martes, 29 de octubre de 2019

Alfonsina Storni, ¿qué poemas fuiste a buscar?





Alfonsina Storni, ¿qué poemas fuiste a buscar?

Antes de lanzarse al mar, hace hoy 81 años, la autora argentina reivindicó la igualdad y desafío las convenciones sociales con sus libros y su condición de madre soltera: «Mirad cómo se ríen y cómo me señalan. / ¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño!»






Alberto Gómez

ALBERTO GÓMEZ
Hace hoy 81 años que Alfonsina Storni se arrojó desde la escollera del club de mujeres de Mar de Plata. Días antes había enviado un poema al diario La Nación que terminaba así: «Si él llama nuevamente por teléfono / le dices que no insista, que he salido». Aquellos versos simbolizan bien el carácter de la poeta argentina, independiente hasta la soledad, feminista convencida en un tiempo impropio para serlo. Su suicidio inspiró la mítica zamba 'Alfonsina y el mar', compuesta por Ariel Ramírez y escrita por Félix Luna, inmortalizada en la voz de Mercedes Sosa y un sinfín de cantantes: «Te vas Alfonsina con tu soledad. / ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?». Sufrió pronto los zarpazos del desprecio social y el desamor al quedarse embarazada de un hombre casado, veinte años mayor. Decidió tener sola a su hijo Alejandro, enfrentándose al estigma que en aquella época arrastraban las madres solteras. Curtida en la rebeldía, comenzó a publicar sus primeros poemas en revistas literarias donde cuestionaba la desigualdad y criticaba con ironía el machismo: «Tampoco te entiendo, pero mientras tanto / ábreme la puerta, que quiero escapar; / hombre pequeñito, te amé media hora, / no me pidas más».
Ya de pequeña parecía diferente al resto de niños, poseedora de cualidades inusuales para su edad, hasta el punto de ser la única escolarizada de los hermanos. Las estrecheces económicas de la familia, agravadas por el alcoholismo de su padre, dieron alas a las aspiraciones de la pequeña Alfonsina, nacida en 1892 cerca de Lugano, en Suiza, donde vivió parte de su infancia hasta el regreso a Argentina. Se veía «redonda, chatilla y fea», una imagen de sí misma que la acompañaría hasta el final. Apenas levantaba unos palmos del suelo cuando servía y fregaba en la cafetería familiar. La muerte de su padre, cuando tenía catorce años, zarandeó su universo pero no dulcificó la memoria, como demostró en el poema 'A mi padre', donde ajustó cuentas calificándolo como «vagabundo y huraño». También escribió sobre su madre, y por extensión sobre el papel reservado a las mujeres: «Y todo esto mordiente, vencido, mutilado, / todo esto que se hallaba en su alma encerrado, / pienso que sin quererlo lo he libertado yo».
Ya huérfana de padre, Alfonsina entró a trabajar como aprendiza en una fábrica de gorras, empleo que dejó para acceder a una compañía teatral sin abandonar sus estudios en la escuela de maestros rurales. El rechazo familiar a su embarazo la empujó hasta Buenos Aires, donde resultaba más sencillo obviar la hipocresía y los prejuicios de una sociedad que castigaba la autonomía de las mujeres. En 1916 publicó su primer libro, un hito que la estimuló hasta animarla a recitar sus poemas en bibliotecas de barrio y entablar amistad con otros autores de la capital argentina. Sus colaboraciones cada vez más frecuentes con diarios y revistas le sirvieron para reivindicar relaciones más justas, un discurso profundamente innovador en la América Latina de comienzos del siglo XX: «Llegará un día en que las mujeres se atrevan a revelar su interior. Ese día la moral sufrirá un vuelco, las costumbres cambiarán».
Storni ya pedía el voto femenino casi cuatro décadas antes de que Argentina lo aprobase. Consolidada como articulista combativa, empeñada en dinamitar los roles de género y los tópicos patriarcales, sobrevino la primera de varias crisis nerviosas, producto en parte del agotamiento; trabajaba como periodista y maestra, cuidaba de su hijo, escribía poemas y recitaba, una sobrecarga que acabó pasando factura. Por aquel tiempo entabló una intensa relación con Horacio Quiroga, además de conocer a Gómez de la Serna y Lorca. Fueron contactos que enriquecieron su voz poética, inicialmente limitada al romanticismo aunque ya con señales de su poderosa personalidad, como en el poema 'La loba', donde aborda su condición de madre soltera: «Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley. / Mirad cómo se ríen y cómo me señalan. / ¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño! / No temáis a la loba, ella no os hará daño».
En sus libros, Storni reformuló el destino de las mujeres, a quienes concedió la posibilidad de mostrarse fuertes y libres, estoicas y excitadas, sin renunciar a los anhelos amorosos: «¿Qué diría la gente, recortada y vacía, / si en un día fortuito, por ultrafantasía, / me tiñera el cabello de plateado y violeta?». Y sigue: «¿Me quemarían como quemaron hechiceras? / En verdad pensarlo me da un poco de risa». Borges llegó a definir su trabajo como «chillonerías de comadrita». El fracaso teatral y los dardos de muchos de sus colegas hicieron mella en Storni, que tras 'Ocre' tardó casi diez años en publicar nuevos poemas. En 1935, poco después de salir de aquel silencio, le diagnosticaron un cáncer de mama. Cuentan que anímicamente nunca superó la mastectomía. Tres años más tarde, en un viaje a Mar de Plata, Alfonsina dejó una carta para su hijo antes de sumergirse en el agua y despedirse de la vida para siempre, una muerte convertida en canción.





ALFONSINA STORNI

Lo inacabable

No tienes tú la culpa si en tus manos
mi amor se deshojó como una rosa:
Vendrá la primavera y habrá flores...
El tronco seco dará nuevas hojas.
Las lágrimas vertidas se harán perlas
de un collar nuevo; romperá la sombra
un sol precioso que dará a las venas
la savia fresca, loca y bullidora.
Tú seguirás tu ruta; yo, la mía,
y ambos, libertos, como mariposas
perderemos el polen de las alas
y hallaremos más polen en la flora.
Las palabras se secan como ríos
y los besos se secan como rosas,
pero por cada muerte siete vidas
buscan los labios demandando aurora.
Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera!
¡Y toda primavera que se esboza
es un cadáver más que adquiere vida
y es un capullo más que se deshoja!

Bien pudiera ser

Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
no fuera más que aquello que nunca pudo ser,
no fuera más que algo vedado y reprimido
de familia en familia, de mujer en mujer.
Dicen que en los solares de mi gente, medido
estaba todo aquello que se debía hacer...
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
de mi casa materna... Ah, bien pudiera ser...
A veces en mi madre apuntaron antojos
de liberarse, pero se le subió a los ojos
una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo esto mordiente, vencido, mutilado,
todo esto que se hallaba en su alma encerrado,
pienso que sin quererlo lo he libertado yo.

Animal cansado

Quiero un amor feroz de garra y diente
que me asalte a traición en pleno día
y que sofoque esta soberbia mía,
este orgullo de ser todo pudiente.
Quiero un amor feroz de garra y diente
que en carne viva inicie mi sangría,
a ver si acaba esta melancolía
que me corrompe el alma lentamente.
Quiero un amor que sea una tormenta,
que todo rompe y lo remueve todo
porque vigor profundo la alimenta.
Que pueda reanimarse allí mi lodo,
mi pobre lodo de animal cansado,
por viejas sendas, de rodar, hastiado.

Voy a dormir

Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...
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En el apartado de MUJERES POETAS de este blog de POCATORTA, Alfonsina Storni ocupa el puesto número doce por orden riguroso de nacimiento a partir de la primera que fue Santa teresa de Jesús.
Al descubrir el reportaje publicado en Diario SUR por Alberto Gómez en recuerdo de su muerte hace 81 años sentí una emoción muy intensa y quise sumarme a este recuerdo, por ello, quiero volver a copiar y pegar aquel capítulo que le dediqué en "Mujeres poetas" el 6 de mayo de 2012.  
Victoriano Orts Cobos.
Málaga 29 de octubre de 2019.
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domingo, 6 de mayo de 2012


ALFONSINA STORNI
Sala Capriasca, Suiza. 1892-1938, Mar del Plata, Argentina.
MUJERES POETAS XII.
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Fotografía:es.wikipedia.org

Breve semblanza
Desde pequeña ayudó a sus padres en el trabajo familiar del bar que poseían.
Desde muy joven trabajó de maestra, profesión que compaginaba con su afición literaria.
A los 19 años (1911) se convirtió en madre soltera: tuvo un hijo (Alejandro) de una relación no estable.
A los 43 años (1935) la operaron de un cáncer de mama.
Tres años después, 1938, tomó la tremenda decisión, (motivos le sobrarían) de adentrarse en el mar para anestesiar para siempre su dolor.
En los últimos días de su existencia había escrito su último poema titulado “Voy a dormir”, que envió al Diario La Nación y que fue publicado días después de su fallecimiento.
Para homenajear su recuerdo he elegido dos poemas titulados:
“Carta lírica a otra mujer”, y como no podía ser de otra manera; “Voy a dormir”.
El primer poema está compuesto por 82 versos endecasílabos, a excepción  del último que es un pentasílabo.
El segundo es un soneto estructurado también en endecasílabos con rima libre o asonante. No era el momento idóneo de perder tiempo en buscar consonancias. Además, ella, dentro de su gran drama, tendría la certeza de que iba a ser el poema más leído de su extensa obra lírica.
Descanse en paz para siempre Alfonsina Storni, y nosotros, gocemos de Su Obra. 
V.O.C.
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Carta Lírica a otra mujer
Vuestro nombre no sé, ni vuestro rostro
conozco yo, y os imagino blanca,
débil como los brotes iniciales,
pequeña, dulce… Ya ni sé… Divina.
En vuestros ojos, placidez de lago
que se abandona al sol y dulcemente
le absorbe su oro mientras todo calla.

Y vuestras manos, finas, como aqueste
dolor, el mío, que se alarga, alarga.
Y luego seme muere y se concluye,
así como lo veis, en algún verso.
¡Ah!, ¿sois así? Decidme si en la boca
tenéis un rumoroso colmenero,
si las orejas vuestras son a modo
de pétalos de rosas ahuecados…
Decidme si lloráis, humildemente,
mirando las estrellas tan lejanas,
y si en las manos tibias se os aduermen
palomas blancas y canarios de oro.
Porque todo eso y más vos sois, sin duda,
vos, que tenéis al hombre que adoraba
entre las manos dulces, vos la bella
que habéis matado, sin saberlo acaso,
toda la esperanza en mí…Vos su criatura.
Porque él es todo vuestro: cuerpo y alma
estáis gustando del amor secreto
que guardé silencioso…Dios lo sabe
por qué yo no alcanzo a penetrarlo.
Os lo confieso que una vez estuvo
tan cerca de mi brazo, que a extenderlo
acaso mía aquella dicha vuestra
me fuera ahora… ¡Sí!, acaso mía…
Más ved, estaba el alma tan gastada
que el brazo mío no alcanzó a extenderse,
la sed divina, contenida entonces
me pulió el alma… ¡Y él ha sido vuestro!
¿Comprendéis bien? Ahora, en vuestros brazos
él se adormece y le decís palabras
pequeñas y menudas que semejan
pétalos volanderos y muy blancos.
Acaso un niño rubio vendrá luego
a copiar en los ojos inocentes
los ojos vuestros y los de él unidos
en un espejo azul y cristalino…
¡Oh, ceñidle la frente! ¡Era tan amplia!
¡arrancaban tan firmes los cabellos
a grandes ondas, que a tenerla cerca
no hiciera yo otra cosa que ceñirla!
Luego, dejad que en vuestras manos vaguen
los labios suyos; él me dijo un día
que nada era tan dulce al alma suya
como besar las femeninas manos…
Y acaso alguna vez, yo, la que anduve
vagando por afuera de la vida
-como aquellos filósofos mendigos
que van a las ventanas señoriales
a mirar sin envidia toda fiesta-
me allegue humildemente a vuestro lado
y con palabras quedas, susurrantes,
os pida vuestras manos un momento
para besarlas yo, como él las besa…

Y al recubrirlas lenta, lentamente,
vaya pensando; aquí se aposentaron
¿cuánto tiempo, sus labios, cuánto tiempo
en las divinas manos que son suyas?
¡Oh, qué amargo deleite, este deleite
de buscar huellas suyas y seguirlas,
sobre las manos vuestras tan sedosas,
tan finas, con sus venas tan azules!
¡Oh, que nada podría, ni ser suya,
ni dominarle el alma,  ni tenerlo
rendido aquí a mis pies, recompensarme
este horrible deleite de hacer mío
un inefable, apasionado rastro.
Y allí en vos misma, sí, pues sois barrera,
barrera ardiente, viva, que al tocarla
ya me remueve este cansancio amargo,
este silencio de alma en que me escudo,
este dolor mortal en que me abismo,
esta inmovilidad del sentimiento
que sólo salta, bruscamente, cuando
nada es posible!

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VOY A DORMIR
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme puestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste,
todas son buenas; bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes,
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides. Gracias…Ah, un encargo,
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...

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Copiado del libro "Las mil mejores poesías
de la Lengua Castellana" , (el primero) y de
es.wikipedia.org (el segundo)
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(Re)visado el día 19 de agosto de 2019.
V.O.C.

domingo, 27 de octubre de 2019

Franco sale del Valle de los Caídos









Franco sale del Valle de los Caídos

Sánchez se congratula de haber dado «un paso más en la reconciliación» y de prestigiar a España «a los ojos del mundo» El dictador es exhumado en la intimidad 44 años después de un entierro multitudinario

PAULA DE LAS HERASMADRID.
«En el día de hoy, 24 de octubre de 2019, han concluido las tareas de exhumación y traslado de los restos del dictador Francisco Franco desde la basílica del Valle de los
Caídos hasta el cementerio de Mingorrubio». No fue casual la fórmula elegida por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para certificar el cumplimiento de un mandato legislativo que impulsó su partido hace más de un año sin oposición alguna en el Parlamento; fue un remedo de la empleada por el propio general golpista en el parte con el que se anunció, en 1 de abril de 1939, el fin de la guerra («cautivo y desarmado el Ejército Rojo...»).
El Ejecutivo había planteado inicialmente un procedimiento discreto, fuera de los focos. «Lo haremos lo más rápido posible, en cuanto nos comuniquen la sentencia a las partes[...] Los españoles se levantarán un día y el dictador ya no estará ahí», dijo la vicepresidenta Carmen Calvo el 24 septiembre, tras conocer que el Tribunal Supremo había dado el visto bueno a su proyecto y a la decisión gubernamental de no reinhumar a Franco en una cripta de la catedral de La Almudena, como pedía la familia, sino en un lugar más alejado del centro de Madrid y menos monumental: el cementerio de Mingorrubio, en el que fue enterrada su esposa, Carmen Polo.
El Gobierno no pudo impedir un sonoro '¡Viva Franco!' de la familia en la explanadaEl mismo féretro empleado en 1975 se trasladó en helicóptero a Mingorrubio sin necesidad de recambio
Finalmente, a la operación, llevada a cabo en pleno periodo preelectoral para las generales del 10 de noviembre, se le concedió ayer la importancia de todo acontecimiento histórico. No hubo cámaras que grabaran la extracción del féretro en el que Franco fue enterrado con honores hace 44 años. Los operarios la llevaron a cabo exclusivamente ante la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino; los nietos del dictador Cristóbal y Merry Martínez-Bordiú y, como autoridades del Estado, el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Félix Bolaños, y el subsecretario del Ministerio de Presidencia, Antonio Hidalgo. Pero desde la Moncloa se planeó al milímetro el seguimiento de una jornada para la que llegó a acreditar a 150 medios de comunicación, de España y de otros 17 países más.
«Con esta decisión se pone fin a una afrenta moral como es el enaltecimiento de la figura de un dictador en un espacio público. Se da un paso más en la reconciliación, que solo puede descansar en la democracia y la libertad que compartimos. Y nuestra democracia se prestigia a los ojos del mundo», defendió el jefe del Ejecutivo en una declaración institucional anunciada sorpresivamente tras la llegada de los restos del dictador a El Pardo, pasadas las dos y media de la tarde.

Del Valle a El Pardo

Para entonces ya se sabía que las cosas habían transcurrido sin grandes incidencias. La familia Franco consideró que el féretro en el que han reposado durante cuatro décadas los restos de sus antepasados se hallaba en suficientemente buen estado de conservación como para no sustituirlo por otro. Y ni siquiera el mal tiempo impidió, como se sospechaba en los días previos, el traslado del cadáver en un helicóptero del Ejército del Aire. La aeronave salió a las 13:38 horas desde el complejo monumental ideado en 1940 por Franco para que el recuerdo de su «gloriosa Cruzada» desafiara «al tiempo y al olvido», y llegó al más modesto panteón de El Pardo, también de titularidad pública, menos de veinte minutos después.
A primera hora de la mañana varios minibuses oficiales habían recogido a los 22 miembros de la familia Franco en tres puntos acordados de Madrid para llevarles hasta el Valle. El Gobierno les había advertido previamente de que no permitiría ningún símbolo preconstitucional, entre otras cosas, porque la Ley de la Memoria Histórica, aprobada en 2007, prohíbe expresamente que en el recinto tengan lugar «actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo».
A Francis Franco, nieto mayor del dictador, se le retiró una bandera de España con el águila de San Juan, antes de que entrara en el templo para portar el féretro de su abuelo en hombros, junto a otros siete familiares (Luis Alfonso de Borbón, en primera fila). Pero nadie pudo evitar que, introducida la momia en el coche funerario, resonara en la explanada un «¡Viva Franco!». En la Moncloa, no se aclaró ayer, sin embargo, si el grito merecerá o no un expediente sancionador.

Escudo personal

A lo que el Gobierno no puso pegas fue a que el ataúd se cubriera con un pendón con el escudo personal del dictador y una corona de laurel con cinco rosas (como reza el 'Cara al sol') rodeada por un lazo rojigualdo. Con todo, hubo algún momento de tensión con la familia. La señal ofrecida por la televisión pública permitió ver a Francis dirigiéndose acaloradamente a Bolaños, el hombre designado por Sánchez para supervisar el delicado proceso, antes de que el cortejo fúnebre partiera hacia Mingorrubio y de que el prior del Valle, el polémico Santiago Cantera, oficiara un breve responso.
Una vez en el panteón de El Pardo -en cuyo acondicionamiento se ha gastado el Estado 39.000 euros-, Cantera y el sacerdote Ramón Tejero, hijo del artífice del golpe de Estado del 23-F, ofrecieron una misa. Por el camino, el cortejo fúnebre había atravesado concentraciones de nostálgicos y curiosos; nada que provocara incidentes graves. Certificada la reinhumación, el Gobierno se lavó las manos para permitir que, puertas adentro, los Franco desplegaran toda su parafernalia.
La exhumación del dictador cumple con una de las principales recomendaciones realizadas por el comité de expertos al que en 2011 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero consultó sobre la mejor manera de convertir el Valle de los Caídos en un lugar para honrar la memoria de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo, como se acordó en la 'ley de la memoria histórica'. Pero el Ejecutivo admite que aún queda mucho por hacer. De momento, Sánchez prometió ayer que «más pronto que tarde» se resarcirá también la «infamia» de aquellos represaliados cuyos cuerpos fueron trasladados al Valle sin consentimiento de sus familias.
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Un entierro sin honores militares pero con águilas y el 'Cara al sol'



Marta Fernández, pareja de Jaime Martínez-Bordiú, y Miriam Franco, hija de Francis, despliegan la bandera preconstitucional en el cementerio de Mingorrubio; ante ellas, el hijo del golpista Antonio Tejero, Ramón, quien ofició la misa en el panteón familiar para despedir al dictador. :: javier lizón / efe/
Marta Fernández, pareja de Jaime Martínez-Bordiú, y Miriam Franco, hija de Francis, despliegan la bandera preconstitucional en el cementerio de Mingorrubio; ante ellas, el hijo del golpista Antonio Tejero, Ramón, quien ofició la misa en el panteón familiar para despedir al dictador. :: javier lizón / efe

La aparición del teniente coronel Tejero animó un funeral con aroma a 1975 El féretro llegó a Mingorrubio pasadas las dos y media de la tarde, donde aguardaba medio millar de ardorosos nostálgicos

