martes, 5 de julio de 2011

PICÓN

PICÓN
LA VICTORIA XXXII.


En invierno, durante el día había que moverse. Como las hormigas, cada cual tenía su misión, pero en cuanto llegaba la noche nos refugiábamos en el comedor, más que a comer, a calentarnos alrededor de la mesa de camilla en cuyo interior había un brasero que a duras penas nos daba calor. Más bien, el calor nos lo dábamos entre nosotros mismos. Para disfrutar de este bien, había que proveerse de picón.

El picón que utilizábamos era el producido por la planta de algodón después de recogido el producto.

Pedían permiso, nuestros mayores a D. Alfonso y en pleno mes de agosto nos íbamos al cortijo de “El Colegio”, en familia, provistos de lo necesario para aquel menester.

Después de cortadas o arrancadas las plantas,  se apilaban y se les prendía fuego procurando que no  se quemaran en exceso y las apagábamos  con escobas de palmito, tierra y agua.

El resultado era un picón de muy mala calidad, pero  bueno, no había otra cosa que resultase gratis. Lo metíamos en sacos y lo transportábamos a pie a casa. (En Pocatorta no había un solo jumento).
Antes de salir a este menester del picón, dejábamos en el patio un barreño lleno de agua y varios cubos.

Cuando volvíamos, todos tiznados y sudorosos, nos íbamos al patio y cada cual como podía se refrescaba y destiznaba dentro de lo que le era posible.

En nuestro vocabulario no existían las palabras wáter, aseo, lavabo etc. En el dormitorio de mis padres había un palanganero que utilizaban ellos, Mi padre,  seguro que acostumbrado en su infancia a asearse con asiduidad, cuando se levantaba por la mañana, lo primero que hacía era abrir la puerta de la calle, (la única puerta física que había en la casa, las demás eran sólo huecos)  y dirigirse al pozo de Mª Francisca que estaba a unos diez u once  metros de nuestra puerta. Cogía un   cubo de agua, templada en invierno y fresquita en verano y llenando la palangana, procedía al ritual diario de su aseo. Los demás éramos menos asiduos a este menester.

Victoriano Orts Cobos.

(Re)visado el día 24 de marzo de 2016


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