miércoles, 1 de agosto de 2018

Fin a un misterio alpino


Fragmentos de los esquíes de Henry Le Masne, publicados por la Policía del Estado italiana. :: r. c.
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Fragmentos de los esquíes de Henry Le Masne, publicados por la Policía del Estado italiana. :: r. c. 

La famila de Henry Le Masne reconoce al esquiador, que desapareció en el Cervino en 1954, gracias a las redes sociales

DANIEL ROLDÁN
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El deshielo de la nieve acumulada durante el invierno trajo la sorpresa. Era un 22 de julio de 2005 cuando aparecieron los restos de un esquiador en el Cervino, en plenos Alpes italianos, a unos 3.100 metros de altura. Junto a los restos se encontraron un vetusto equipo de esquiar de alta calidad y un reloj. Era un hombre y, probablemente, había perdido la vida durante el descenso. Entonces, poco más se supo. La ciencia forense no podía determinar más sobre el ya bautizado Hombre del Cervino.
Una década después, los forenses volvieron a los retos. La tecnología había avanzado y podía ofrecer más datos. Estudiaron los restos con más detenimiento y sacaron conclusiones más precisas. Por ejemplo, que había desaparecido en los años 50, que tenía entre 30 y 35 años, de complexión normal y que habría muerto o al final del invierno o el comienzo de la primavera. Además, estaban convencidos de que no era italiano -sobre todo por la ropa y el número de serie del reloj, destinado a las colonias francesas- y se inclinaban por algún ciudadano galo o suizo.
La Policía del Estado decidió ofrecer estos datos en las redes sociales el pasado mes de junio. A su vez, los agentes destinados en el norte de Italia hablaron con colegas al otro lado de la frontera y la petición para intentar descifrar el misterio atravesó naciones, hasta llegar a la radio de Emmanuelle Le Masne.
Escuchó con mucha atención el mensaje. Su tío Henry había desaparecido en esa zona del valle de Aosta por culpa de una violenta tormenta. El año también concordaba: 1954. Solo le faltaba acudir a las redes sociales para observar las fotografías que había colgado la policía transalpina. Se puso en contacto con las autoridades italianas, convencida de que era su tío, nacido en 1919. «Pude enviar una foto donde tenía sus gafas y la policía reconoció las gafas que habían encontrado», apuntó Roger Le Masne, hermano de Henry y padre de Emmanuelle.
El hermano, de 94 años, se hizo la prueba de ADN y fue positiva. El 24 de julio Henry era oficialmente identificado. «Era bastante independiente. Trabajaba en el Ministerio de Finanzas en París», explicó Roger a la Policía del Estado, y apuntó que era «amante de la montaña». Cada vez que podía, Henry se trasladaba a los Alpes para disfrutar del paisaje, bien en verano bien en invierno. «Amaba la libertad», explicó Roger, que también contó a los agentes que «los peligros de la montaña no le asustaban». Dos años antes de su desaparición, tuvo un susto que le dejó una profunda herida.
Roger también les explicó la desazón que sufrió al ver que su hermano no volvía. Él también estaba en el hotel de montaña, donde Henry dejó la habitación con 35.000 liras italianas y 5.000 francos suizos. Ni él ni las autoridades italianas pudieron hacer nada por descubrir qué había pasado con Henry. «Mi hermano descansará con nuestro padre y mi esposa en la tumba familiar», indicó Roger a 'Le Croix'. Henry Le Masne murió el 26 de marzo de 1954, el mismo día en que cumplió 35 años.
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 1 de agosto de 2018.  

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