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO
madrid. Solo faltaba la voz en off de Matías Prats padre y un filtro en blanco y negro para que El Pardo pareciera ayer un capítulo del No-Do. O de la primera temporada de la serie 'Cuéntame cómo pasó'. Medio millar de nostálgicos del régimen, la mayoría personas mayores acompañadas de algunos jóvenes, se congregaron frente a la carretera de acceso al cementerio de Mingorrubio, situado al norte de Madrid, para despedir, protestar o simplemente quitarle el polvo a las fotos del 'caudillo' y a alguna que otra rojigualda estampada con el Águila de San Juan que llevaba demasiado tiempo guardada en el cajón. O todo a la vez en distinto orden. La exhumación de Franco y su traslado al pequeño camposanto, donde también reposan figuras del régimen como Luis Carrero Blanco y Carlos Arias Navarro, y la esposa del dictador, Carmen Polo, ofrecía una oportunidad histórica de cantar a pleno pulmón el 'Cara al sol' sin que nadie alrededor mirase raro. Y lo entonaron sin desmayo.
En esta preconstitucional escena también faltaban los 'grises'. Pero los manifestantes, a cambio, se encontraron de frente a un centenar de agentes 'azules' de la UIP de la Policía Nacional y unidades caninas y a caballo que les devolvieron a la España del siglo XXI, y ya de paso les impidieron el acceso al panteón del cementerio -situado a medio kilómetro de allí- tras cortar la única vía de acceso al cementerio.
La Fundación Francisco Franco había convocado dos días antes una concentración para «orar y realizar una entrega de flores al 'generalísimo'». Pero el Gobierno quería, esta vez sí, tener la operación atada y bien atada y había prohibido, a través de su Delegación en Madrid, cualquier acto de apología franquista. Aunque a media mañana, el Tribunal Superior de Justicia madrileño revocó la prohibición.
Ramón Tejero, hijo del condenado por el 23-F, ofició la ceremonia dentro del panteón de los Franco Un grupo de exaltados intentó acceder al cementerio, pero los antidisturbios lo evitaron
Fue entonces, y solo dentro de la legalidad, cuando apareció el teniente coronel Antonio Tejero, condenado por rebelión por el golpe de Estado del 23-F , y cuyo hijo Ramón ya se encontraba dentro del cementerio para oficiar la ceremonia como sacerdote junto al prior del Valle, Santiago Cantera. Su llegada desató el delirio de la tropa de nostálgicos, que ya andaba cansada con el reloj marcando el mediodía.
En medio de un murmullo creciente, Tejero, a sus 87 años, pidió a uno de los agentes de la UIP que le abrieran paso para asistir a la inhumación. La negativa de los agentes produjo un motín y algunos intentaron cruzar un imaginario Ebro formado por antidisturbios a gritos de «¡Franco, Franco, Franco!». Fueron los momentos de mayor tensión de la mañana. Al no conseguirlo, frustrados, empezaron a insultar al presidente del Gobierno en funciones, «Pedro Sánchez, hijo de...» también fue coreado con ganas. «Solo queremos rezar, no vamos a quemar contenedores como los independentistas», suplicaba mientras tanto una señora más modosa.

Sin salvas militares

El jaleo no era audible frente a la verja del cementerio de Mingorrubio, donde se concentraba la mayor parte de la prensa. No todos los días se acude al sepelio de un exjefe de Estado, pero el segundo entierro de Franco estuvo más deslucido que el primero, el 23 de noviembre de 1975. Sin salvas militares, sin jefes de Estado, sin Nelson Rockefeller, en el pequeño camposanto el día transcurrió entre bancos de niebla y con frío, como otro más de otoño, hasta que el sol se impuso a media mañana. Solo el gran dispositivo policial y el centenar de periodistas allí presentes daba fe de que se estaba viviendo un acontecimiento histórico.
Pero la historia no siempre es frenética. Mientras la exhumación se llevaba a cabo a 55 kilómetros de allí, lo más emocionante que ocurrió en Mingorrubio fue la llegada de cuatro furgonetas que descargaron frente a la verja una docena de coronas de flores rojigualdas con cintas en las que se podía leer mensajes como «Barcelona con el Caudillo» o «Cartagena con el Caudillo». También regaló una nota de color la llegada del cura Ramón Tejero, que provocó varios corrillos de curiosos. «¿Es él, es él?», «¡Sí, viene con sotana».
Después de casi tres horas de espera, al fin el helicóptero con los restos del dictador aterrizó en un antiguo campo de tiro de la Guardia Real. Primero se escuchó su motor, luego pasó volando a baja altura. A la media hora llegaron por carretera los 22 nietos y bisnietos y sus respectivos cónyuges repartidos en seis turismos y un microbús. Pasaron por delante de los periodistas y la gente, y accedieron en menos de cinco minutos al cementerio, como en la escena berlanguiana de 'Bienvenido Mr. Marshall', pero sin americanos.
Faltaba solo el féretro, que también se hizo esperar mientras los Franco aguardaban tras la verja. Llegó en un coche fúnebre escoltado por la Policía y seguido del vehículo que en el que viajaba Francis Franco, el único de la comitiva en viajar con la ventanilla bajada.
Una vez en el interior del panteón, en una pequeña capilla anexa y la hora del 'Telediario' -mientras el presidente Sánchez hacía una declaración institucional en la Moncloa- un grupo de menos de 30 personas volvía a inhumar a quién fuera cabeza visible de una férrea dictadura durante casi 40 años.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 27 de octubre de 2019.

