LA VICTORIA XXXVI.
En
Pocatorta todas las casas estaban hechas de tierra. Sólo una que debía ser la
primitiva y que tal vez le diera nombre al barrio, y que, restaurada, es la
única que aún pervive, debía tener
materiales más sólidos. Las demás, sin excepción, todas estaban hechas únicamente de tierra.
La
construcción de las paredes se hacía poniendo dos hileras de tablas paralelas
de unos dos metros de largo por uno de profundidad, con una separación de unos
cincuenta centímetros de ancho, sujetas, creo, que por barras de hierro atravesadas
en los extremos, -no recuerdo si también en el centro-, y dentro del hueco se
iba echando tierra que se compactaba con una maza a mano y un riego de agua para que fraguara.
Las
fachadas no tenían ventanas. El único hueco
a la calle era el de la puerta de entrada.
Dentro
de mi casa no había ni una sola puerta. Sólo los marcos o huecos. Como máximo,
para dar algo de intimidad, una modesta cortina.
Pienso
que este sistema de construcción tan económico sería mayoritario en todo el
pueblo y que aún habrá muchas viviendas
de este tipo. La casa de Victoriana, la hija mayor de mi hermano Luis puedo
ponerla como ejemplo.
La
cal jugaba un papel importantísimo en la conservación de este tipo de
construcción. Las capas sucesivas de este mineral las aislaba de la lluvia y
del calor y por ello, en cuanto se producía un desconchón se procedía de
inmediato a enjalbegarlo.
Victoriano
Orts Cobos.
(Re)visado
el día 25 de marzo de 2016.
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