sábado, 16 de junio de 2012


GLORIA FUERTES
MADRID, 1917-1998, MADRID.
MUJERES POETAS, XVI.
fotografía:www.gibralfaro.una.es


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Conocí a Gloria Fuertes en Málaga. En más de una ocasión disfruté de sus charlas poéticas en la sala “El Palomar” de la bodega “El Pimpi” regentada por mi paisano Paco Campos.
Era una mujer especial por su simpatía y personalidad.
En 2009,  escribí un cuento, cortito, de dos folios, dedicado a mis nietos, Luna y Ariel, el cual, inserté en este blog con fecha 3 de enero,  con el título “Cuento a Gloria Fuertes”,  En él hago una caricatura cariñosa de esta poeta excepcional y, como respeto y admiración hacia ella, la convierto en la protagonista principal del mismo y en heroína de una “aventura peligrosa”.
Hoy lo reedito al final de esta página como complemento de la misma.
V.O.C.
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A ESTA ISLA…
A esta isla que soy, si alguien llega,
Que se encuentre con algo es mi deseo:
Manantiales de versos encendidos
Y cascadas de paz es lo que tengo.


SILENCIO DE NIEVE
Ante postura amorosa,
Ante paciencia rebelde,
Silencio de nieve.
Ante mi entrega diurna,
Ante mi herida rebelde,
Silencio de nieve.
Cuando grito la injusticia,
Silencio de nieve.
Cuando grito que te quiero,
Nadie me entiende.
Llamo al amor por su nombre,
Llamo a la puerta de enfrente;
No me importa que me queme,
Llamo a tu llama,
Silencio de nieve.

A VECES QUIERO PREGUNTARTE COSAS…
A veces quiero preguntarte cosas,
Y me intimidas tú con la mirada,
Y retorno al silencio contagiada
Del tímido perfume de tus rosas.

A veces quise no soñar contigo,
Y cuanto más quería más soñaba,
Por tus versos que yo saboreaba,
Tú el rico de poemas, yo el mendigo.

Pero yo no adivino lo que invento,
Y nunca inventaré lo que adivino
Del nombre esclavo de mi pensamiento.

Adivino que no soy tu contento,
Y a veces me recuerdas, imagino,
Y al oírtelo decir mi voz no siento.

GLORIA FUERTES






CUENTO A GLORIA FUERTES

(Por Victoriano Orts Cobos.)

A mis nietos Luna y Ariel en su quinto y tercer cumpleaños.

Fotografía:es.wikipedia.org

sábado, 3 de enero de 2009


CUENTO A GLORIA FUERTES

CUENTO A GLORIA FUERTES
(Por Victoriano Orts Cobos)
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A mis nietos Luna y Ariel en su quinto y tercer cumpleaños.


¿Conocéis a Gloria? ¿No? Yo os la voy a presentar.

Gloria es una mujer alta, delgada, atlética, muy "fuertes". Tanto como varias mujeres juntas. Por eso se apellida Fuertes y no Fuerte.

Su gran afición es hacer felices a los niños y además de escribir y contar cuentos tiene la habilidad de transformarse en mujer gruesa. Bueno, más que gruesa, redonda; algo elefantona ¡Qué chuli! ¿Verdad?


Su cara es como un pan cateto de Almogía; o más aún, como un pan cateto de Pocatorta.
Sus dos mofletes se enrojecen como una tarta de fresa.

A los niños les encanta verla sonreír de oreja a oreja y oírla decir: “yo no tengo mofletes, tengo "MOFUERTES”

Otra afición suya es escalar montañas, pero como es algo miedica no quiere alejarse y se va al monte Gibralfaro.

¡Ah, se me olvidaba! Está tratando de conseguir transformarse en globo, y la verdad es que va progresando bastante.

Un día de los que subió a Gibralfaro, desde el mirador contempló la maravillosa estampa del parque, el mar y también se fijó en el redondel de la plaza de toros. Al centrar los prismáticos en aquel círculo vio alarmada a un pobre toro blanco lleno de arpones y ensangrentado, y a un gentío que aunque ella no podía oírlo, por sus gestos era fácil comprender que se sentía contento participando en aquel espectáculo doliente e inhumano.

¡Pobre animal! Gritó Gloria. ¿Qué había hecho aquella infeliz criatura para merecer tan degradante tormento?
No se lo pensó dos veces. Abrió la boca como si fuera una gran hipopótama. Tomó aire, más aire, más aire..., Tanto aire tomó que por fin consiguió su propósito de convertirse en un globo gigante y, casi sin darse cuenta se elevó en principio y después descendió hasta llegar al centro de la plaza
¡Qué espectáculo más increíble! El público, y hasta el toro se quedaron "pasmaos, pasmaos, pasmaos".

El globo, que no era globo; pues no olvidemos que era Gloria transformada, alargó sus piernas como si de dos garfios potentes se tratara, enganchó al toro por los cuernos y lo elevó como si ambos fuesen una cometa, y comenzó a volar sin esfuerzo.

¡Que maravilla! Nunca se había visto cosa igual.

Siguió volando, y guiada por el toro que se sentía encantado, llegaron a la finca de donde lo habían raptado.

Una gran manada de toros bravos  negros los recibió sorprendidos y, poco a poco, fueron rodeándolos desafiantes,
Gloria, superasustada por aquellos cuernos tan numerosos y tan tremendos, comenzó a desinflarse. Entonces ocurrió que el toro blanco comprendió que ahora le tocaba a él defender a su heroína, y sin dudarlo un momento se encaró agresivo a la manada de toros negros. Levantó la cabeza con los cuernos brillantes y afilados dirigidos hacia el cielo y dio un mugido tan tremendo que no envidiaba al trueno de una gran tormenta.
Los noventa y nueve toros negros (pues eran noventa y nueve), quedaron paralizados. A continuación, el toro blanco, que estaba junto  a Gloria  le dio dos tiernos lametones en los mofletes “de fresa” y se quedó a su lado.

La manada negra retrocedió formando un semicírculo perfecto frente Gloria y Toro Blanco. Agacharon todos la cabeza y comenzaron a mugir armónicamente; casi en silencio y acto seguido, de uno en uno, humildes se encaminaron hacia la heroína y le dieron, en total, incluidos los dos de Toro Blanco, doscientos lametones en los mofletes.
Gloria no pudo reprimir la alegría y cantó alborozada:

Doscientos besos, Gloria;
Doscientos besos fuertes
Dieron en los "mofuertes";
Cien toros, Gloria Fuertes.

Victoriano Orts Cobos.

(Re)visado el dia 23 de agosto 2016.



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