sábado, 6 de agosto de 2011

LA GUARDIA CACIQUIL

LA GUARDIA CACIQUIL

VICTORIA XXXVIII

En el relato titulado LA AUTORIDAD, que en parte dedico a la Guardia Civil, digo que no tuvimos ningún problema con dicho organismo.

Eso creía yo hasta que hace sólo unos años llegó a mis oídos el incidente que tuvo mi hermano Luís con  los representantes de dicha institución que, lamentablemente, en  nada se parecía a la Benemérita actual.

Trabajaba el bueno de Luis arrancando garbanzos de sol a estrellas en un cortijo. Mal comido y durmiendo en el pajar con otros campesinos. Un mal día, el aperador echó en falta unos sacos  llenos de garbanzos. Denunciado el caso a la Guardia Civil,  ésta, los llevó al cuartel de Fernán Núñez, el cual estaba comandado por un sargento.

Allí llovieron  las bofetadas como llueve el granizo en un día de tormenta. Días después dieron con los culpables del hurto, que  no fueron ninguno de los apaleados aquel día.

No hubo disculpas por parte de la guardia Civil ni del dueño del cortijo.  Así actuaba La Benemérita de aquella época. ¡Qué nombre más poético, y  con qué falta de respeto lo utilizaban algunos!

¿Cuánto valor tenía en una dictadura capitalista el honor y la dignidad de un campesino? Me temo, (y la historia lo está demostrando día a día) que el mismo que el de una dictadura proletaria. ¡Ningún valor!

Victoriano Orts Cobos.


(Re)visado el día 25 de marzo de 2016.         


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