Blanca Samper, una maestra de la guitarra con solo 11 años
La marbellí, la más joven en lograr el grado más alto de un intrumento del Trinity College de Londres
Beethoven ya ofrecía conciertos a los siete años. A esa edad, Blanca Samper todavía andaba con la gimnasia rítmica ocupando sus horas extraescolares. Hasta que llegó el verano y su madre, Isabel Márquez, se enteró de un profesor «muy bueno» que daba clases particulares de guitarra. Se lo cosultó a su hija y todavía se ríe cuando recuerda su respuesta: «Mamá, eso ni me lo preguntes, ¡es lo que quería hacer desde que estaba en infantil!». Es decir, apenas un par de años, aunque para la corta edad de Blanca toda una eternidad. El caso es que la joven no tuvo ningún problema en cambiar las mallas por las camisetas rockeras. Yel ritmo del cuerpo por el de su guitarra. Hace unos días, el profesor del Trinity College de Londres que realizó los exámanes en Marbella no podía ocultar su sorpresa cuando Samper se plantó delante de él con sus seis cuerdas, su pose heavy y sus apenas 11 años. Ella dice que estaba «supernerviosa». Tal vez por ello, no ha sacado una buena nota. Sino la mejor. Ha superado el grado 8 y se ha convertido en la alumna más joven que consigue el máximo nivel de un intrumento de esta escuela internacional.
«Cuando me lo dijeron no me lo podía creer», confiesa a SUR esta maestra de la guitarra de solo 11 años que no obstante admite que le «resulta fácil» sacar las canciones cuando se pone a tocar. De hecho, su grado se lo ha ganado con canciones para virtuosos de este instrumento, como la contundente 'The Trooper' de Iron Maiden. Y especialmente con un tema que también intérpretó con soltura y cuyo título parece una metáfora de la propia Blanca Samper: 'Mi dulce niña' ('Sweet Child O' Mine') de Guns N' Roses.
«Una máquina»
Alumna de la Academia Rock Factory de San Pedro de Alcántara, la precoz instrumentista marbellí no solo dejó boquiabierto al examinador del Trinity con su guitarra, sino que además se presentó a otras dos pruebas, la de grado 6 de bajo y la de 3 de batería. También los aprobó. De ello tiene culpa su profesor particular, Rafa Reyes, que después de aquel primer verano les aconsejó a los padres de Blanca que continuara en la música, porque era «una máquina». A la vista –y al oído– está que no se equivocó.
Reyes es también el creador de Rock Factory, donde Samper continuó su formación y conoció a otros niños con los que montó la banda Devil's in the Sky, cuyos miembros tienen entre 9 y 15 años. Y suenan como auténticos profesionales. Tanto que, tras debutar el pasado año y grabar sus primeras canciones propias, este verano vuelven a subirse al escenario y de hecho ya preparan su concierto para el Festival Ojeando del próximo fin de semana.
Junto a las vocalistas Sara y María, la bajista Lluvia, la teclista Julia y el batería Sergio, allí estará Blanca Samper para sacarle los agudos a su intrumento. «Me encanta la guitarra, pero me gusta probarlo todo», reconoce esta gourmet de la música con debilidad por el rock, que ahora quiere sumar los teclados a su irrefrenable apetito polifónico. La joven lo dice con ilusión, mientras su madre, Isabel Márquez, tuerce el gesto y asume la que se le viene en cima. El salón familiar hace ya tiempo que parece un local de ensayo ya que está invadido por el ampli, la guitarra, el bajo y la batería. «A ver donde metemos ahora el piano», confiesa Isabel.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 13 de julio de 2018.
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