viernes, 26 de agosto de 2011

EXCURSIÓN A CÓRDOBA

EXCURSION A CÓRDOBA

LA VICTORIA XLIII/1

Me disponía a clausurar los relatos de LA VICTORIA, que ascienden a 43, incluidos un plano de POCATORTA y un poema prestado, cuando de las grutas de mis recuerdos de la niñez surge un pensamiento que ha estado más de 60 años condenado (según él) a la cadena perpetua del olvido, y que me pide, con tanta humildad como firmeza, lo libere de ese castigo que él cree no merecer.

Ha irrumpido espontáneo, sin previo aviso, quemante, ardiente como el magma que eructa un volcán en plena actividad.

Es la música pegadiza de una canción que por más que lo intento no recuerdo en absoluto cuándo la aprendí, ni quien me la enseñó, aunque por su mensaje creo que tuve que aprenderla en el colegio (escuela, como le llamábamos en La Victoria) y que el causante de su difusión debió ser el viaje que hicimos los alumnos con D. José, a Córdoba en una excursión organizada por él, de la que recuerdo que visitamos La Mezquita, una judería y la emisora de radio en la que uno de los alumnos (creo que fue Isidoro, el hijo de Pepita la del Cura) recitó un poema, que por el contenido de la letra de esta canción, que desde hace días me acosa, posiblemente su mensaje es el que Isidoro lanzó a las ondas.

Sólo vienen a mi mente algunos versos sueltos y otros pocos incompletos. Analizando su cadencia y su rima, deduzco que debe tratarse de un himno a Córdoba, estructurado en decasílabos.

He decidido hacerle justicia y rescatarlo del olvido pero el problema es que no puedo memorizarlo en su totalidad como sería mi deseo, pues mi cerebro por más que lo exprimo no da más de sí.


A través de Google he navegado por Internet tratando de localizarlo, pero no hay manera de encontrarlo. Aparecen cantidad de himnos al Córdoba Club de Fútbol, pero ni uno sólo a Córdoba.

Rendido ante tanta insistencia obsesiva del recuerdo, lo imprimo fragmentado, tal como mi mente me lo presenta, con la esperanza de que alguien sepa, o dé con el libro de poemas que contenga la totalidad de sus versos y el nombre del autor. Sería una gran satisfacción para mí.

*****
Si el mundo aleve borrara un día
l a larga historia de mi nación,
Córdoba sola recordaría
los claros timbres de su blasón.

Aquí su orgullo dejó el ibero,
El genio lírico puso su amor.
Trajo el romano su afán guerrero,
…?
Son de estos muros sus titulares,
y de sus hijos legión galana,
ilustra libros y puebla altares.

La tierra en frutos es un tesoro,
aquí es eterna la primavera,
dan los naranjos sus pomas de oro,
junto a los arcos de las palmeras.
...?
*****
Hasta aquí el recuerdo de este Himno fragmentado que me persigue y que no sé hasta dónde me acompañará.

Victoriano Orts Cobos.

(Re)visado el día 27 de marzo de 2016.




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