martes, 19 de marzo de 2013


LA SEÑORA DE LA CASA
POR MANUEL ALCÁNTARA
Columna del día 18/03/2013, diario SUR.
La señora Merkel quiere a todos sus hijos por igual, pero prefiere a los que han nacido en su país. La zona euro quizá no merezca su amor y le ha impuesto una tasa al dinero depositado en los bancos de Chipre para reducir la factura del rescate, que ascenderá a 10.000 millones de euros. A falta de un gobierno global, tenemos ya un ama dominante. Por algo se empieza, pero están sonando palabras muy alarmantes y a los españoles nos llega el sonido posteriormente a que oigamos su eco. Estábamos hablando del desamparo que ocasionan  los desahucios y hemos empezado a hablar en voz baja, del miedo al “corralito”. El gallinero está suficientemente alborotado, pero obligar a los ahorradores chipriotas a que financien sus propios bancos es de un sadismo refinado. La medida no tiene precedentes, pero va a tener muchas consecuencias.
Urge invertir en el saneamiento de las entidades financieras y hay que inyectar a los bancos haciendo transfusiones obligatorias a algunos de sus clientes. Ni siquiera Bertolt Brecht, que dijo que solo hay una cosa peor que atracar  un banco, que es fundar un banco, había llegado tan lejos.  La disposición de las terrible canciller puede repercutir en nuestro maltrecho sistema y afectar no solo a los ricos de necesidad, sino a mucha gente que ya ha sido desvalijada con el timo de las preferentes o con la estafa legal de la merma de las pensiones y la facilidad para poner en la puñetera calle a los pocos trabajadores que aún conservan sus puestos de trabajo.
Al perro flaco todo se le vuelven pulgas, decía Gloria Fuertes, y ese pequeño país ha sido elegido para dar ejemplo, que es lo único que pueden dar los pobres. No corren el peligro de ser saqueados los chipriotas verdaderamente ricos, ya que han invertido sus caudales en el extranjero, en el supuesto de que llamen extranjero a los paraísos fiscales que no tienen nacionalidad.

No hay comentarios: