CONCIERTO SINFÓNICO
DE INVIERNO
(POESÍA DIDÁCTICA
PARA NO INICIADOS)
--------------I---------------
Noche fría de
diciembre;
El cielo es una
patena;
Las estrellas
brillarán;
No es posible
contemplarlas,
Por la luz artificial.
La luna con luz
prestada
Pasea su soledad.
Las nubes están de
puente,
Derrochando en
otros lares
Lo que tanto falta
acá.
Ilumina el Gran Teatro
Su fachada principal.
Una fauna variopinta
De humanoides van
llegando,
Que es digna de
detallar:
Las féminas con sus
galas
Y joyas a relumbrar;
Otras con trajes de
antaño,
Alcanforados de más.
¡Pobres vecinos de
asiento!
¡Qué mal lo van
a pasar!
Los hombres,
coquetos, unos;
Con elegantes abrigos,
Enfundados en ellos
van.
Otros más
despreocupados,
Con tenis todoterreno,
Conjunto
pana-vaqueros,
¡Qué encanto! ¡Qué
variedad!
----------------II-----------------
Abiertas son ya las
puertas;
En busca de sus
butacas,
Con el libreto en la
mano
El respetable camina
Con toda tranquilidad.
Una excepción a la
regla
Es la entrada
popular,
Que por no ser
numerada,
El que quiera buen asiento
Deberá de espabilar.
-----------------III-----------------
El teatro está
animado;
Al escenario comienzan
Los profesores a
entrar;
Nombremos los
instrumentos
Que nos van a
deleitar.
Comencemos por las
cuerdas:
Violines, violas y
chelos;
Trabajosos
contrabajos;
Paso a las maderas
dan:
Oboes, flautines,
flautas;
Clarinetes y fagotes;
Corno inglés,
contrafagot…,
Los deslumbrantes
metales
Piden su presentación:
Trompas, trompetas,
trombones…,
Y la tuba nos deriva
A la extensa
percusión:
Timbales, bombo,
platillos;
Xilófono, tantán,
gong…,
---------------IV---------------
La concertino ordena
Comprobar afinación.
El comienzo es
inminente:
Obertura, mas,
concierto,
darán paso a sinfonía,
que finará la emisión.
Los asistentes
aplauden
La entrada del
director;
Éste, como es
preceptivo
al aplauso respondió,
con una amplia sonrisa
y la mano al
corazón.
.Mil almas
enmudecidas;
Sólo una respiración.
¡Qué milagro! ¡Vive
Dios!
¡Un silencio que
se oye
El tictac del corazón!
A un gesto del maestro
Da comienzo la
función.
Una tos irrefrenable
Truena pidiendo
perdón.
Tres horas de melodías
Soñará el espectador.
Al sonar la última
nota
Que marcó el
compositor;
Unos segundos de eco;
Y…, ¡atronadora
ovación!.
Victoriano Orts Cobos.
**********
(Re)visado el día 8 de
septiembre de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario