¡Hija de los
mortales! –Dijo – ¿Qué te sucede?
¿Por qué enturbian tus lágrimas mi fuente?
¿Por qué enturbian tus lágrimas mi fuente?
Washinton
Irvin. (Cuentos de la
Alhambra )
***********
Pregonaba la
fuente su frescor recordando tiempos en que caminantes de todas condiciones se
acercaban a su remanso y, tras gozar de su alimento, su frescor y su canto,
seguían su camino con energías renovadas.
Sumida estaba
en sus meditaciones cuando fue interrumpida por el ruido desagradable del
vehículo de una motorizante que tras desconectar el motor y desprenderse del
casco, se quitó el cuero que cubría su cuerpo, el resto de ropa y calzado, quedando totalmente desnuda a
ecepción de un mini tanga negro como el color de su cabello, que más que
ocultar, resaltaba el triángulo generoso de su pelvis. (Es evidente que era
verano y venía superacalorada.)
Era una mujer
físicamente perfecta. Su edad podría rondar los cincuenta años, pero ¡madre
mía! ¡Qué cincuenta años más bien
cincelados! Cogió una toalla de playa, blanca, (no podía ser de otro color) y
se dirigió hacia el manantial. Dejó la toalla a un lado y comenzó a beber, con
ansiedad primero, respirando profundamente después y bebiendo de manera más
reposada, dando paso a una lluvia indiscriminada de aquella ambrosía por todo
su cuerpo. Terminado aquel ritual, cogió la toalla, la tendió sobre la
hierba al lado de la fuente y derramó su
salud sobre ella
La fuente la
observaba haciéndose la distraída. Al cabo de unos minutos aquella humanidad
dormía profundamente mirando hacia el cielo, oculto por una espesa bóveda verde
de los árboles de aquél oasis.
La fuente que
seguía observándola, se sorprendió enormemente. No era normal en los tiempos
actuales que alguien se despreocupase del tiempo y se relajara de aquella
manera. Todo el mundo iba deprisa. Todos corrían como si les persiguieran, o
persiguiesen ellos a alguien. Salvo excepciones, habían dejado de caminar.
Ahora todos motorizaban.
Cuando la
fuente lo consideró oportuno le susurró al oído. -“¡Hola, bella mujer! La
motorizante en su dormir profundo captó la voz de la fuente y abrió los ojos para cerrarlos apaciblemente. ¡Hola, bella mujer! Repitió la
fuente. ¡Qué sueño más reparador estás disfrutando! Es un placer contemplarte.
Sigue recuperando fuerzas al tiempo que satisfaces mi curiosidad y me cuentas
cosas sobre ti. - “Pregúntame lo que te plazca- contestó con naturalidad la
mujer desde su dulce sueño.
-Realmente
sólo quiero saber de dónde vienes. -Vengo de hacer un viaje con mi motor por el
mundo. Es algo que deseaba profundamente desde hace mucho tiempo: conocer otros
pueblos, otras formas de vida, otras culturas. Hasta ahora, por circunstancias
de la vida no pude cumplir este deseo. Por fin
he conseguido mi propósito, y vuelvo, aunque cansada, contenta porque
siempre me gustó viajar. Pero la verdad es que los viajes también cansan y
llega un momento en el que se añora profundamente el regreso.
-También a mí
me gusta viajar, dijo la fuente. La motorizante quedó un tanto desconcertada
por la expresión de su interlocutora. -“¿Estás bromeando o tratas de jugar
conmigo?
-Ninguna de
las dos cosas. Te estoy hablando en serio.
-Por favor, no
bromees. He visto cosas muy raras en mi vida pero jamás que una fuente hable y
menos aún, que diga que viaja.
-¡Qué cándidos
e ignorantes sois los humanos! Creéis saberlo todo y casi todo lo ignoráis.
Todo ello es producto de que os sentís los sabios de la Tierra y vuestra
prepotencia os nubla el sentido de la inteligencia. Tú dices que yo no viajo y
sin embargo si sólo prestas un poco de atención a mi comportamiento,
comprobarás que no estoy quieta, si no todo lo contrario, que no dejo de fluir.
Que continuamente me derramo y corro por los campos, arroyos, ríos: me remanso en los embalses, me adentro en
vuestras viviendas antes de llegar al mar y por todo mi recorrido y lugares me
voy evaporando y subo a la atmósfera. Me alío con el viento que me traslada por
todo el planeta para finalmente volver a
mi remanso.
La motorizante
no salía de su asombro. ¡Cuánta razón tenía la fuente! ¡Qué ejemplo más simple
le había puesto para convencerla! -Desde luego, que me has dejado sin palabras.
¡Y habré viajado tanto para comprender nada comparado con lo que tú me estás
enseñando en un momento de ensueño! Es fantástico! Y dime, ahora te pregunto
yo, ¿desde cuando estás en este lugar?
-Desde el alba
de los tiempos. Mi nacimiento fue producido por un cataclismo. Tras él, se dieron las
condiciones geológicas necesarias para después de llenar mis acuíferos emerger
a la superficie.
-¿Y siempre,
desde el alba de los tiempos has estado surtiendo sin descaso? -Siempre, salvo
en contadas ocasiones, muy a mi pesar.
-Explícate,
por favor:
-Muy de tarde
en tarde, se dan circunstancias atmosféricas en las cuales las nubes no
consiguen descargar mi lluvia sobre estos campos con la suficiente frecuencia e intensidad y ello genera un
periodo de sequía que merma el caudal de mis acuíferos y con ello me veo
obligada a internarme en sus grutas hasta que pasa dicho fenómeno. Pero ya te
digo que eso ocurre en contadas ocasiones.
-Cuando dices
“desde el alba de los tiempos” ¿A cuántos años te refieres? -¡Qué incisiva
eres, hija mía! No quería sorprenderte más, pero ya que lo preguntas te diré
que he visto a la especie humana emerger a la vida y alejarse hacia su ocaso en
más de una ocasión. Y estoy convencida que se repetirá el ciclo en tiempos
venideros.
-¡Qué
empequeñecida me dejas! La vida de un ser humano es apenas un instante
comparada con la tuya.
-Otra vez estás errando en tus apreciaciones. Es cierto que no es
tan larga como la mía, pero debes saber que al igual que yo me evaporo,
vosotros os transformáis en polvo y adheridos a la Tierra formáis parte de ella
y viviréis como yo hasta su final, que será dentro de miles de millones de
años, cuando el Sol, en su transformación estelar nos absorba a todos. Mientras tanto, vive el
presente y disfruta de tu sueño.
¡Oh fuente
cristalina! ¡Cuánta sabiduría derrama tu manantial!
La bella
dormía;
Cantaba la
fuente;
El Sol
protegía…
¡De ensueño el
ambiente!
**********
Victoriano
Orts Cobos.
(Re)visado el día 11 de octubre de 2016.
(Re)visado el día 11 de octubre de 2016.
1 comentario:
Que arte tienes Victoriano. Mira tú por dónde nos salió la motorizante y la lección tan edificante que le ha dado la fuente sobre la evolución humana...voy tomando nota, por si tengo que cambiar alguna creencia anticuada...eso de la explosión del sol, no sé, no sé...
Mancantaooooo!
Publicar un comentario