martes, 11 de abril de 2017

EL LEGADO DE CARME CHACÓN.
EDITORIAL. Diario SUR, 11, 04, 17.
El homenaje unánime hacia su persona ha recordado a sus compañeros de partido que la crudeza de sus discrepancias resulta absurda.

     La muerte inesperada de Carme Chacón despertó en la tarde del domingo los mejores sentimientos de un país que reconocía en su figura las cualidades de una mujer entregada a sus convicciones y que además, había rejuvenecido el panorama político. Hasta su fallecimiento no era de dominio público la gravedad de la dolencia congénita que padecía. Como si  las ocasiones en que lo había expuesto en los medios hubieran pasado inadvertidas frente a la actividad desplegada por la dirigente socialista y exministra de Rodríguez Zapatero. Su llegada al Ministerio de Defensa rompió con la identificación de esa tarea exclusivamente con los hombres. Su candidatura a la Secretaria General del PSOE la situó a unos pocos votos de Pérez Rubalcaba en el Congreso de Sevilla. Su renuncia posterior al ejercicio institucional de la política fue interpretada como un paréntesis que podía permitirse por su edad, porque nadie pensaba que podía irse  tan pronto  y para siempre. Nadie más que ella misma. El homenaje unánime hacia su persona ha recordado a sus compañeros de partido que la crudeza de sus discrepancias internas, de las pasadas en las que participó Carme Chacón  y de las presentes que anteayer enmudecieron, resulta absurda en su enconamiento cuando se soslayan los valores  de la concordia y de la vida. Aunque su recuerdo trasciende a quienes la conocieron de cerca y deja en nada las críticas que pudo  recibir y las reservas con las que fue mirada en su acción política. Las mujeres tienen en ella un ejemplo que seguir para aspirar a puestos de responsabilidad sin arredrarse ante obstáculos de un sistema propicio a los hombres. Estos quedan a su vez advertidos de que no pueden continuar dando por supuesto que el género les concede para siempre un margen de superioridad frente a la otra mitad de la sociedad. Es el legado público más importante que deja Carme Chacón tras su definitiva marcha. Ella afrontó la grave patología que padecía negándose a que interfiriera en exceso en sus propósitos profesionales, políticos y personales. Lo hizo con el mismo coraje que otras mujeres y hombres afrontan dolencias parecidas renunciando a una vida aparentemente más intensa. La herencia de Chacón merece ser asimilada con  tiempo, pero sobre todo llama a los suyos a rendirle un tributo duradero evitando los modos más descarnados de la campaña para las primarias.
Copiado por Victoriano Orts Cobos.

Málaga 11 de abril de 2017. 

No hay comentarios: