lunes, 22 de marzo de 2010

SOLEDAD

Rabindranath Tagore.
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Sentado en la puerta de mi cabaña
canto en voz baja.
La mañana, a mis pies, me mira
con sus puros ojos de doncella.
Por el camino ríen y cantan los enamorados.
¡Y nadie viene a acompañarme!

Sentado a la puerta de mi cabaña sueño
a las nubes.
El mediodía me contempla con sus quietos
ojos.
En la floresta dorada se miran los amantes.
¡Y nadie viene a acompañarme!

Sentado a la puerta de mi cabaña callo,
nostálgico.
La tarde me mira con sus ojos de cervato.
Hacia el río, en la penumbra morada,
se esfuman las parejas.
¡Y nadie viene a acompañarme!

Sentado a la puerta de mi cabaña suspiro
y estoy triste.
La noche me mira con sus ojos estrellados.
En el aire cálido palpitan besos y caricias.
¡Y nadie viene a acompañarme!

1 comentario:

Clematide dijo...

A pesar de la nostalgia, leer a este hombre es como dar un paseo primaveral...