LAS VIEJAS HERIDAS
Por MANUEL ALCÁNTARA,
Diario SUR, 26/06/2017.
Se busca un punto
de apoyo, pero no para mover el mundo, sino para conseguir que se esté quieto.
La decisión de Pedro Sánchez de no secundar el tratado comercial de la Unión
Europea, al que llaman `CETA’ los íntimos, por sus siglas en inglés, nos trae
más locos de lo que estábamos por culpa del calor. No es buen momento para echarle
leña al fuego, porque los pantanos presentan el nivel de agua más bajo de las
dos últimas décadas y no hay forma de apagarlo. La primavera ha sido la más
calurosa desde 1965, cuando nadie hablaba de cambio climático y nos
conformábamos con rimar `calor de horno´ con bochorno. La decisión de Pedro
Sánchez de no apoyar el tratado comercial está dividiendo al PSOE, pero, mientras,
Madrid, que está que arde, ha acogido la gran cita que reivindica a lesbianas,
gais, transexuales y bisexuales de todo el ancho mundo y se prevén dos millones
de visitantes. Gran éxito comercial. Con los hoteles llenos y los alquileres
con precios disparatados. Hay que esperar la próxima reunión de Sánchez con
Iglesias, pero la capital de España, que en tiempos fuera `castillo famoso´, es
ahora el escaparate del planeta donde se debaten los derechos y las libertades
ciudadanas. El mundo será lo que quieran que sea sus efímeros habitantes,
aunque por una corta temporada, ya que una vida no da para más y una vez
acostumbrados hay que irse.
El gran
espectáculo es la diversidad, aunque no sea apto para menores. El primer `Orgullo
Mundial´ se celebró en Roma en el año 2000. En vano trató de impedirlo el
Vaticano y el Papa Juan Pablo II habló desde el balcón de la Plaza de San
Pedro, que es el púlpito favorito de los últimos pontífices, de “afrenta” y de
que los actos de homosexualidad son “contrarios a la ley natural”. Nadie se
atrevería hoy a decir estas cosas por miedo a quedarse sin clientela. Hay que
ser tolerantes o partidarios. A eso le llamamos prudencia.
Copiado por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 28 de junio de 2017.
Málaga 28 de junio de 2017.