lunes, 6 de junio de 2011

EL TENDIDO ELÉCTRICO

EL TENDIDO ELÉTRICO

LA VICTORIA XVII.

Nunca se echa de menos aquello que nunca se ha tenido.
El tendido eléctrico pasaba (de paso, valga la redundancia) a unos cien metros al norte de Pocatorta hacia San Sebastián de los Ballesteros, o de éste hacia La Victoria. No lo sé.
Lo lógico en aquella época era que pasaran por los márgenes de la carretera, que en este caso estaba a unos trescientos metros de Pocatorta. Pero, bueno, ellos sabrían el por qué de aquella  excepción.

Yo había visto siempre aquellos palos como veía los olivos y nunca se me ocurrió pensar que con un simple cable y algo más, el candil, el velón y el carburo hubiesen pasado a convertirse en un elemento decorativo. El elemento decorativo en aquel caso para nosotros era el tendido eléctrico.

En más de una ocasión, los chiquillos nos dedicábamos a tirar piedras a las tazas de cristal invertidas que soportaban aquellos palos y cuya misión consistía  (creo), en tensar los cables.

En una de aquellas competiciones, mi hermano Manolo lanzó una “peladilla de río” con la  gran fortuna de impactar sobre una taza mutilándola. Eso significó un triunfo para él y una derrota para los demás que con más ganas continuamos lanzando dardos sin conseguir igualarle, y al final, cansados y sin proyectiles a nuestro alrededor, nos fuimos con la música a otra parte a experimentar nuevas travesuras.
     
Victoriano Orts Cobos.

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(Re)visado el día 20 de marzo de 2016.


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