Su majestad, el olivo
Eligen un ejemplar de Castellón como el mejor del Mediterráneo, entre 12 candidatos presentados por España, Italia, Líbano, Túnez, Montenegro y Turquía
Le llaman 'El olivo de Sinfo', que viene de Sinforosa, pues así se llamaba la abuela materna del dueño de este hermoso ejemplar, José Manuel Alemany, que ya ganó el año pasado el concurso de mejor olivo de España: «Tiene más años que Matusalén. Sabía que era el mejor y el más grande, es impresionante. Una joya con gran categoría», decía entonces. Este agricultor, al que también llaman cariñosamente y por el mismo motivo Sinfo, como a su padre, como al olivo, está ahora aún más satisfecho si cabe, tras haberse proclamado vencedor en el I Concurso del Mejor Olivo Monumental del Mediterráneo.
Los miembros del jurado -integrado por especialistas en agronomía de los países participantes- valoraron «tanto su longevidad, certificada por un perímetro de tronco que supera los diez metros, como su espectacular estampa, que emerge de la tierra con una peana única por su tamaño y robustez. Un tronco sólido y evocador que dibuja formas imposibles, y una parte aérea majestuosa, sana y capaz de producir buenas cosechas siglo tras siglo». Expertos de la Asociación Española de municipios del Olivo (Aemo) le calculan unos 2.000 años y apuntan que, al estar al lado de la Vía Augusta romana, ha sido testigo de numerosos e importantes capítulos de nuestra historia. «Por su impresionante porte, puede afirmarse que es de los más ancestrales de la Península Ibérica y, por ende, de la Cuenca Mediterránea», añaden.
Adivinar la edad
Aun así, la datación de olivos monumentales es una tarea muy compleja. El investigador Antonio Prieto, ingeniero agroforestal y catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, se ha encargado de fijar la edad de otros olivos del mismo territorio que tienen, concretamente, 1.704, 1.491 y 1.449 años. Pero explica que «no es posible hacer lo mismo con el olivo de Sinfo, al faltarle una parte importante del tronco. Aunque, a la vista del resultado de los otros, podría superar los 2.000 años de vida». Lo que es una realidad es que el de Sinfo es el olivo con el tronco más grueso de la zona.
«Puede venir quien quiera, eso sí, que no toquen ni una rama», advierte el propietario, que, como es de esperar, lo cuida con mucho cariño. 4.000 litros de agua al año lo mantienen lozano. «Es mi preferido de los más de 3.000 que tengo, una herencia de mi padrino». Alemany tiene dos hijas, que heredarán los árboles y su pasión.
El olivo de Sinfo se impuso a otros candidatos de «altísimo nivel -según Aemo-, los cuales se pueden considerar leyendas vivas en sus respectivos países». En total, se presentaron doce ejemplares legendarios procedentes de España, Italia, Túnez, Líbano, Montenegro y Turquía. Este ejemplar del Baix Maestrat superó en votos al 'Bchaaleh Millenial Olive Tree' de Líbano y al 'The thousand-year-old olive tree of Echraf' de Túnez, que quedaron empatados en segunda posición. Los jurados otorgaban tres, dos y un punto y no podían darlos a ejemplares de sus respectivos países.
Majestuosamente ajeno a toda esta expectación, el olivo de Sinfo sigue creciendo robusto y dando sus frutos. El propietario, que recogerá el premio en febrero, lo tiene muy claro: "Nunca me desprendería de él".
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Publicado en Diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 3 de enero de 2020.
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