JORNADA DE REFLEXIÓN
DE MÁLAGA A LA VICTORIA,
Capítulo XXVII
(Viaje virtual de Málaga a La
Victoria, (Córdoba), a través de los polos, por los Meridianos 4ºO y 176º E).
Seis meses se cumplen hoy del comienzo de este “viaje
virtual” a mis raíces. He recorrido desde entonces unos 17.000 km en línea
recta, sin contar las desviaciones hacia lugares situados en otros meridianos
ajenos a mi ruta oficial.
Salvo los 5 países peninsulares y 1 insular del noroeste de
África, toda la tierra visitada han sido islas. Algunas, la mayoría,
deshabitadas.
También he recorrido de norte a sur un continente más extenso que Europa,
el cual, alberga una población que en época que podríamos llamar “turística” o “verano
austral”, no supera los 4.000 habitantes.
En un viaje como éste, es lógico pasar sed y hambre en el
Sahara y temblar e incluso morir de inanición y frío en La Antártida; pero
afortunadamente ese no ha sido mi caso porque yo, como el caracol, he llevado
conmigo el confort de mi casa y la despensa interior de mi mundo.
Mis problemas, los más importantes han sido dos: Internet y
las Coordenadas Geográficas.
Sobre Internet he de confesar que mis conocimientos eran y son
muy primarios; pues aunque en la academia toqué una gama muy extensa de temas,
precisamente por eso, por no haberme podido especializar en ninguno en
particular, he encontrado muchos problemas para desarrollar mi labor de recabar
información sobre temas vitales para mis relatos.
Sobre las Coordenadas Geográficas no quiero extenderme más,
ya que he comentado mucho sobre ellas a lo largo de los capítulos anteriores.
Sobre todo en el titulado “El mundo al revés”.
En lo que sí quiero reflexionar tranquilamente es en un
problema de conciencia que por inexperiencia he ido produciendo casi sin darme
cuenta de manera impulsiva y que ha consistido en no valorar y respetar, detallando
el nombre de los autores, en las imágenes que he copiado y pegado en relatos anteriores.
Bien sabe mi moral que no lo he hecho de
manera egoísta; ni mucho menos. Ha sido un acto involuntario, causado por el
agobio que me producía mi inexperiencia y mi lucha contra los elementos; en este caso contra Internet.
Desde ahora, después de pedir comprensión a los autores de
las imágenes utilizadas con anterioridad, prometo que en lo sucesivo tendré
mucho cuidado de cumplir con mi deber
moral de poner a pie de imagen el nombre
de la fuente que las nutre.
Por último, para cerrar este capítulo, quiero aprovechar la
ocasión para dar las gracias a Wikipedia, a esa maravillosa biblioteca
universal por la labor tan magnífica que desarrolla en beneficio de la ciencia
y la cultura, y reconocer públicamente que sin su existencia me hubiese sido
imposible protagonizar esta maravillosa aventura que tantos conocimientos geográficos me está
reportando; y declarar que salvo algunos reportajes que he incluido, cuya
identidad de sus autores si he
reflejado; casi el 100% de los datos que aparecen en estos relatos han sido
tomados de Wikipedia.
En la Isla de Ross, en pleno invierno antártico a -30º C. de temperatura y con una ventisca de más de 150 km hora, refugiado en mi confortable caracola, acompañado de mi inseparable felina Cleopatra, doy por terminada esta reflexión el día 5 de junio de 2014.
Victoriano Orts Cobos.
(Re)visado el día 28 de noviembre de 2016.
2 comentarios:
Genial. Abrígate bien y sigue con tu viaje.
Dicen que es de bien nacidos el ser agradecidos...ahí queda mi piropo. Y seguro que Wikipendia encantada con tus visitas. Esta zona del mundo debería tener una ventanita para poder abrir estos días de terral malagueño...je je je
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