VICTORIA XXXVIII
En
el relato titulado LA AUTORIDAD, que en parte dedico a la Guardia Civil, digo
que no tuvimos ningún problema con dicho organismo.
Eso
creía yo hasta que hace sólo unos años llegó a mis oídos el incidente que tuvo mi
hermano Luís con los representantes de
dicha institución que, lamentablemente, en nada se parecía a la Benemérita actual.
Trabajaba
el bueno de Luis arrancando garbanzos de sol a estrellas en un cortijo. Mal
comido y durmiendo en el pajar con otros campesinos. Un mal día, el aperador
echó en falta unos sacos llenos de
garbanzos. Denunciado el caso a la Guardia Civil, ésta, los llevó al cuartel de Fernán Núñez,
el cual estaba comandado por un sargento.
Allí
llovieron las bofetadas como llueve el granizo en un día de
tormenta. Días después dieron con los culpables del hurto, que no fueron ninguno de los apaleados aquel día.
No
hubo disculpas por parte de la guardia Civil ni del dueño del cortijo. Así actuaba La Benemérita de aquella época. ¡Qué
nombre más poético, y con qué falta de
respeto lo utilizaban algunos!
¿Cuánto
valor tenía en una dictadura capitalista el honor y la dignidad de un
campesino? Me temo, (y la historia lo está demostrando día a día) que el mismo
que el de una dictadura proletaria. ¡Ningún valor!
Victoriano
Orts Cobos.
(Re)visado
el día 25 de marzo de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario