miércoles, 19 de noviembre de 2008

Historia de vampiros

MARIO BENEDETTI

Era un vampiro que sorbía agua
por las noches y por las madrugadas
al mediodía y en la cena.
Era abstemio de sangre
y por eso el bochorno
de los otros vampiros
y de las vampiresas.
Contra viento y marea se propuso
fundar una bandada
de vampiros anónimos,
hizo campaña bajo la menguante,
bajo la llena y la creciente
sus modestas pancartas proclamaban,
vampiros beban agua
la sangre trae cáncer.
Es claro los quirópteros
reunidos en su ágora de sombras
opinaron que eso era inaudito,
aquel loco aquel alucinado
podía convencer a los vampiros flojos,
esos que liban boldo tras la sangre.
De modo que una noche
con nubes de tormenta,
cinco vampiros fuertes
sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos,
rodearon al chiflado, al insurrecto,
y acabaron con él y su imprudencia.
Cuando por fin la luna
pudo asomarse
vio allá abajo
el pobre cuerpo del vampiro anónimo,
con cinco heridas que manaban,
formando un gran charco de agua,
lo que no pudo ver la luna
fue que los cinco ejecutores
se refugiaban en un árbol
y a su pesar reconocían
que aquello no sabía mal.
Desde esa noche que fue histórica
ni los vampiros, ni las vampiresas,
chupan más sangre,
resolvieron
por unanimidad pasarse al agua.
Como suele ocurrir en estos casos
el singular vampiro anónimo
es venerado como un mártir.

2 comentarios:

Clematide dijo...

¿Y el poema? ja ja ja. Lo he buscado y lo he leido, es bien irónico y original, pero aqui se ha quedado...¡mudo!
Un beso!

HILACHUS (PAUL) dijo...

Original, curiosa historia en verso que lo mantiene a uno pendiente del final.
Una variante final podría ser que se convierte en un charco de agua con forma de vampiro en una ruda noche de invierno se hiela: un vampiro de los que lo atacan se golpea contra la dura capa de hielo y se aleja mellado y hecho una dolama. AL dia siguiente cuando el carro de Helios asoma por el horizonte, podía verse un vampiro de agua con una mancha roja que alimentada con el agua y el calor de Febo se
transforma en una linda Amapola...
HILACHUS PAUL