De la Mata propone juzgar al clan Pujol como una organización criminal
El juez de la Audiencia Nacional acusa a toda la familia de enriquecerse durante décadas con actividades corruptas valiéndose de su privilegiada posición en la «vida política»
Punto y final a una compleja instrucción que ha durado casi seis años y que ha requerido la colaboración de multitud de países para seguir el rastro de la fortuna oculta del expresidente de catalán, Jordi Pujol, de su mujer y todos sus hijos. El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata propone juzgar al clan al completo de los Pujol Ferrusola, acusándole de por formar parte de una organización criminal, una suerte de mafia familiar, que, «aprovechando su posición privilegiada de ascendencia en la vida política, social y económica catalana durante décadas», acumuló un «patrimonio desmedido directamente relacionado con percepciones económicas derivadas de actividades corruptas».
El auto de pase a procedimiento abreviado de hoy pone fin a la instrucción de la pieza principal de este caso que comenzó poco después de que el 25 de julio de 2014, el patriarca, Jordi Pujol Soley, acorralado ya por las informaciones que apuntaban a que escondía en Andorra una fortuna opaca al fisco, reconoció en un comunicado haber ocultado a la Hacienda Pública durante 34 años «un dinero ubicado en el extranjero» que -aseguró- provenía de la herencia de su padre Florenci fallecido en 1980.
El titular del Juzgado Central de Instrucción 5 considera que los hechos investigados serían constitutivos de organización criminal o asociación ilícita, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y falsedad documental. Unos cargo que podrían acarrear varias decenas de años a cada uno de los procesados.
En la resolución, el juez procede contra el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol Soley, su mujer Marta Ferrusola LLados y contra sus siete hijos, además de contra otras 18 personas que participaron o colaboraron en las actividades ilegales, entre ellos la exmujer de Jordi Pujol Ferrusola, Mercé Gironés, o los empresarios Luis Delso Heras, Carlos Sumarroca Coixet y Carlos Sumarroca Claverol. Acuerda también el sobreseimiento provisional parcial de la causa en relación con Ramón Gironés Riera, Ana Vidal Maragall y Amelia Barrigón Lafita.
En su extensísimo auto, de 509 páginas, el magistrado insiste en que la familia se enriqueció de forma ilícita a la sombra del poder del patriarca, hasta el punto –destaca el juez- que buena parte de las actividades corruptas coincidieron en el tiempo con la Presidencia de la Generalitat de Cataluña de Pujol padre entre 1980 y 2003.
Patrimonio
La procedencia de ese patrimonio, señala el juez, proviene de distintas fuentes que, en algún caso es desconocida, si bien, incide, no existen indicios sólidos que acreditan que no proviene, como se alega por los miembros de la familia, de una herencia familiar procedente del abuelo Florensi. «A lo largo de la investigación -señala De la Mata- no se ha aportado elemento alguno que permita contrastar la veracidad de esta versión, ni tampoco se ha suministrado explicación alguna razonable y contrastable por ninguno de las personas investigadas de esta familia sobre este particular».
De la Mata recuerda que ni el patriarca ni ninguno de sus hijos ha sido capaz de explicar en sede judicial dónde se depositó en origen la herencia del abuelo, ni cómo fue administrado o donde fue invertido ese patrimonio para derivar en una fortuna ingente, hasta el punto de que la Audiencia Nacional reconoce no saber hasta dónde llega.
La investigación –explica De la Mata- ha acreditado, no obstante, que el origen de los fondos está en los «pagos ilícitos realizados por terceras personas, en su mayor parte vinculadas con distintas empresas, que realizaban pagos millonarios a la familia, disimulados bajo distintas estructuras societarias más o menos sofisticadas y utilizando diferentes paraísos fiscales y fórmulas contractuales». Y a cambio de esas mordidas, obviamente, venían los favores desde la Generalitat a esas empresas amigas. «Todos estos contratos simulados encontraban su contraprestación en el ejercicio de concretas influencias por parte de la familia Pujol Ferrusola en adjudicaciones, cambios de calificación urbanística, adjudicación de concesiones, etc., a lo largo y ancho del espacio geográfico catalán», relata el auto que pone fin a la investigación.
El clan, incluso, llegó a cobrar coimas sin mover un dedo. Según de la Mata, algunos de los pagos de empresarios eran sin pedir nada a cambio, simplemente para «congraciarse» con los miembros de la familia o para afianzar «la buena relación que ya tuvieran con ellos» y así «hacerse acreedores a futuras adjudicaciones y favores políticos y contractuales».
De la Mata explica que el liderazgo de la organización correspondió siempre al matrimonio de Jordi Pujol y Marta Ferrusola quien, de hecho, se autodenominaba la «madre superiora de la congregación». Debajo de estos y siguiendo sus instrucciones se encontraba el primogénito Jordi Pujol Ferrusola, 'Junior' («el capellán de la parroquia»).
El auto indica que 'Junior' asumió la dirección de toda la estrategia y la recepción y distribución de las cantidades ilícitas entre sus padres y sus hermanos. El juez considera que este ha admitido que todas las operaciones que se llevaron a cabo en las cuentas de Andorra, todos los movimientos que se realizaron en las mismas y buena parte de los «negocios» en que invirtió durante años, estuvieron directamente relacionados con el patrimonio económico que gestionaba para sí y su familia. También tenía capacidad para dar instrucciones a los gestores bancarios sobre las cuentas particulares de cada uno de los miembros de la familia, apunta el juez.
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Publicado en diario SUR.
Copiado/pegado de Internet por Victoriano Orts Cobos.
Málaga 17 de julio de 2020.
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