alegría y felicidad. Criar y educar a mis hijos para que sean felices.
***********************************
Publicado en Diario SUR.
Copiado/Pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 07 de agosto de 2020.
************************************************************************************************************************************************

No hay comentarios: