China condena a tigres y rinocerontes
La legalización del uso medicinal de huesos y cuernos de estas dos especies amenazadas indigna al ecologismo
Parecía que China se había tomado en serio la necesidad de preservar los animales en peligro de extinción. Este año ha prohibido el comercio de marfil, diferentes campañas han logrado reducir el consumo de aleta de tiburón, y la Ley de Protección de la Fauna Salvaje, modificada en 2016, contempla severas penas de prisión para quienes trafiquen con especies amenazadas. Sin embargo, este martes, en un inesperado giro, el Gobierno chino decidió legalizar el uso de hueso de tigre y cuerno de rinoceronte con supuestos fines científicos y medicinales.
La medida supone el fin de la prohibición total, que data de hace 25 años. «Excepto en circunstancias especiales recogidas por la ley, el país prohíbe toda venta, compra, importación, o exportación de productos relacionados con rinocerontes y tigres», acaba de anunciar el Consejo de Estado de China en su web. El problema, apuntan los ecologistas, está en cuáles son esas circunstancias especiales.
El Gobierno las resume así: «El uso científico, incluido el estudio genético, para el que sean necesarias partes de estos animales tendrá que ser reportado y autorizado. Cuernos de rinoceronte y huesos de tigre pueden ser utilizados con fines medicinales siempre que procedan de gran jas. Medicamentos producidos con estos componentes solo podrán ser recetados y administrados en hospitales cualificados por médicos acreditados ante la Administración Estatal de Medicina Tradicional China».
Aunque Pekín afirma que per seguirá con ahínco a quienes se salten las normas, lo cierto es que resulta imposible diferenciar el polvo de cuerno de rinoceronte o de hueso de tigre procedente de animales criados en granjas del producido con ejemplares salvajes cazados ilegalmente. Además, diferentes activistas llevan décadas exigiendo el cierre de las granjas de tigres que operan en el país gracias a un vacío legal. Ahora, a ellas se han sumado otras instalaciones experimentales para criar rinocerontes.
«Su existencia es muy preocupante porque hace creer al consumidor chino que el animal está disponible, lo mismo que un pollo o una ternera. Las granjas crean confusión sobre lo que es legal y lo que no», explica Rafael Salvador, investigador especializado en criminología medioambiental. «Además, las condiciones de los animales en estos centros son terribles. Valen más muertos que vivos».
«El cuerno pulverizado de rinoceronte se utiliza como cura para las más variopintas enfermedades: desde resacas a fiebres, y, últimamente, incluso se habla de él como remedio para el cáncer», explica la organización WWF. Algo parecido sucede con el hueso de tigre, remedio que se suele utilizar para aliviar los dolores de espalda o los que provoca el reuma.
«Con las poblaciones de tigres y de rinocerontes en mínimos y bajo amenaza constante, legalizar el comercio de partes de sus cuerpos es una gran irresponsabilidad», criticó Margaret Kinnaird, responsable de la organización ecologista. «Con Sudáfrica agitando la oferta y con China aumentando la demanda, están más cerca de la extinción», declaró Audrey Delsink, de la Humane Society International, al diario 'South China Morning Post'.
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Publicado en los Diarios SUR y EL CORREO.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 31 de octubre de 2018.
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Publicado en los Diarios SUR y EL CORREO.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 31 de octubre de 2018.
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