domingo, 20 de octubre de 2019

La exhumación de Franco recibe el aval del Constitucional y del tribunal europeo



Vista general del Valle de los Caídos y del mausoleo donde está enterrado Franco. :: j. barbancho / reuters/
Vista general del Valle de los Caídos y del mausoleo donde está enterrado Franco. :: j. barbancho / reuters

La corte de garantías rechaza el recurso de los nietos del dictador porque su «significación histórica trasciende del caso concreto»

MATEO BALÍN
madrid. La exhumación de los restos de Francisco Franco, que tendrá lugar de forma previsible entre este domingo y el martes, recibió ayer el respaldo del Tribunal Constitucional, del juzgado de lo Contencioso de Madrid y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Estos eran los últimos flecos pendientes de resolver después de que el Tribunal Supremo rechazara en una sentencia el recurso de la familia del dictador contra la decisión del Gobierno.
Este aval judicial refuerza la legitimidad del plan del Ejecutivo socialista, si no la tenía ya, para trasladar los restos de Franco del Valle de los Caídos al cementerio de Mingorrubio, en el distrito madrileño de El Pardo, donde está enterrada su mujer Carmen Polo.
De todos los intentos de la familia Franco y de la fundación que lleva su nombre por retrasar lo máximo posible la exhumación, tan solo queda vivo uno: un último recurso ante el Supremo con petición de suspender de forma cautelarísima la exhumación. Pero la Sala de lo Contencioso-Administrativo ya ha fallado en varias ocasiones y lo ha hecho siempre de forma rotunda en contra de los intereses de la familia, de la Fundación y de la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos, con lo que son remotas las posibilidades de que cambie de opinión.
Estrasburgo rechaza la petición de la Fundación Francisco Franco de paralizar el trasladoEl juez Yusty levanta las cautelares sobre la licencia de obra tras confirmar la sentencia del Supremo
Igual de remotas eran la probabilidad de que el Tribunal Constitucional accediera a la pretensión de los nietos del dictador de frenar el desenterramiento tras presentar un recurso de amparo por una supuesta vulneración de sus derechos fundamentales. El escrito incluía la petición de una medida cautelarísima para paralizar la ejecución de la sentencia por razones de urgencia.
Sin embargo, la corte de garantías ni siquiera ha admitido la apelación ante la «manifiesta inexistencia de vulneración de los derechos fundamentales alegados», lo que hace «innecesario un pronunciamiento expreso sobre la medida cautelarísima» solicitada.
En concreto, el tribunal de la sección primera, presidido por el máximo responsable del órgano Juan José González Rivas, avaló la decisión del Gobierno porque no es «ni injustificada, ni arbitraria, ni en suma contraria al principio general de igualdad», y se hace en cumplimiento de la Ley 52/2007, la de la Memoria Histórica.
La ponencia fue del magistrado Cándido Conde-Pumpido y explica que «la significación histórica y política de Francisco Franco, cabeza del régimen político establecido tras la guerra civil y en el que asumió la condición de Jefe de Estado, hace que cualquier decisión que afecte al tratamiento y localización de sus restos trascienda del caso concreto».

No existe discriminación

En este caso, el Constitucional descarta una supuesta «preferencia discriminatoria» que vulneraría el principio de igualdad de los Franco. Y explica en su auto que «el juicio de igualdad» sólo puede realizarse comparando otras resoluciones de la corte de garantías para dilucidar si se han «resuelto de forma contradictoria». Una circunstancia que, según señala, aún no ha ocurrido ni existen precedentes.
Más complicada aún era la vía de Estrasburgo abierta por la Fundación Nacional Francisco Franco. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechazó ayer paralizar la exhumación y anunció a los demandantes que tienen opción de presentar una queja si consideran que se han violado sus derechos.
El otro frente cerrado fue el del juez José Yusty, titular del Juzgado Contencioso-Administrativo número 3 de Madrid, que tenía desde hace meses suspendida la licencia de obra que dio el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) para acometer las tareas necesarias para el desenterramiento.
A Yusty no le quedaban más opciones después de que el Supremo sentenciara el 30 de septiembre que no hace falta autorización municipal para dar cumplimiento al acuerdo del Consejo de Ministros por ser una obra menor, y que la citada resolución era aval suficiente.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 20 de octubre de 2019